Los documentos consultados sugieren que, aunque los antibióticos orales podrían tener un efecto positivo en el manejo de los abscesos de piel no complicados en personas sanas, no hay pruebas claras que respalden su uso y se debería considerar el riesgo de resistencia asociado al uso excesivo de antibióticos.
El Sumario de evidencia (SE)(1) de UpToDate sobre tratamiento de abscesos cutáneos sugiere el tratamiento con antibióticos para todos los pacientes tras la incisión y drenaje del absceso. Sin embargo, indica que muchos abscesos se tratan con éxito solo con la incisión y el drenaje y la opinión de los expertos no es unánime. Según los autores de este SE no es necesaria la terapia con antibióticos si la persona está sana y cumple con todos los siguientes criterios:
- Absceso único.
- Tamaño del absceso <2 cm de diámetro.
- Celulitis circundante nula o mínima.
- Sin signos sistémicos de toxicidad (fiebre >38 °C, hipotensión o taquicardia sostenida).
- Sin inmunosupresión u otras comorbilidades.
- Sin fracaso clínico previo con incisión y drenaje solos.
- Ningún dispositivo médico permanente (como prótesis articular, injerto vascular o marcapasos).
- in factores de riesgo de endocarditis.
- No exponerse a situaciones que podrían aumentar la transmisión a otros (p. ej., deportes de contacto, cuarteles militares).
Estas consideraciones están basadas en tres ensayos clínicos aleatorizados (ECA)(2-4):
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En el primer ECA(2), doble ciego con 166 participantes, se comparó la administración de placebo con 500 mg de cefalexina por vía oral, en cuatro dosis durante 7 días, después de la incisión y el drenaje de los abscesos de piel y los tejidos blandos. El resultado primario fue la curación clínica o el fracaso 7 días después de la incisión y el drenaje. El 87,8% de los cultivos obtenidos fueron de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA, por sus siglas en Inglés). Las tasas de curación clínica fue del 90,5 % (intervalo de confianza [IC] del 95 %, 0,82 a 0,96) en los 84 receptores de placebo y del 84,1 % (IC 95 %, 0,74 a 0,91) en los 82 receptores de cefalexina (diferencia en las dos proporciones, 0,0006; IC95 % -0,0461 a 0,0472; P = 0,25). Los autores consideran que los antibióticos pueden ser innecesarios después del drenaje quirúrgico de abscesos de piel y tejidos blandos sin complicaciones causados por cepas comunitarias de MRSA.
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El segundo ECA(3), doble ciego, fué realizado con 149 niños que recibieron durante 10 días placebo o trimetoprim-sulfametoxazol (TMP-SMX), después de la incisión y el drenaje de un absceso. El resultado primario fue el fracaso del tratamiento a los 10 días de seguimiento. El resultado secundario fue el desarrollo de nuevas lesiones en los seguimientos a los 10 y 90 días. Las tasas de fracaso fueron del 5,3 % (n = 4/76) y del 4,1 % (n = 3/73) en los grupos control (GC) e intervención (GI) respectivamente, lo que arroja una diferencia del 1,2 %, IC 95 % unilateral (-infinito a 6,8%). La no inferioridad se estableció con un umbral de equivalencia del 7%. Se produjeron nuevas lesiones a los 10 días de seguimiento: 19 en GC (26,4 %) y 9 en GI (12,9 %), lo que arroja una diferencia del 13,5 %, con un IC 95 % (-infinito al 24,3 %). A los 3 meses de seguimiento, 15 de 52 (28,8 %) en el GC y 13 de 46 (28,3 %) en el GI desarrollaron nuevas lesiones. La diferencia fue del 0,5 %, con un IC 95 % (-infinito al 15,6 %). En base a estos resultados los autores concluyen que no se requieren antibióticos para la resolución de abscesos cutáneos pediátricos. Los antibióticos pueden ayudar a prevenir nuevas lesiones a corto plazo, pero se requieren más estudios.
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El tercer ECA(4) multicéntrico, doble ciego, aleatorizó a 190 adultos para recibir TMP-SMX oral (GI) o placebo (GC) después de la incisión y el drenaje de un absceso sin complicaciones. Se evaluó el fracaso del tratamiento a los 7 días y el desarrollo de nuevas lesiones a los 30 días. El fracaso del tratamiento en el GI fue de 15/88 (17%) versus 27/102 (26%) en el GC, diferencia 9 %, IC 95 %: -2 % a 21 %; p=0,12. En el seguimiento de 30 días (exitoso en el 69 % de los casos), se observaron menos lesiones nuevas en el GI (4/46; 9 %) versus GC (14/50; 28 %), diferencia 19 %, IC 95 % 4% a 34%, p = 0,02. Los autores también concluyen que después de la incisión y drenaje de abscesos no complicados en adultos, el tratamiento con TMP-SMX no reduce el fracaso del tratamiento pero puede disminuir la formación de lesiones posteriores.
El SE sobre abscesos cutáneos de Dynamed(5) indica que la incisión y el drenaje son la terapia primaria (Recomendación fuerte*) y debería incluir la evacuación completa de todo el material purulento. Los antibióticos sistémicos activos contra MRSA se recomiendan en determinados casos (Recomendación fuerte*): signos del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, en pacientes con múltiples lesiones, signos de enfermedad sistémica, falta de respuesta a la incisión y drenaje solos, pacientes con comorbilidades, inmunosupresión o en edades extremas
Una revisión sistemática (RS)(6) con metaanálisis de 4 ECAs (uno de ellos mencionado anteriormente)(4), con 2.406 participantes en total, comparó el tratamiento antibiótico con TMP-SMX o clindamicina (GI), frente a placebo (GC), tras la incisión y el drenaje de un absceso. Los resultados encontraron 89 fracasos (7,7%) en el GI y 150 (16,1 %) en el GC. La diferencia de riesgo (RA) fue 7,4 % (IC 95 %: 2,8 % a 12,1 %), con un odds ratio (OR) de 2,32 (IC 95 %: 1,75; 3,08) a favor del GI para la curación clínica. Hubo menor incidencia de nuevas lesiones en el GI (RA -10,0 %, IC 95%: -12,8 % a -7,2 %; razón de probabilidad 0,32, IC 95 %: 0,23 a 0,44), con un riesgo mínimamente mayor de lesiones menores. Los eventos adversos, sin embargo, fueron maypres en el GI (RA=4,4%, IC95%: 1,0% a 7,8%); razón de probabilidad 1,29, IC95%: 1,06 a 1,58). Los autores indican que aunque la terapia complementaria con TMP-SMX o clindamicina aumentó la curación y redujo el riesgo de nuevas infecciones, también aumentó el riesgo de eventos adversos.
Otra RS con metaanálisis(7), de catorce ECA, no incluidos en la anterior RS, y con 4.198 participantes, encuentra que los antibióticos probablemente reducen el riesgo de fracaso del tratamiento (OR 0,58; IC del 95% 0,37 a 0,90; calidad baja), recurrencia dentro de 1 mes (OR 0,48; IC del 95% 0,30 a 0,77; calidad moderada), hospitalización (OR 0,55; IC 95 %: 0,32 a 0,94; calidad moderada) y recurrencia tardía (OR 0,64; IC 95 %: 0,48 a 0,85; calidad moderada). Sin embargo, en relación con la ausencia de uso, los antibióticos probablemente aumentan el riesgo de efectos secundarios gastrointestinales (TMP-SMX: OR 1,28; IC del 95 %: 1,04 a 1,58; calidad moderada; clindamicina: OR 2,29,;IC del 95 %: 1,35 a 3,88 ; alta calidad) y diarrea (clindamicina: OR 2,71; IC del 95%: 1,50 a 4,89; alta calidad). Las cefalosporinas no redujeron el riesgo de fracaso del tratamiento en comparación con el placebo (calidad moderada). Se concluye que en personas con abscesos cutáneos no complicados, la evidencia de calidad moderada a alta sugiere que TMP-SMX o clindamicina confieren un beneficio modesto para varios resultados importantes, pero dado el riesgo de efectos adversos la decisión de usar o no antibióticos debe tener en cuenta los patrones de resistencia locales de MRSA,
Otras tres RS de anterior publicación(8-10) concluyen igualmente que, aunque los antibióticos podrían tener un efecto positivo en el manejo de los abscesos de piel no complicados, no hay pruebas claras que respalden su uso y es importante considerar el riesgo de resistencia asociado con el uso excesivo de antibióticos y se recomienda abordar cada caso individualmente.
Por último, ya en nuestro contexto sanitario, comentar que la guia terapeutica de Aljarafe(11) no recomienda el uso de antibióticos en el manejo de los abscesos de piel no complicados
*Ver niveles de recomendación en el original en el original.