No se han encontrado evidencias científicas (artículo originales, o Guías de Práctica Clínica -GPC-) que valoren si se puede canalizar una vía periférica en una extremidad afectada por hemiparesia.
Según diversas GPC(1,2) para el manejo y cuidados de los catéteres, con respecto a la selección del sitio de inserción del catéter periférico, se señala que la elección del sitio de inserción del catéter podrá verse condicionada por: la causa que origine la hemiparesia, por la duración de la terapia, por las complicaciones potenciales asociadas (flebitis, infección), por la preferencia del paciente, etc.
Por otra parte, una de las GPC(1) recomienda retirar los catéteres venosos periféricos si el paciente desarrolla síntomas de flebitis (calidez, sensibilidad, eritema o cordón venoso palpable), infección o mal funcionamiento (Categoría IB).(*) Aunque también recomiendan que se evalúe el sitio de inserción del catéter diariamente y de forma objetiva, mediante palpación a través del apósito para discernir sensibilidad, y mediante inspección ocular, si se ha usado un apósito transparente (Categoría II).(*) También habría que tener en cuenta la necesidad o no de movilización pasiva del miembro afectado (indicación de rehabilitación, por ejemplo).
Según esto y dado que hablamos de pacientes con hemiparesia izquierda y por tanto sin sensibilidad subjetiva a casi todos los síntomas referidos de alarma de flebitis, sería preferible utilizar las extremidades no afectadas por la hemiparesia.
(*) Ver clasificación de los Niveles de Evidencias y Grados de Recomendación en la GPC