La mayoría de las guías de práctica clínica (GPC) revisadas no mencionan el uso de probióticos entre las medidas terapéuticas a utilizar para el manejo clínico de niños con dermatitis atópica (DA).
En dos GPC(1,2), dos sumarios de evidencia(3,4) y una revisión panorámica(5) que hacen referencia a este tratamiento se concluye, en base a la limitada e inconsistente evidencia publicada, que no se puede recomendar la utilización de probióticos para el tratamiento de los síntomas de la DA en niños. Podría tener algún papel en la prevención de la enfermedad en poblaciones de riesgo(6-8).
En la actualización de 2014 de la GPC de la “American Academy of Dermatology” sobre el manejo de la DA(1), tras revisar la evidencia publicada se establece que el uso de probióticos/prebióticos para el tratamiento de pacientes con DA establecida no puede recomendarse debido a la inconsistente evidencia al respecto (recomendación contra el uso rutinario de probióticos/prebióticos para el tratamiento de la DA establecida, con una fuerza de la recomendación B y un nivel de evidencia II)*.
En otra GPC canadiense, publicada en 2012 pero reafirmada en 2015(2), se comenta que en base a la evidencia actual el uso de probióticos no puede ser recomendado para el tratamiento (o prevención) de las enfermedades atópicas.
El sumario de evidencia de Uptodate sobre el tratamiento de la DA(3) resume que la terapia probiótica con Lactobacillus y otros organismos ha sido estudiada para el tratamiento de la DA en lactantes y niños, pero parece ser de beneficio limitado: en los estudios realizados los probióticos no fueron más eficaces que el placebo en la reducción de los síntomas del eczema y el trastorno del sueño; además, el uso de probióticos no redujo la necesidad de otros tratamientos como los corticosteroides tópicos. No obstante, también se señala que un meta-análisis publicado en 2014(9) (que incluyó 25 ensayos clínicos con 1599 participantes, adultos y niños), encontró que los probióticos se asociaron con una modesta reducción, clínicamente insignificante, de la puntuación compuesta de gravedad (SCORAD) respecto a la puntuación SCORAD basal (media global [adultos y niños] -4,5; intervalo de confianza [IC] 95% -6,8 a -2,2. En niños de 1 a 18 años de edad la media fue de -5,74; IC 95% -7,27 a -4,20).
El sumario de evidencia de Dynamed(4) plantea la respecto que la evidencia de la eficacia de probióticos para niños con eczema atópico es limitada e inconsistente (nivel 2 de evidencia [nivel medio]).
Una revisión de las revisiones sistemáticas publicadas en 2014(5), orientada a documentar las nuevas evidencias en relación al tratamiento y prevención de la DA, en cuanto al papel de los probióticos como tratamiento comenta que un meta-análisis(9) encontró que los probióticos podrían ser una opción para el tratamiento de la DA, especialmente para la forma moderada a grave. Sin embargo, se considera que estos resultados son difíciles de interpretar debido a la heterogeneidad significativa de los estudios incluidos y la fuerte posibilidad de sesgo de publicación; además, revisiones sistemáticas previas de probióticos para el tratamiento de la DA concluyen de manera consistente la falta de efecto del tratamiento en los niños. El documento establece, en consecuencia, que no hay evidencia suficiente que permita apoyar el uso de probióticos para el tratamiento de la DA.
En cuanto a la prevención de la DA destacamos que:
Una GPC de la “World Gastroenterology Organisation” publicada en 2017(6) revisa el uso de probióticos y prebióticos en diversas patologías (en población adulta y pediátrica). Se hace referencia a que, en niños, los probióticos podrían tener una indicación en la prevención del eczema, sin que haya una indicación clara sobre qué probiótico/os utilizar. Como comentario se añade que la “World Allergy Organization” sugiere el uso de probióticos en poblaciones de alto riesgo para reducir el riesgo de eczema atópico(7). No incluye referencias al papel terapéutico de los probióticos en DA establecida.
En un documento de consenso de 2015 que aborda el manejo de la DA pediátrica(8) también se indica que existe alguna evidencia de que los probióticos son seguros y moderadamente efectivos para prevenir el inicio de la DA en niños, con un riesgo disminuido de aproximadamente el 20% en 3 años. Agrega, sin embargo, que siguen existiendo incertidumbres sobre la forma ideal de administrar los probióticos (en madres antes del nacimiento, en los niños después del parto o en ambas situaciones), por cuánto tiempo, y qué cepas concretas se deberían usar. Tampoco se alude a un posible efecto beneficioso de los probióticos en niños con diagnóstico de DA.