En el banco de preguntas clínicas de Preevid hay una pregunta que aborda este tema(1), publicada en agosto del 2015. En ella se concluía que “la utilización de jengibre parece ser un tratamiento no farmacológico efectivo y seguro para el manejo de las náuseas y vómitos del inicio del embarazo, aunque la evidencia que soporta esta afirmación es limitada”. Se ha procedido a actualizar la búsqueda y los nuevos datos encontrados aportan robustez a esta afirmación. Una dosis común es tomar de 1 a 1,5 g por vía oral dividida en 24 horas.
Los Sumarios de Evidencia (SE) consultados(2-4) consideran que la terapia no farmacológica inicial para evitar las náuseas y los vómitos durante el embarazo incluye la modificación de la dieta (se suelen tolerar mejor comidas más pequeñas y más frecuentes) y también indican que las mujeres embarazadas pueden tomar suplementos alimenticios que contengan jengibre (p. ej., tabletas de jengibre, té de jengibre, alimentos o bebidas que contengan raíz o jarabe de jengibre). Si se prescriben, una dosis común es tomar de 1 a 1,5 g por vía oral dividida en 24 horas (p. ej., cápsulas de jengibre de 250 mg por vía oral cuatro veces al día); añaden que incluso se han utilizado dosis de hasta 2,5 g por vía oral durante 24 horas y parece ser segura, según una revisión de revisiones sistemáticas (RS) publicada en 2022(5). En dos metanálisis de ensayos aleatorios, el jengibre mejoró las náuseas en comparación con el placebo, pero no redujo significativamente los vómitos(6,7).
La anterior RS(5) sobre los efectos terapéuticos (cualquier resultado de salud y bienestar en humanos) y la seguridad del jengibre administrado en forma oral, incluyó veinticuatro RS publicadas hasta abril de 2021, con una superposición del 3% de los estudios primarios. La evidencia más sólida se encontró sobre los efectos antieméticos del jengibre en mujeres embarazadas. Los autores concluyen que el consumo dietético de jengibre parece seguro y puede ejercer efectos beneficiosos sobre la salud y el bienestar humanos, con mayor confianza en los efectos antieméticos en mujeres embarazadas.
A continuación se resumen los resultados las RS publicadas posteriormente:
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Un metanálisis sobre terapias complementarias y alternativas(8) (TCA) para mejorar las náuseas y los vómitos durante el embarazo (NVE) incluyó 33 ECAs en los que el grupo intervención fue TCA y el grupo de control un medicamento convencional o un placebo para NVE. El jengibre tuvo mejores efectos que la medicina convencional en el índice de Rhodes (escala para evaluar las náuseas) [Diferencia de medias ponderada (DMP) = -0,52; intervalo de confianza (IC) del 95 % (-0,79; -0,24), P ≤ 0,001; evidencia de calidad moderada] y tuvo el mismo efecto que los fármacos para aliviar los vómitos [DME = 0,30; IC del 95 % (-0,12; 0,73), P = 0,160; evidencia de baja calidad]. En comparación con el placebo, el jengibre tuvo una tasa efectiva más alta [ Riesgo relativo (RR) = 1,68; IC del 95 % (1,09; 2,57), P = 0,018; Evidencia de baja calidad] frente a las náuseas [DMP = -1,21; IC del 95 % (-2,34; -0,08), P = 0,036; Evidencia de baja calidad] y el mismo efecto antiemético que el placebo [DMP = 0,05; IC del 95 % (-0,23; 0,32), P = 0,743; Evidencia de baja calidad].
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Una RS(9) incluyó 31 artículos, divididos en tres categorías: aromaterapia, fitoterapia y acupuntura. Se observó que la aromaterapia con aceite esencial de limón, cápsulas de jengibre y la acupresión fueron las intervenciones que demostraron ser efectivas para controlar las náuseas y los vómitos gestacionales.
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Otra RS(10) analizó los datos disponibles sobre la eficacia y seguridad del arándano, la manzanilla, la Echinacea purpurea, el ajo, el jengibre, el Ginkgo biloba y la menta, utilizados para contrarrestar diversas afecciones durante el embarazo, entre ellas las naúseas y vómitos. Los datos mostraron que el jengibre es uno de los remedios herbales más analizados. La dosis de jengibre inferior a 1.000 mg por día puede ayudar a aliviar la emesis gravídica, y tal cantidad de jengibre no aumentó la frecuencia de los efectos adversos ni para la mujer ni para el feto en desarrollo. Los datos sobre otras hierbas fueron heterogéneos y con resultados contradictorios que no permiten conclusiones claras.
Se incluye, además, una revisión narrativa(11) que evalúa en qué medida las guías de práctica clínica (GPC) australianas hacen recomendaciones claras e inequívocas sobre el uso de TCA durante el embarazo, y sintetiza estas recomendaciones. Se encontraron un total de 48 guías, de las cuales el 41% proporcionaba recomendaciones que no se limitaban a la suplementación rutinaria de vitaminas y minerales. Hubo amplias variaciones en las recomendaciones, pero se encontró cierto consenso sobre la recomendación de jengibre y vitamina B6 para las náuseas y los vómitos.
Por último se incluye una síntesis (12) de las directrices nacionales sobre el tratamiento de la NVE realizadas por el “Royal College of Obstetricians and Gynecologists” (RCOG 2016)(13), el “American College of Obstetricians and Gynecologists” (ACOG 2018)(14) y la “Society of Obstetricians and Gynaecologists of Canada” (SOGC 2016)(15) sobre el tratamiento de la NVE. En cuanto al enfoque no farmacológico de la NVE, indica que todas las guías sugieren que el jengibre (cápsulas de 250 mg 4 veces al día) puede ser beneficioso para mejorar los síntomas. Añade que el uso de jengibre durante el embarazo no aumentó el riesgo de malformaciones fetales y describe como posibles efectos adversos maternos el efecto anticoagulante, la irritación estomacal y la potencial interacción con otros fármacos (como betabloqueantes y benzodiazepinas).