Una Revisión Sistemática (RS)(1) evalúa el efecto del masaje perineal (MP) antenatal (últimas cuatro semanas del embarazo) en la incidencia de trauma perineal (TP) durante el parto y subsiguiente morbilidad. La RS incluye 4 ensayos clínicos aleatorizados (ECA) (2497 mujeres). El MP estuvo asociado con una reducción global en la incidencia de TP que requiriera sutura. En las mujeres que practicaron el MP fue menor la incidencia de episiotomía. Estos hallazgos fueron significativos en mujeres primíparas. No hubo diferencias en la incidencia entre desgarro perineal de primer/segundo grado o tercer/cuarto grado de TP. Entre mujeres que anteriormente habían tenido parto vaginal hubo una reducción estadísticamente significativa del dolor en los tres meses postparto, no se observó diferencias significativas en la incidencia de partos instrumentales, satisfacción sexual, o incontinencia de orina, heces o flato en ninguna mujer que hubiera practicado MP comparado con quien no lo había practicado.
La RS concluye en que el MP antenatal reduce la probabilidad de TP (principalmente episiotomía) y el dolor perineal es generalmente bien soportado por las mujeres. Por tanto, las mujeres tendrían que ser conscientes del beneficio probable del MP y ser informadas sobre como hacer dicho masaje.
Un Ensayo Clínico Aleatorizado (ECA)(2) posterior evalúa la efectividad del MP antenatal para incrementar la probabilidad de llegar al parto con el periné intacto. Aunque una revisión crítica de este estudio(3) indica que hay una falta de aleatorización en el estudio, lo que le convierte en cuasi experimental, por lo tanto disminuirá la fuerza de las recomendaciones del mismo. Los resultados informan de que el índice de episiotomía, desgarros espontáneos e índice de perinés intactos fueron similares en los grupos de intervención y en el de control. Las mujeres en el grupo de MP tuvieron índices ligeramente más bajos de desgarros de primer grado (73.3% νs. 78.9%, P = 0.39) e índice ligeramente más altos de desgarros de segundo grado (26.7% νs. 19.3%, P = 0.39), a pesar de que ambos resultados no lograron una importancia estadística. Los índices de desgarros perineales anteriores eran significativamente más altos en el grupo de MP (9.5% vs. 3%, P = 0.05), mientras que los índices de desgarros laterales internos eran ligeramente más bajos pero sin importancia estadística (11.5% νs.13.1%, P = 0.44). Las conclusiones del ECA fuero: la práctica de antenatal de MP no mostró una protección ni un detrimento significativo en la ocurrencia de TP.
Una revisión narrativa(4) del mismo año sobre la evidencia del efecto beneficioso del MP en el TP concluye: el MP en las últimas semanas de gestación reduce la probabilidad de TP (principalmente episiotomia) y dolor perineal actual. Por tanto tendrían que ser informadas del beneficio probable y de cómo realizar este tipo de masaje. Recomienda hacer un estudio de cómo educar a las mujeres sobre esta necesidad y debido a la naturaleza del tema, da instrucciones que pueden ser distribuidas a mujeres embarazadas en una consulta médica o de enfermería/matrona. La explicación sobre MP tendría que ser una parte rutinaria en las clases de preparación al parto, las cuales son normalmente ofrecidas por enfermeras/matronas o fisioterapeutas. También señala que el MP durante la segunda etapa del parto no es recomendado.