La mayoría de guías de práctica consultadas recomiendan la administración inicial por vía intramuscular de adrenalina, en un paciente atendido por una reacción anafiláctica.
El sumario de Uptodate(1) y varias guías de práctia clínica consultadas(2-6) coinciden en mostrar una preferencia por la vía intramuscular para la administración inicial de adrenalina, como terapia de una reacción anafiláctica. Recomiendan la administración intramuscular en la cara anterolateral del muslo, siendo esta localización preferible a la administración subcutánea, o intramuscular, en el deltoides.
La preferencia de la vía intramuscular en adultos la basan en un ensayo clínico controlado randomizado, realizado en 13 hombres voluntarios sanos (de edades comprendidas entre 18 a 35 años) en los que se comparó la absorción plasmática de adrenalina tras diferentas vías de administración(7). Comparado con la administración subcutánea o intramuscular en el deltoides, las concentraciones plasmáticas de adrenalina fueron más elevadas y alcanzadas de manera más rápida, de forma estadísticamenrte significativa, cuando la inyeccion fue realizada por vía intramuscular en la cara anterolateral del muslo.
Tan solo el sumario de Dynamed(8) y una guía de práctica clínica publicada en el año 2010(9) ofrecen ambas vías (intramuscular y subcutánea) como alternativas posibles de administración. Aunque revisan la información del ensayo mencionado(7) señalan que no se ha demostrado en un contexto clínico de anafilaxia; que no se comparó la administración intramuscular en el muslo frente a la subcutánea en la misma localización y que no se ha contrastado la generalización de los resultados con posteriores estudios. Así mismo la guía(9) comenta que, en determinadas situaciones, puede ser más accesible y/o más rápida para su administración la vía subcutánea.