Existen preparados en el mercado que contienen anticoagulantes y sustancias antimicrobianas como el citrato trisódico de taurolidina, y están disponibles con diversas concentraciones. A veces va acompañada de sustancias como heparina o urokinasa.
En la búsqueda se han encontrado una Revisión Sistemática (RS) en pacientes con catéteres venosos centrales (CVC) para hemodiálisis, y dos ensayos clínicos aleatorios (ECA) y un estudio de cohortes en pacientes pediátricos oncológicos, que comparan el sellado con heparina o con taurolidina. La RS concluye, que el sellado de citrato con antimicrobianos (taurolidina) es mejor que con heparina para prevenir la infección relacionada con el catéter (IRC), mientras que el citrato solo no demuestra una ventaja similar. Los sellados de Citrato de baja a moderada concentración, en lugar de alta concentración, fueron superiores a la heparina en la prevención de IRC.
Con respecto al sellado de los CVC en los niños con cáncer, los ensayos indican que la taurolidina reduce significativamente las IRC.
En cambio, también se han encontrado tres Guías de Práctica Clínica y un manual de procedimiento para el manejo de los CVC que recomiendan la heparina para sellarlos, sin hacer mención a la taurolidina.
Una RS(1), que incluye 13 Ensayos Clínicos Aleatorios (ECA) (1770 pacientes, 221,064 días-catéter), compara el sellado con citrato frente a la heparina en pacientes en hemodiálisis con catéteres venosos centrales. Los resultados primarios son: la infección relacionada con el catéter (IRC), la infección del sitio de salida, la retirada del catéter por mala circulación, y el tratamiento trombolítico.
Los análisis combinados encontraron que los sellados de citrato podrían reducir significativamente la incidencia de IRC (cociente de riesgos [RR], 0,39, IC 95%, 0,27-0,56, P< 0,001). El análisis de subgrupos mostró que los sellados de citrato que contienen antimicrobianos (citrato+gentamicina, citrato+taurolidina y citrato+azul de metileno+metilparabeno+propilparabeno) fueron superiores al sellado de heparina en la prevención de IRC (P < 0,001, P=0,003 y P =0,008, respectivamente), mientras que el citrato por sí solo no mostró una ventaja similar (p=0,2). Los sellados con bajas (1,04%-4%) a moderada (4,6%-7%) concentraciones de citrato se asociaron con una menor incidencia de IRC (P <0,001 y P=0,003, respectivamente), pero los pacientes que recibieron una alta concentración (30%-46,7%) de citrato y heparina tenían incidencias similares (P=0,3). La incidencia de episodios hemorrágicos (RR, 0,48, IC 95%, 0,30-0,76, P=0,002) fue significativamente menor en los pacientes con sellado de citrato, mientras que los dos grupos fueron similares en cuanto a la infección del sitio de salida (P=0,2), eliminación del catéter por mala circulación (P= 0,9), tratamiento trombolítico (P=0,8), trombosis del catéter (P= 0,9), media de duración del catéter (P=0,2), supervivencia del catéter libre de IRC (P=0,2) y readmisión relacionada con el catéter (P=0,5). Los autores señalan como limitación que todos los estudios incluidos en el meta-análisis se llevaron a cabo en países occidentales. La aplicabilidad de los hallazgos a otras regiones aún no se ha aclarado. La RS concluye que el sellado de citrato con antimicrobianos es mejor que el de heparina en la prevención de la infección relacionada con el catéter, mientras que el citrato solo no demuestra una ventaja similar. Los sellados de citrato de baja a moderada concentración, en lugar de alta concentración, fueron superiores a la heparina en la prevención de IRC. El sellado de citrato también podría disminuir los episodios de sangrado. No se identificó ninguna diferencia en la eficacia para prevenir la infección del sitio de salida o preservar la permeabilidad del catéter.
Tres estudios en pacientes pediátricos oncológicos:
Un estudio de cohortes prospectivo(2) de 48 meses compara a pacientes pediátricos que recibieron quimioterapia a través de un catéter venoso central (CVC) (incluye Hickman) sellado con solución salina normal estéril al 0,9% y 200 UI/ml heparina de (grupo 1) frente a los que se les había sellado el catéter con taurolidina 1,35%/citrato de sodio al 4% (TauroLock®) (grupo 2). En el grupo 1 (heparina), 90 pacientes tuvieron 98 CVC en uso durante el período de vigilancia. 14 de 30 (47%) sufrieron infección sanguínea primaria por estafilococos gram positivos (n = 4) o resistentes a la meticilina (n = 10) [densidad de incidencia (ID); 2,30 por 1.000 días de utilización del CVC-hospitalización]. En el grupo 2 (TauroLock®), 89 pacientes tuvieron 95 CVC en uso durante el período de vigilancia. 3 de 25 (12%) infecciones fueron causadas por estafilococos (ID 0,45). La diferencia en el ID de entre los dos grupos fue estadísticamente significativa (P = 0,004). Se concluye que el uso de Taurolidin/Citrato (TauroLock®) reduce significativamente el número y la incidencia de infecciones asociadas al catéter debido a aislamientos de estafilococos y resistentes a la meticilina en pacientes pediátricos de cáncer.
Un ECA (3), que compara el impacto sobre la colonización microbiana del catéter y las complicaciones infecciosas de la heparina y el citrato de taurolidina como soluciones de bloqueo del catéter venoso central (CVC) en pacientes pediátricos con neoplasias hematológicas. Se incluyeron 71 pacientes de 1,4 a 18 años, asignados al azar a dos grupos de tratamiento con heparina (N = 36) o citrato de taurolidina (N = 35). Hubo dos infecciones del torrente sanguíneo en el grupo de citrato de taurolidina frente a nueve en el grupo de heparina (0,3 vs 1,3 infecciones por cada 1.000 días con catéter, p = 0,03). Fiebre de origen desconocido y oclusión del catéter se observaron con una frecuencia similar en ambos grupos. Hubo colonización microbiana en el 25,4% de los catéteres. El tiempo de no uso del bloqueo, pero no el tipo de solución de bloqueo o el tiempo de observación, fue un predictor significativo de la colonización del catéter (p = 0,004). La colonización no se observó en los CVC con bloqueo inmediato de citrato de taurolidina. 7 pacientes del grupo de citrato de taurolidina (20%) experimentaron efectos secundarios (náuseas, vómitos, sensación anormal de sabor). Se concluyó que el uso de solución de sellado de citrato de taurolidina se asoció con una reducción significativa en la infección del torrente sanguíneo en pacientes pediátricos inmunocomprometidos. El Citrato de taurolidina puede prevenir la colonización de CVC si se utiliza desde el momento de la inserción, pero no después de un periodo de no sellado del catéter.
El segundo ECA(4) determina si los CVC tunelizados, sellados con taurolidina pueden reducir el número de infecciones relacionadas con el catéter (IRC) en pacientes oncológicos pediátricos. El estudio duró 34 meses, con 129 CVC recién colocados, en 112 pacientes que fueron asignados al azar a un grupo control (n= 65) con sellado estándar de heparina o a un grupo experimental (n= 64) con sellado de solución de taurolidina. Los grupos fueron comparables respecto a las características de los pacientes. El número total de IRC fue de 72. De ellas, 33 fueron observadas durante 39.127 CVC/día. La menor tasa de IRC (0,4 por 1.000 días/CVC) se observó en el grupo experimental en comparación con el estándar (1,4 por 1.000 días de CVC, tasas de incidencia (IRR)= 0,26, intervalo de confianza del 95 % (CI) 0,09-0,61; P = 0,001). La menor tasa de IRC (1,2 por 1.000 días-CVC) también se observó en el grupo experimental en comparación con el estándar (2,5 por 1.000 días de CVC, IRR=0,49; 95% CI 0.29-0.82; P = 0,004). El intervalo medio desde la inserción del catéter hasta la primera IRC fue significativamente menor en el grupo estándar (156 días, rango 12-602) comparado con el grupo experimental (300 días, rango 12 a 1,176, P=0,02). La eliminación prematura del CVC debido a la infección y su supervivencia global fueron similares en los dos grupos de estudio. Se concluye que el sellado de los CVC con taurolidina reduce significativamente las IRC en los niños con cáncer.
Por otra parte, tres GPC (5,6,7) para la inserción y mantenimiento de los dispositivos de acceso venoso central, incluyendo catéter Hickman, y un manual(8) sobre actualización en accesos vasculares y terapia intravenosa, con respecto al mantenimiento del catéter Hickman recomiendan sellar las luces que no se estén utilizando, con heparina diluida, sellándolas periódicamente según necesidad. Ninguno de los documentos hacen mención a la taurolidina.