En base a la escasa evidencia disponible, el reposo en cama no disminuye el riesgo de aborto espontáneo y, dado que tampoco hay datos sobre su seguridad, no se debería recomendar de forma habitual.
Una revisión sistemática Cochrane publicada en 2005(1) concluía que no había suficiente evidencia de alta calidad para justificar la recomendación de reposo en cama en mujeres con amenaza de aborto espontáneo o alto riesgo de aborto espontáneo. La revisión no encontró diferencias estadísticamente significativas en el riesgo de aborto espontáneo en el grupo de reposo en cama versus el grupo de ningún reposo en cama (placebo u otro tratamiento) (razón de riesgos [RR] 1,54; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,92 a 2,58); ni el reposo en cama en el hospital ni el reposo en cama en el domicilio mostraron una diferencia significativa, versus ningún reposo, en la prevención del aborto espontáneo.
Además, no había pruebas que aseguraran que dicha intervención (reposo en cama) no era perjudicial para las mujeres y sus familias, ya que ninguno de los estudios incluidos (dos ensayos clínicos aleatorios con 84 mujeres) evaluaba los posibles efectos secundarios del reposo en cama (eventos tromboembólicos, estrés materno, depresión, costes).
En consecuencia, los autores consideraban que hasta que no se dispusiera de más evidencia no se podía recomendar la política de reposo en cama para la práctica clínica habitual en mujeres con amenaza de aborto espontáneo o alto riesgo de aborto espontáneo.
La búsqueda en las bases de datos de estudios no identifica ensayos clínicos aleatorios de posterior publicación en los que se evalúe la efectividad del reposo en cama en mujeres con amenaza de aborto; tampoco su seguridad.
Las guías de práctica clínica(2,3) y sumarios de evidencia(4,5) sobre el aborto espontáneo que hacen mención a esta intervención coinciden en que la evidencia es insuficiente y que el reposo en cama no debería ser recomendado para prevenir la pérdida temprana del embarazo (Grado de recomendación B* en una de las guías(3)).
En una revisión narrativa(6), que aporta recomendaciones para la práctica, se indica que el reposo en cama no mejora los resultados y puede causar daños psicológicos en pacientes con posterior pérdida temprana del embarazo(7).
Añadir que en dos revisiones narrativas(7,8) que se centran en el papel del reposo en cama durante el embarazo se menciona la falta de evidencia que sustente la indicación de reposo en cama para disminuir el riesgo de aborto espontáneo y se destacan los potenciales efectos adversos fisiológicos y psicológicos (entre otros) de esta estrategia. Se hace hincapìe en ambas en la necesidad de investigación científica que permita establecer si el reposo en cama es una modalidad terapéutica adecuada.
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