Conforme a la documentación revisada la punción lumbar no estaría contraindicada en el paciente en tratamiento con ginkgo biloba, aunque por el perfil antiagregante del compuesto, sería prudente adoptar precauciones adicionales en caso de pacientes que toman de forma concomitante ginkgo biloba con otros fármacos o presentan patologías que alteran la coagulación o función plaquetaria.
Según el sumario de evidencia (SE) de UpToDate(1), aunque no existen contraindicaciones absolutas para la realización de la punción lumbar, esta debería realizarse con precaución, entre otros, en pacientes con trombopenia, diátesis hemorrágica o en tratamiento anticoagulante.
La ficha técnica(2) de uno de los fármacos que contienen ginkgo biloba indica que los componentes de la hoja de ginkgo presentan actividad vasorreguladora y antiagregante plaquetaria y el fármaco puede potenciar el efecto de los antiagregantes plaquetarios.
Otro SE de UpTodate(3) sobre el ginkgo biloba explica que se han comunicado varios casos de sangrado en relación con la toma de ginkgo biloba y el riesgo de sangrado espontáneo podría aumentar cuando se toma conjuntamente con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y anticoagulantes. Indica además que también podría aumentar el riesgo de sangrado si se combina con otras plantas como ajo, jenjibre o ginseng.
La guía de práctica clínica (GPC) de 2018 sobre la anestesia regional(4) en los pacientes en tratamiento anticoagulante o antiagregante de la “American Society of Regional Anesthesia and Pain Medicine” (que explica que sus recomendaciones también podrían ser aplicables a otros procedimientos similares, como es el caso de la punción lumbar) indica que se precisan 36 horas tras la suspensión del ginkgo biloba para recuperar una hemostasia normal. Sin embargo comenta que el consumo de ginkgo, ajo o ginseng no origina un riesgo tan elevado que pueda interferir con la realización de un bloqueo neuroaxial. Por ello, (grado 1C)* hace una recomendación en contra de la interrupción obligatoria de estos hierbas medicinales o evitar técnicas anestésicas regionales en los pacientes que las toman.
Y en otra GPC(5) internacional sobre procedimientos intervencionistas de dolor y de columna(5) en la que también colabora la sociedad anterior se explica que las complicaciones derivadas de la toma del G. biloba sólo se han producido en pacientes que tenían otras comorbilidades o tomaban otros fármacos. Por ello indica que deberían realizarse pruebas de función plaquetaria (si están disponibles) en los pacientes que toman G. biloba con otros fármacos antiplaquetarios (aspirina, AINEs, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) y vayan a someterse a procedimientos de alto riesgo*.
*Consultar grado de recomendación y riesgo de los procedimientos en los documentos.