Se ha identificado un único estudio comparativo que sugiere que la mecha de hidrofibra con plata podría dar lugar a una reducción más rápida del tamaño de la cavidad y a una disminución del dolor. En general, los documentos consultados no hacen recomendaciones concretas sobre el tipo de material a utilizar para el relleno de un absceso cutáneo.
El Sumario de Evidencia (SE) de UpToDate que aborda la técnica para drenar un absceso cutáneo(1), recoge que después de la limpieza de la cavidad, esta debería rellenarse con gasas estériles, gasas con yodo o tiras de relleno de hidrofibra que contengan plata. Añade que se debería dejar una cola de aproximadamente 1 cm de apósito a modo de mecha para facilitar el drenaje y la posterior extracción del material de apósito. La herida se deja abierta y se coloca un apósito absorbente sobre ella.
Este SE recoge los resultados de un ensayo clínico aleatorizado no ciego(2) que comparó el uso de hidrofibras con plata (grupo A intervención) frente a gasas con yodo (grupo B control), para rellenar la cavidad del absceso, después del drenaje y la limpieza del mismo. Se incluyeron 92 adultos a los que se les había drenado un absceso en un Servicio de Urgencias y se les asignó aleatoriamente a un grupo o a otro (49 pertenecían al grupo de A y 43 al B, respectivamente.) Se realizó un seguimiento de los pacientes entre las 48 y las 72 horas y de 10 a 14 días después de la visita inicial. Los resultados primarios fueron la proporción de pacientes con una reducción mayor del 30% en el área de superficie de la cavidad o celulitis en el primer seguimiento. El análisis de regresión logística mostró que la intervención A se asoció de forma independiente con una reducción de más del 30% de la superficie de la cavidad (P = 0,002). También hubo una disminución significativa de la intensidad del dolor percibido por los pacientes del grupo de A, medido con la Escala de Dolor Facial, entre la visita inicial y el primer seguimiento. Los autores concluyen que el uso de la hidrofibra con plata se asoció con una disminución del dolor entre las 48 y 72 horas y una reducción más rápida del tamaño de la cavidad.
La búsqueda en las bases de datos habituales no ha localizado otros ensayos clínicos que realicen una evaluación comparativa similar en pacientes con abscesos cutáneos.
Por su parte, el SE de Dynamed(3) sobre manejo de los abscesos de piel, indica que una vez finalizado el drenaje y la limpieza, la cavidad se puede rellenar con material de relleno para promover la cicatrización por segunda intención y la hemostasia, absorber el exudado, prevenir la infección y el cierre prematuro. El relleno debería ser suficiente pero no excesivo, ya que puede inhibir el drenaje o causar isquemia del tejido. Sin embargo, no hace recomendaciones sobre qué material de relleno utilizar.
Tampoco hacen recomendaciones específicas sobre el tipo de material a utilizar en tres protocolos de nuestro medio que revisan el manejo de un absceso cutáneo:
- Un protocolo de cirugía menor en Atención Primaria(4) recomienda que se coloque el drenaje según el tamaño de la cavidad del absceso, señalando que este puede ser gasa orillada semi empapada con povidona yodada, gasa para absorción, u otro tipo de drenajes.
- Otro manual práctico de cirugía menor(5) señala que a los abscesos (tras su desbridamiento) y a las heridas con alto riesgo de infección o sangrado, se les coloque un drenaje, para evitar la aparición de abscesos, seromas y hematomas. Entre los tipos de drenaje incluye las tiras de gasas que drenan por capilaridad, un tubo de látex, caucho o silicona (tubo de Penrose), o bien los denominados tejadillos, que son láminas de látex onduladas.
- El tercer protocolo identificado sobre cirugía menor(6) indica que el tratamiento de los abscesos consiste en la incisión y el drenaje:
- En pequeños abscesos: tira de gasa de 1-2 cm de ancho impregnada con povidona yodada.
- En abscesos mayores: tubo de Penrose, tejadillo, dedo de guante.