Tras la revisión realizada se concluye que, en el momento actual, no se recomienda la determinación de los niveles séricos de vitamina D (vitD) en el contexto del control rutinario a realizar en una mujer gestante.
En muchos de los documentos consultados (guías de práctica clínica [GPC], documentos de consenso y sumarios de evidencia sobre el manejo del embarazo normal) no se menciona la medición de la vitD entre las determinaciones rutinarias a realizar en una mujer gestante y en los que se hace referencia a esta valoración se indica que no estaría indicada de forma rutinaria. Destacamos:
Un documento de consenso del American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) sobre el cribado y la suplementación de vitD durante el embarazo(1), publicado en 2011 y reafirmado en 2017, planteaba que no había evidencia suficiente para respaldar la recomendación de realizar pruebas de detección de deficiencia de vitamina D en todas las mujeres embarazadas.
En otro documento de consenso, en este caso de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia y sobre el control prenatal del embarazo normal(2), se establecía igualmente que “no hay datos suficientes para recomendar un cribado rutinario de vitamina D a todas las embarazadas”. Añade el documento que “En aquellas gestantes con mayor riesgo de hipovitaminosis D como las obesas, las que tengan factores de riesgo de preeclampsia, poca exposición al sol o las que han sido sometidas a cirugías gastrointestinales que limiten la absorción, debería realizarse esta determinación al inicio de la gestación”.
De publicación más reciente se identifican otras dos GPC(3,4) y un informe de posicionamiento(5) en los que no se recomienda realizar la determinación de los niveles de vitD durante el embarazo como parte del examen de rutina de la mujer gestante.
En tres boletines de información farmacoterapéutica(6-8), realizados en nuestro contexto sanitario, se plantea realizar la determinación de los niveles de calcidiol (25(OH)-D) durante el embarazo únicamente si existen factores de riesgo adicionales de deficiencia de vitD.
En el más reciente de ellos(6) se indica concretamente que “ante la incertidumbre existente, no se recomienda el cribado y suplementación rutinaria de vitamina D en embarazadas, salvo casos donde existan factores de riesgo adicionales”.
Por último, el informe sobre el cribado y suplementación de vitD publicado por la iniciativa MAPAC (Mejora de la adecuación de la práctica asistencial y clínica)(9) destaca de forma similar que “El cribado rutinario de vitamina D en todas las mujeres embarazadas no parece estar justificado. El cribado de vitamina D podría estar justificado en aquellas mujeres embarazadas que presenten factores de riesgo adicionales de deficiencia de vitamina D”.