No se ha encontrado estudios, ni protocolos o guías que realicen recomendaciones acerca del uso de la heparina sódica para el sellado de catéteres venosos centrales de calibres pequeños (3F,4F) en cuanto a la concentración, cantidad y frecuencia.
En base a los documentos encontrados, se puede concluir que el uso de a heparina sódica para el sellado de catéteres venosos centrales de calibres pequeños (3F,4F), no aporta ningún beneficio.
Se ha realizado una búsqueda general y se ha encontrado una Revisión Sistemática (RS) del año 2011(1), en la que se incluyen 10 ensayos clínicos aleatorizados o cuasialeatorios. El objetivo primario fue determinar la efectividad de la heparina versus placebo o ningún tratamiento en la duración de la permeabilidad del catéter intravenoso periférico en neonatos que requieren un catéter intravenoso periférico.
Cinco estudios informaron los datos sobre la duración del uso del primer catéter. Dos de estos estudios no encontraron un efecto estadísticamente significativo de la heparina; dos estudios mostraron un aumento estadísticamente significativo en la duración del uso del catéter intravenoso periférico y un estudio mostró una disminución estadísticamente significativa en la duración del uso del catéter intravenoso periférico en el grupo de heparina. Hubo marcadas diferencias entre los estudios en cuanto a la calidad metodológica, la dosis, el momento y la forma de administración de la heparina y en relación a los resultados informados. En base a estas diferencias, no se combinaron los resultados para el metanálisis. Los estudios individuales no informaron diferencias significativas entre los grupos de heparina y de placebo/ningún tratamiento en cuanto a los riesgos de infiltración, flebitis y hemorragia intracraneal.
Los autores concluyen que no hay datos suficientes con respecto al efecto de la heparina para prolongar el uso de catéteres intravenosos periféricos en neonatos y que no pueden hacerse recomendaciones sobre el uso de heparina en neonatos con catéteres intravenosos periféricos. Consideran que se requieren más estudios de investigación sobre la efectividad, la dosis óptima y la seguridad de la heparina.
Otra RS publicada por la biblioteca Cochrane que compara el uso de la heparina con el de suero salino,(2) encontró que no hubo pruebas suficientes para determinar los efectos del lavado intermitente con heparina versus solución salina normal para prevenir la obstrucción del catéter venoso central a largo plazo en lactantes y niños. Finalmente, señala que si estas pruebas estuvieran disponibles, se facilitaría el desarrollo de guías para la práctica clínica basadas en pruebas y la consistencia de la práctica.
En el Joanna Briggs Institute existe un Best Practice(3) que nos indica que los anticoagulantes, como la heparina en forma de solución para purgar, pueden desempeñar un papel clave en la prevención de las infecciones del torrente sanguíneo asociadas al catéter porque los trombos y los depósitos de fibrina en los catéteres pueden ser un nido de colonización de microbios de los catéteres intravasculares. Los catéteres se purgan para detener la trombosis más que la infección, pero se ha demostrado que la heparina y la solución salina son igualmente efectivas para mantener la permeabilidad del catéter y reducir la flebitis. Este documento no hace referencia de manera específica a población pediátrica.