La administración de sacarosa (sucrosa) es la intervención no farmacológica frente al dolor más estudiada en neonatos y la medida considerada de elección en neonatos sometidos a procedimientos dolorosos en las guías de práctica clínica(1-3) y el sumario de evidencia consultados(4).
Su efectividad analgésica y su seguridad se constataba en una revisión sistemática de la Cochrane actualizada en 2013(5). En dicha revisión se incluyeron 57 ensayos clínicos aleatorios (ECA) en los que recién nacidos (RN) a término, prematuros o ambos (N = 4730 niños), con una edad postnatal máxima de 28 días, recibieron sacarosa antes de los procedimientos dolorosos. La revisión concluía que la sacarosa es segura y efectiva para reducir el dolor de procedimientos dolorosos únicos aunque la dosis óptima no pudo ser identificada debido a la inconsistencia en la dosis de sacarosa efectiva entre los estudios. Se consideraba, además, que era necesaria más investigación sobre la administración repetida de sacarosa en los RN (por ejemplo para procedimientos de mayor duración) y sobre el uso de sacarosa en combinación con otras intervenciones no farmacológicas y farmacológicas. También debería ser abordado el uso de sacarosa en RN extremadamente prematuros, en situación inestable, y ventilados (o una combinación de estos factores) y se estimaba necesaria investigación adicional para determinar la dosis mínima efectiva de sacarosa durante un solo procedimiento doloroso y el efecto de la administración repetida de sacarosa en los resultados inmediatos (intensidad del dolor) y a largo plazo (desarrollo neurológico).
En cuanto al papel específico de la glucosa en la analgesia del RN, los documentos revisados(1-4) lo consideran una medida alternativa al uso de sacarosa, también segura y efectiva para el alivio del dolor en procedimientos invasivos menores(6). Los resultados de tres ECA(7-9) que comparan la efectividad en el control de la respuesta al dolor de la glucosa frente a sucrosa (sacarosa) en neonatos muestran resultados contradictorios que no permiten establecer conclusiones respecto a si ambas estrategias (sucrosa o glucosa) son igualmente efectivas.
Una revisión sistemática(6), realizada con el objetivo de evaluar el efecto analgésico de soluciones de sabor dulce diferentes a sucrosa en RN, analizó los datos de 38 estudios (3785 neonatos), en 35 de los cuales se empleó glucosa como medida analgésica. En 21 de los estudios el procedimiento doloroso fue la punción del talón y en 11 de los estudios una punción venosa. El análisis de los resultados mostró una reducción de 3,6 puntos en la puntuación de la escala "Premature Infant Pain Profile" durante la punción del talón en los estudios en los que se comparó la glucosa al 20%-30% frente a la no intervención (2 ensayos, 124 neonatos, diferencia de medias: -3,6; intervalo de confianza [IC] del 95%: -4,6 a -2,6; p< 0,001). También se observó una significante reducción en la incidencia de llanto después de la venopunción en los niños que recibieron glucosa 25%-30% versus agua o no intervención (3 estudios, 130 niños; diferencia de riesgo: -0,18; IC 95%: -0,31 a -0,05; p=0,008; número necesario para tratar = 6; IC 95%: 3-20).
Como conclusión los autores indica que las soluciones de glucosa al 20%-30% muestran efectos analgésicos y pueden ser recomendadas como una alternativa a la sucrosa para la reducción del dolor relacionado con procedimientos invasivos en neonatos sanos a término o pretérmino.
En un ECA de 2007(7) que comparó el efecto analgésico de la sacarosa oral frente a la glucosa en RN pretérmino, la glucosa mostró ser tan efectiva como la sacarosa en proporcionar analgesia en prematuros sometidos a procedimientos invasivos menores (31 prematuros aleatorizados a recibir, 2 minutos antes de una punción en el talón, placebo, glucosa al 20% o sucrosa al 20%).
Sin embargo, en el resumen de otro ECA más reciente (texto completo en chino)(8) se señala que la sucrosa fue mejor que la glucosa para el alivio del dolor de RN a término y que además la sucrosa al 30% tuvo un mayor efecto en el control del incremento de la frecuencia cardiaca tras la punción del talón (en el estudio 560 RN a término fueron aleatorizados a recibir, 2 minutos antes de la punción, placebo, glucosa en concentraciones del 10%, 25% y 50%, o sucrosa en concentraciones del 12%, 24% y del 30%; 7 grupos). Se considera, no obstante que se necesitan más estudios que identifiquen la mejor concentración de sucrosa para el alivio de la respuesta al dolor.
Y también en el ECA de Işik et al(9) la sucrosa al 30% fue superior a la administración de glucosa al 10% o al 30% en 113 RN sanos a término sometidos al procedimiento de punción del talón.
Por último comentar que se ha localizado el protocolo de una revisión sistemática de la Cochrane(10) que se plantea como objetivo primario valorar la efectividad de la glucosa en los neonatos a término o prematuros sometidos a procedimientos invasivos menores, incluyendo punción del talón, venopunción, punción arterial, colocación de vía central, punción lumbar, aspiración suprapúbica, inmunización intramuscular o subcutánea, u otras inyecciones. En el protocolo se alude a que aunque la solución de sacarosa es el agente más ampliamente estudiado y más frecuentemente recomendado, no está disponible comercialmente en todos los países y debe ser proporcionada por los servicios de farmacia. Además, tiene una vida útil corta, debido al riesgo de crecimiento bacteriológico en el producto. Por su parte la glucosa puede ser más factible que la sacarosa porque es fácilmente disponible en forma comercial en el ámbito hospitalario, ya que sirve a otros usos clínicos. Además, la glucosa es un monosacárido, mientras que la sacarosa es un disacárido compuesto de glucosa y fructosa; por tanto dar glucosa en lugar de sacarosa podría ser ventajoso para los niños que son intolerantes a la fructosa.