La búsqueda en las bases de datos habituales no ha identificado estudios clínicos en los que se evalúe el papel de uso aislado de biotina (también llamada vitamina H, vitamina B7 y vitamina B8) en el tratamiento de la pérdida de cabello, en adultos sanos no deficientes.
Se han localizado tres ensayos clínicos aleatorios (ECA) de pequeño tamaño muestral y corto periodo de seguimiento, entre otras limitaciones metodológicas, que, aunque muestran resultados satisfactorios asociados a la utilización de suplementos orales entre cuyos componentes está la biotina, no permiten establecer conclusiones respecto a la efectividad clínica de esta sustancia específica.
En una guía de práctica clínica(1) sobre el manejo de la alopecia androgenética (AAG) en hombres y mujeres, publicada en 2011, se comenta únicamente que a ciertas vitaminas, especialmente biotina y niacina, se les atribuyen propiedades promotoras de crecimiento del cabello y una influencia positiva en la nutrición del cabello. En este punto la guía hace referencia a un pequeño ECA(2) que informó de una mejoría significativa, en comparación con el tratamiento con placebo, de la pérdida capilar en los varones incluidos (con AAG de leve a moderada) después de 18-24 semanas de tratamiento con un suplemento oral (dos veces al día) que contenía biotina y niacina, y también ß-sitosterol y palma enana americana (mejoría del 60%, en 6 de 10 pacientes, en el grupo de tratamiento activo, frente a una mejoría del 11%, en 1 de 9 pacientes, en el grupo de tratamiento con placebo).
En el sumario de evidencia de Uptodate sobre la AAG en mujeres(3) se indica que la eficacia de tratamientos como la mesoterapia, los estrógenos, y de suplementos, como el hierro, la biotina, el ginseng, la palma enana americana, el té verde y cafeína, no está clara y remite a la guía anteriormente mencionada(1).
En una revisión sistemática de la Cochrane sobre intervenciones para la alopecia de patrón femenino(4), actualizada en su versión inglesa en 2016, se incluyeron dos ECAs(5,6) en los que se valoraba la efectividad de dos suplementos nutricionales en los que uno de los compuestos era la biotina. Sin embargo, los datos de estos estudios no se utilizaron para el análisis posterior de los resultados ni se establecieron conclusiones en cuanto a la efectividad de estos suplementos dietéticos.
En los dos ECAs(5,6) se procedió de manera similar: una muestra de sujetos (55 sujetos y 60 sujetos, respectivamente) con pérdida de cabello de diferentes etiologías fueron aleatorizados a recibir tratamiento activo con el suplemento respectivo o placebo durante una primera fase cegada del estudio, que duró 6 meses. A continuación, durante una segunda fase abierta, los participantes que habían estado tomando el suplemento en la fase ciega continuaron con este tratamiento durante 6 meses más, y los participantes que habían estado en el grupo placebo durante la fase cegada pasaron a tomar el suplemento durante 12 meses más. Todos los participantes recibieron, por lo tanto, tratamiento activo durante 12 meses. Las evaluaciones objetivas a nivel capilar que se realizaron a finalizar la fase ciega del estudio mostraron, en ambos estudios, un efecto positivo significativo del tratamiento activo sobre el crecimiento del cabello. Posteriormente, tras la fase abierta del estudio, la ingesta de la preparación activa durante 6 meses, reportó una mejora adicional subjetiva en el crecimiento del cabello. La exposición de los pacientes previamente tratados con placebo a la preparación activa durante 12 meses obtuvo resultados similares. La tolerabilidad fue buena y no se reportaron efectos secundarios. En ambos casos se concluye que los preparados dietéticos evaluados pueden proporcionar una alternativa a la farmacoterapia para el tratamiento de problemas de pérdida de cabello en las personas con AAG.
Por último, comentar que también se precisa la falta de investigación al respecto en dos revisiones narrativas relativamente recients: en una revisión narrativa de 2014 sobre los tratamientos con suplementos para la AAG(7) se incluye la biotina y se destaca que hasta la fecha no se han realizado ensayos clínicos que evalúen la eficacia de la biotina en AAG, o en cualquier otro tipo de alopecia; y en otra revisión narrativa de 2013(8) encontramos que no se ha demostrado suficientemente que la suplementación adicional de biotina en pacientes con niveles normales de la sangre pueda mejorar la pérdida del cabello, a pesar de que es posible que haya un efecto sobre la estructura del cabello y de las uñas.