Los documentos sobre el manejo de la plagiocefalia que han sido revisados (incluyendo guías de práctica clínica(1-4), sumarios de evidencia(5,6) y una reciente revisión sistemática(7)) no hacen mención a la actitud a adoptar en cuanto a la suplementación del lactante con vitamina D.
La búsqueda en las bases de datos Pubmed, Embase y PeDRO tampoco identifica estudios que hagan referencia al papel que podría tener en la evolución de la plagiocefalia postural en lactantes la suspensión o el mantenimiento de la profilaxis con vitamin D.
En relación a este tema encontramos un estudio de casos-control(8) que se plantea como objetivo investigar la influencia del cumplimiento de las recomendaciones sobre la ingesta de suplementos de vitamina D durante el embarazo (madre) y en los primeros meses de vida (niño) sobre la aparición de deformación posicional del cráneo del niño a la edad de 2 a 4 meses. En el estudio se evaluaron 275 niños de 2 a 4 meses de edad con deformación posicional del cráneo comparándolos con 548 controles emparejados. Se utilizó un cuestionario para recopilar información sobre diferentes aspectos, entre ellos la ingesta de vitamina D (alimentos, tiempo al aire libre y suplementos). En un análisis de regresión logística de variables múltiples, la ingesta materna insuficiente de suplementos de vitamina D durante el último trimestre del embarazo y la de los niños durante la primera infancia se asociaron de forma independiente con un mayor riesgo de deformación craneal (odds ratio ajustada [ORa] 1,86 [intervalo de confianza, IC, 95% = 1,27-2,70] y ORa 7,15 [ IC 95% = 3,77-13,54], respectivamente). Los autores concluyen que estos datos sugieren que la no adherencia a las recomendaciones para el uso de suplementos de vitamina D por parte de mujeres embarazadas y bebés se asocia con un mayor riesgo de deformación posicional del cráneo en bebés de 2 a 4 meses de edad y denotan la importancia de promocionar la ingesta adecuada de vitamina D durante el embarazo y la infancia.