No hemos encontrado ensayos clínicos controlados que evalúen la eficacia de los venotónicos aplicados localmente (a través de la piel) en pacientes diagnosticados de insuficiencia venosa crónica (IVC). Tampoco hemos identificado recomendaciones sobre el empleo de venotónicos localmente, ni en sumarios de evidencia, ni en guías de práctica clínica.
Ninguna de las dos revisiones sistemáticas localizadas, sobre el uso de flebotónicos en pacientes diagnosticados de IVC, una de 2005(1) y otra, centrada en los rutósidos, publicada en 2015(2), incluyeron estudios realizados para evaluar la eficacia del empleo de los venotónicos aplicados tópicamente.
- La revisión de la Cochrane(1) mostró que los flebotónicos mostraron cierto beneficio global en la reducción del edema (riesgo relativo: 0,72; intervalo de confianza del 95%: 0,65 a 0,81). El beneficio para los demás signos y síntomas de IVC debe evaluarse según el grupo de flebotónico. Los autores concluyeron que no había pruebas suficientes para apoyar, en forma global, la eficacia de los flebotónicos por vía oral para la insuficiencia venosa crónica. Se sugirió que los flebotónicos tienen cierta eficacia sobre el edema, pero su relevancia clínica es incierta. Debido a las limitaciones de la evidencia actual, será necesario realizar más ensayos clínicos controlados y aleatorios que tengan mayor consideración a la calidad metodológica. Otra revisión sistemática de la Biblioteca Cochrane, en pacientes con úlcera varicosa(3), si que mostró un beneficio de los flavonoides por vía oral comparado con placebo (NNT de 7 con IC al 95% de 4 a 35), para obtener la curación de las úlceras en un paciente); aunque este resultado debe interpretarse con cautela, debido a problemas metodológicos de los ensayos incluidos.
- La otra revisión sistemática analizó la eficacia por vía oral de los rutósidos, un subgrupo de flavonoides(2). La comparación con placebo mostró una ligera mejoría del tratamiento activo en algunos de los síntomas, como dolor, pesadez de piernas y calambres; aunque los autores cuestionan la solidez de las conclusiones dada la baja calidad metodológica de los ensayos clínicos.
En dos guías de práctica clínica (4,5) en las que se establecen recomendaciones sobre la posibilidad de utilizar venotónicos por vía oral, no hacen ninguna mención al empleo de venotónicos aplicados localmente. En ambas se citan como una opción del tratamiento, con bajo nivel de evidencia, que podría mejorar ligeramente y a corto plazo el dolor y el edema.