Se ha encontrado una Revisión Sistemática (RS) publicada en el año 2001, 1de 23 artículos, donde se excluyeron los estudios realizados en niños por ser portadores de catéteres de pequeño calibre, (aunque también hemos encontrado otra RS sobre el uso del catéter intravenoso periférico en recién nacidos,2 indicada en las referencias). En la RS se comparan los resultados de:
- Duración del catéter: solo cinco de los estudios aportan datos a este respecto. Dos de ellos habían empleado concentraciones de heparina sódica de 100 U/ml. Uno, el de menor muestra (64 pacientes), indica que los lavados con suero salino tenían una vida media de 48,9 horas, mientras que los lavados con suero salino heparinizado duraban una media de 64,2 h. Una diferencia estadísticamente significativa (p< 0,01). El otro ( 314 pacientes) también muestra que los lavados con suero salino heparinizado duran más que los lavados solo con suero salino, resultando también una diferencia significativa (p <0,001). Los otros tres estudios con concentraciones de 10 U/ml de heparina sódica ( 307, 412 y 332 pacientes) nos indican una mayor duración del catéter en los lavados con suero salino.
- Flebitis: los resultados muestran que no existen diferencias estadísticamente significativas en cuanto al riesgo de flebitis utilizando suero salino o suero salino heparinizado con concentraciones de heparina sódica de 10 U/ml, y de 100 U/ml.
- Obstrucción o pérdida de permeabilidad del catéter: en ningún estudio de los que utilizó concentraciones de 10 U/ml de heparina sódica se observó que disminuyera la tasa de obstrucción de catéteres. En uno de los estudios incluso encontramos una mayor incidencia de obstrucción en los catéteres lavados con heparina, aunque no estadísticamente significativa. Únicamente en dos estudios, donde se habían empleado concentraciones de heparina sódica de 100 U/ml, se encontró que el empleo de ésta era más eficaz en la disminución de la tasa de obstrucción. En el análisis del RR común de estos dos estudios, se comprueba que al no emplear heparina sódica el riesgo de obstrucción es dos veces mayor, pero no se ha homogeneizado la muestra con respecto a la frecuencia de lavados.
En Joanna Briggs Institute existe un Best Practice que nos indica el mantenimiento de los sistemas periféricos de vías venosas. Manifiesta que evitar la tromboflebitis tiene que ser nuestro principal propósito, pues los depósitos de trombos y fibrina son factores que favorecen la colonización de microorganismos. Señala que los estudios en los que se basa proponen el suero salino, que es tan efectivo como la heparina para mantener el catéter y reducir la incidencia de flebitis.