En base a la información que aportan las guías de práctica clínica (GPC) consultadas(1-4), un sumario de evidencia(5) y recientes revisiones sistemáticas (RS)(6-10), la utilización de jengibre parece ser un tratamiento no farmacológico efectivo y seguro para el manejo de las náuseas y vómitos del inicio del embarazo, aunque la evidencia que soporta esta afirmación es limitada.
La GPC sobre el manejo de embarazo publicada en Guía Salud en 2014(1) plantea que:
“El tratamiento con jengibre ha mostrado un beneficio clínico para el tratamiento de las náuseas y vómitos durante las primeras etapas de la gestación a la semana de tratamiento. Los efectos secundarios más serios derivados del tratamiento con jengibre son la pirosis y el reflujo gastrointestinal. La calidad de la evidencia que apoya los beneficios y riesgos del tratamiento con jengibre es baja”.
En la guía: “Se sugiere ofrecer tratamiento con piridoxina (vitamina B6) para el alivio de las náuseas y vómitos durante las etapas iniciales de la gestación” (grado de recomendación débil)*.
Y respecto a la utilización del jengibre: “Se sugiere la administración de antihistamínicos (dimenhidrinato y meclicina), jengibre (ginger) y/o sesiones de acupresión o acupuntura como alternativas terapéuticas a la administración de piridoxina para el alivio de las náuseas y los vómitos durante las etapas iniciales de la gestación” (grado de recomendación débil)*.
El resto de las GPC(2-4) coinciden en establecer que el tratamiento de las náuseas y los vómitos del embarazo con jengibre parece mostrar efectos beneficiosos y puede ser considerado como una opción no farmacológica.
Los autores del sumario de evidencia de Uptodate sobre el manejo de las náuseas y vómitos del embarazo(5) sugieren el uso de alimentos que contienen jengibre (por ejemplo, piruletas de jengibre, té de jengibre) o suplementos de jengibre (por ejemplo, cápsulas de 250 mg por vía oral cuatro veces al día) para las náuseas y los vómitos leves. No consideran indicado el jengibre en polvo.
La más reciente de las RS seleccionadas(6) evaluó los resultados de un total de 12 ensayos clínicos aleatorios (ECAs) que comparaban el jengibre con el placebo u otros suplementos para las náuseas y los vómitos en 1278 mujeres embarazadas. Todos los ensayos presentaban limitaciones metodológicas (entre ellas cegamiento incierto o ausente; ocultamiento de la asignación poco claro; pequeño tamaño de prueba; o secuencia de aleatorización confusa) y 11 de ellos un riesgo moderado o alto de sesgo. No se pudo realizar un meta-análisis debido a las diferencias en las intervenciones y los controles utilizados (entre las intervenciones se incluyeron: cápsulas de polvo de jengibre que van desde 1000-1950 mg de jengibre/día en 8 ensayos; galletas de jengibre con dosis total de 2500 mg/día en 1 ensayo; jarabe de jengibre disuelto en agua con dosis total de 1000 mg/día en 1 ensayo; extracto de jengibre con dosis total de 1000 mg/día en 1 ensayo; y esencia de jengibre con dosis total de 600 mg/día en 1 ensayo).
En comparación con el placebo (7 estudios), el jengibre redujo significativamente los síntomas de náuseas (diferencia de medias [DM] 1,20; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,56 a 1,84; p = 0,0002). Sin embargo, el jengibre no disminuyó de forma significativa el número de episodios de vómito frente al placebo (DM 0,72; IC 95%: −0,03 to 1,46; p = 0,06). Al comparar el uso de jengibre con el de vitamina B6 (4 ensayos) el jengibre no mostró reducir significativamente el número de episodios de vómitos en comparación con la vitamina B6.
Desde un punto de vista práctico, se realizó un análisis de subgrupos que indicaba que una dosis más baja de <1500 mg de jengibre por día, posiblemente, podría ser más eficaz que una dosis más alta (≥1500 mg).
Respecto a su seguridad, en la RS el jengibre no parece suponer un riesgo de importantes efectos secundarios o eventos adversos y, por lo tanto, se considera que su uso no supone un riesgo de complicaciones graves para la madre o el feto.
Por su parte, en una RS de la Cochrane(7) sobre las intervenciones para las náuseas y vómitos del embarazo, también publicada en 2014, se concluye que el uso de preparados que contienen jengibre puede ser útil en las mujeres con síntomas, con alguna evidencia de beneficio sobre todo de recientes estudios, pero que la evidencia global no fue consistente.
En ninguno de los documentos seleccionados se valora la indicación y/o la efectividad de la utilización de jengibre en mujeres con hiperemesis gravídica (HG) (entendiendo esta situación clínica como aquella en la cual la gestante ya presenta vómitos persistentes asociados a pérdida de peso, alteración electrolítica y deshidratación, que puede precisar hospitalización).
No obstante, se ha identificado un ECA cruzado(11) publicado en 1991 en el cual 27 mujeres con HG recibieron de forma secuencial cápsulas de polvo de jengibre (250 mg 4 veces por día = 1000 mg/día) o cápsulas de placebo (lactosa; 250 mg 4 veces al día = 1000 mg/día) durante 4 días. Los resultados mostraron que el jengibre era significativamente más eficaz que el placebo para eliminar o minimizar la HG (p = 0,035).