En la Búsqueda sobre Electroestimulación (EE) para la rehabilitación del suelo pélvico en mujeres con Incontinencia Urinaria (IU) se han encontrado 4 Revisiones Sistemáticas (RS), 2 Ensayos Clínicos Aleatorios (ECA) no incuidos en las RS, y 1 Sumario de Evidencias de UptoDate (SE). En general señalan que los resultados de los estudios existentes deben ser interpretados con cautela, ya que la mayoría de las intervenciones han sido investigadas en ensayos pequeños individuales y de calidad limitada. Aunque la mayoría de los estudios que evalúan esta intervención tienen pocos eventos adversos en comparación con otros tratamientos como el quirúrgico.
El SE señala como mas adecuado un tratamiento de enfoque gradual con cambios en el estilo de vida y terapia del comportamiento seguido por tratamiento farmacológico, con inyecciones de toxina botulínica A. Las terapias de estimulación neurológica o cirugía deberían ser consideradas sólo en los pacientes que no tienen una respuesta adecuada a los tratamientos no invasivos.
Una RS(1) con 15 ECA o cuasialeatorios (1126 mujeres) comparan los conos vaginales pesados (CV) con tratamientos alternativos (Entrenamiento muscular del suelo pélvico-EMSP, o EE o ningún tratamiento en mujeres con IU de esfuerzo (IUE). Todos los ensayos eran pequeños y, en muchos, fue difícil juzgar la calidad. Las medidas de resultados difirieron entre los estudios, lo que dificultó la combinación de resultados. 4 de los estudios incluyeron mujeres con síntomas de IUE sin confirmación urodinámica y 6 se publicaron solo en forma de resumen. Los CV fueron mejores que ningún tratamiento activo (RR para el fracaso para curar la incontinencia 0,74; IC del 95%: 0,59 a 0,93). Hubo pocas pruebas de la diferencia entre los CV y el EMSP (RR 1,09; IC del 95%: 0,86 a 1,38) y la EE (RR 1; IC del 95%: 0,89 a 1,13), pero los intervalos de confianza fueron amplios. No hubo pruebas suficientes para demostrar que el tratamiento con CV además del EMSP fue diferente al tratamiento sólo con CV o sólo con EMSP. Únicamente dos estudios utilizaron la medida Calidad de vida y ninguno de ellos analizó los resultados económicos.
Se concluye que la RS aporta algunas pruebas de que los CV son mejores que ningún tratamiento activo en mujeres con IUE y pueden ser igualmente efectivos que el EMSP y la EE. Aunque esta conclusión es provisional hasta que se realicen estudios más grandes de calidad alta que utilicen medidas de resultado comparables y pertinentes. Algunas mujeres tratadas con CV, EMSP o EE abandonaron temprano el tratamiento. Por lo tanto, los CV deben ofrecerse como una opción, de manera que si las mujeres no los aceptan, deben saber que existen otros tratamientos disponibles.
Otra RS(2) sobre efectividad y coste-efectividad de los tratamientos no quirúrgicos para las mujeres con IUE identifica un total de 88 ensayos (9.721 mujeres) sobre cinco intervenciones: EMSP, biofeedback (BF), EE, entrenamiento de la vejiga (EB) y CV, en muchas variaciones y combinaciones. Los estudios incluidos fueron generalmente pequeños y tuvieron períodos de seguimiento cortos. Solo 14 estudios (16%) informaron tanto de la aleatorización como de la generación de la secuencia de asignación y la ocultación adecuadas.
Se concluye que los tratamientos no quirúrgicos para la IUE en las mujeres son eficaces y potencialmente podrían ser rentables, pero se requiere prudencia para determinar si, según costo, los beneficios valen la pena. Hay pruebas claras de que el EMSP más BF y el EMSP con sesiones extras fue efectivo. Los otros tratamientos (EMSP más BT y BF; EMSP más BF, CV y EE) son prometedores, pero no hay pruebas suficientes para recomendar su uso rutinario. No hay evidencia de que el EMSP básico es mejor que ningún tratamiento en cuanto a la curación, aunque sí mejora los síntomas en comparación con ningún tratamiento. Estas intervenciones tienen pocos eventos adversos en comparación con el tratamiento quirúrgico. El costo-efectividad de los tratamientos no quirúrgicos depende de si su eficacia a corto plazo se mantiene.
Una tercera RS(3) sobre la efectividad de los tratamientos no quirúrgicos para la IU en mujeres adultas determinan la satisfacción de las mujeres con dichos tratamientos y el éxito con respecto a las reducciones clínicamente importantes en la frecuencia de la IU según consta en los diarios miccionales y con mejoras clínicamente importantes en las escalas específicas sobre calidad de vida. Los beneficios del EMSP, el EB, y la EE son grandes, y los efectos adversos son poco frecuentes. Los beneficios de los fármacos son pequeños, aunque estos, aplicados a la IUU tienen una eficacia comparable. La evidencia sobre la seguridad de la adherencia a largo plazo de todos los tratamientos disponibles es insuficiente.
La cuarta RS(4) compara en 11 ECA o cuasialeatorios los efectos, en mujeres con IU, el EMSP combinado con otro tratamiento activo versus el mismo tratamiento activo solo. Entre los otros tratamientos activos incluye: terapias físicas (CV); terapias de comportamiento (EB); estimulación magnética o eléctrica (EE); aparatos mecánicos (pesarios); terapias con medicamentos (anticolinérgicos y duloxetina); e intervenciones quirúrgicas (cabestrillo y colposuspensión). Se incluyeron en mujeres con evidencia de IUE, IUU o IUM. Un brazo del ensayo incluyó EMSP añadido a otro tratamiento activo (494 mujeres); el otro brazo incluía el mismo tratamiento activo solo (490 mujeres). La EE se informó en dos ensayos, sin embargo, no se pudieron combinar porque no informaban de los datos pertinentes. Además, la mayoría de los ensayos no informaron sobre los resultados primarios especificados en la revisión (curación / mejoría, calidad de vida) o midieron los resultados de diferentes maneras. Las estimaciones del efecto de pequeños ensayos, solo a través de una serie de comparaciones, fueron indeterminados para los resultados clave relacionados con los síntomas y calificaron la calidad de los ensayos, utilizando el enfoque de GRADE, como bajo o muy bajo. Se concluye que la RS no halló pruebas suficientes para establecer si hubo o no efectos adicionales al agregar al EMSP otro tratamiento activo en comparación con el mismo tratamiento activo solo para IUE, IUU o IUM en las mujeres. Estos resultados deben ser interpretados con cautela, ya que la mayoría de las comparaciones fueron investigadas en ensayos pequeños individuales. Ninguno de los ensayos en esta revisión era lo suficientemente grande como para proporcionar pruebas fiables. Además, ninguno de los ensayos incluidos informó sobre los eventos adversos asociados con el régimen de EMSP, lo que hace que sea muy difícil evaluar la seguridad de la EMSP.
Dos ECAs no incluidos en las RS anteriores:
Uno de los ECA(5), compara la EE del suelo pélvico versus tratamiento con conos vaginales (CV) para el tratamiento de la IUE en 45 mujeres (24 con EE y 21 con CV). Se midieron datos clínicos como: diario miccional, prueba del protector absorbente y un cuestionario sobre la calidad de vida (I-QoL). La terapia con EE fue de dos sesiones semanales de 20 minutos durante cuatro meses consecutivos, bajo la supervisión de un fisioterapeuta. El electrodo utilizado era cilíndrico y tenía 10 cm de longitud y 3,5 cm de ancho con un anillo metálico doble; fue situado en el tercio medio de la vagina. Los parámetros eléctricos utilizados fueron: intensidad variable de 10 a 100 mA y 50 Hz de frecuencia fija, con duración de pulso de 1 ms. La terapia con CV se hizo con dos sesiones de 45 minutos por semana. El peso de los conos varió de 20 a 100 gr.
No hubo diferencia entre los resultados de la EE del suelo pélvico y los CV (p> 0,05). Después de 4 meses, hubo una mejora significativa en el índice de I-QoL de los pacientes tratados tanto con la EE (40,3 frente a 82,9) como con los CV (47,7 frente a 84,1). Hubo una disminución significativa en el peso del protector absorbente en ambos grupos, medidos antes y después del tratamiento (28,5 y 32 g frente a 2,0 y 3,0 g para el grupo de EE y de CV, respectivamente). Finalmente, hubo una disminución significativa en el número de fugas urinarias evaluadas por el diario miccional en ambos grupos (p <0,0001). El ECA concluye que, tanto la EE como los CV, fueron eficaces en el tratamiento de mujeres con IUE.
El otro ECA(6) compara la eficacia de la EE extracorpórea del suelo pélvico para el tratamiento de IUE vs EE simulada. En total, 70 mujeres IUE fueron aleatorizadas para recibir EE real (35) o EE simulada (35). El tratamiento consistió en 3 sesiones por semana durante 6 semanas. Los datos fueron recogidos antes y después del tratamiento a todas las mujeres, y fueron reevaluadas con los mismos cuestionarios a las 8 semanas del tratamiento y a los 6 meses. En el grupo con EE real se observaron mejoras significativas en cada una de las medidas de resultado primarias y secundarias a las 8 semanas. También hubo mejoras significativas en las medidas de resultado primarias y secundarias en el grupo de tratamiento real en comparación con las medidas iniciales. A las 8 semanas, hubo mejoras en los valores promedio, sin embargo, estas mejoras no fueron estadísticamente significativas en comparación con el grupo de EE simulada. En aquellas pacientes en tratamiento real que tuvo una contracción del suelo pélvico pobre en la evaluación inicial, se observó una reducción significativa (P <0,05) en comparación con el grupo de tratamiento simulado.
Se concluye que la EE no fue más efectiva que el tratamiento simulado en este grupo de pacientes. Sin embargo, en aquellas mujeres que no pudieron generar contracciones musculares del suelo pélvico adecuadas, hubo una mejora objetiva en comparación con el tratamiento simulado.
El SE de Uptodate(7) sobre tratamiento y prevención de la IU, con respecto a la EE señala que los dispositivos de estimulación eléctrica estimulan las contracciones de los músculos pélvicos y / o modulan las contracciones del detrusor. Entre las terapias de EE se incluyen: estimulación eléctrica no invasiva, la estimulación del nervio sacro (ENS) a través de electrodos implantados quirúrgicamente, la estimulación percutánea del nervio tibial periférico, y la estimulación intravesical. El sumario señala que para el tratamiento de la IU, se prefiere un enfoque gradual de: cambios en el estilo de vida y terapia del comportamiento seguido por tratamiento farmacológico, con inyecciones de toxina botulínica A. Las terapias de estimulación neurológica o cirugía deberían ser consideradas sólo en los pacientes que no tienen una respuesta adecuada a los tratamientos no invasivos.