En base a la información revisada podemos resumir que parece existir evidencia de moderada calidad de que la inducción electiva del parto a las 39 semanas frente a la conducta expectante reduciría la necesidad de cesárea sin aumentar los resultados neonatales adversos.
Según el sumario de evidencia (SE) de UpToDate(1), sobre la inducción del parto con oxitocina, se considera que la inducción electiva del parto a las 39 semanas puede ser importante ante determinadas condiciones como mujeres con antecedentes de partos rápidos o las que viven lejos del hospital; además esta inducción electiva podría reducir la tasa de nacimientos de niños muertos y macrosomía así como los resultados adversos maternos y neonatales. Pero explica que este ha sido un tema controvertido debido a los costes del proceso y a la preocupación de que aumenten las posibilidades de parto por cesárea y otros resultados maternos adversos.
Sin embargo, como comenta, estas controversias se basan en los datos de estudios observacionales con grupos control poco comparables. Y muestra los resultados de un ensayo clínico aleatorizado(2) (ECA) multicéntrico (2018) realizado con nulíparas de bajo riesgo en el que se vio que la inducción electiva entre las 39+0 y 39+4 semanas (n = 3.062) frente a la conducta expectante (n= 3.044) redujo las posibilidades de parto por cesárea (18,6 vs 22,2%, riesgo relativo [RR] 0,84; intervalo de confianza [IC] 95% 0,76-0,93), los trastornos hipertensivos del embarazo (9,1 vs 14,1%, RR 0,64; IC 95% 0,56-0,74) y el soporte respiratorio neonatal (3,0 vs 4,2%, RR 0,71; IC 95% 0,55-0,93), y no hubo diferencias significativas en cuanto a muerte perinatal y complicaciones perinatales severas; la inducción electiva aumentó la media de duración de estancia en paritorio (20 vs 14 horas). Como respaldo a estos resultados comentan los de un metaanálisis(3) de 6 estudios de cohortes que incluye > 66.000 mujeres con inducción electiva a las 39 semanas y > 584.000 mujeres con manejo expectante. (Como puede verse en la bibliografía, tanto el ECA como el metaanálisis son del mismo autor de este SE).
El sumario explica que basándose en este estudio(2), el “American College of Obstetricians and Gynecologists”(4) concluye que ofrecer una inducción electiva del parto en la semana 39 a mujeres nulíparas de bajo riesgo es una opción razonable y la decisión debería ser consensuada entre el obstetra y la paciente si los medios lo permiten; y que la “Society for Maternal-Fetal Medicine”(5) concluye que es razonable ofrecer una inducción electiva a las nulíparas de bajo riesgo ≥ 39+0 siempre que cumplan los criterios de elegibilidad del estudio mencionado.
Sin embargo, el autor puntualiza que aunque la inducción electiva es una opción razonable para aquellas mujeres que quieren planificar su fecha de parto, la diferencias de resultados existentes frente a la conducta expectante son pequeñas y no garantizan una recomendación fuerte a favor de una u otra actitud.
Por su parte, el SE de Dynamed(6) sobre la inducción del parto también explica que la inducción electiva, en ausencia de indicaciones médicas, parece segura a las ≥ 39 semanas en los embarazos no complicados. Incluye entre las indicaciones inaceptables para la inducción del parto la conveniencia del médico o de la paciente (recomendación D, evidencia III según la “Society of Obstetricians and Gynaecologists of Canada”)* y entre las posibles indicaciones para una inducción electiva el riesgo o antecedente de parto rápido, la distancia al hospital y la muerte fetal en un embarazo previo (aunque no se asociaría con un beneficio médico sí que podría aliviar la ansiedad de los padres).
Este sumario encuentra, respecto a la inducción en la semana 39 en concreto, con un nivel de evidencia moderado* que:
- La inducción del parto a las 39 semanas, en nulíparas de bajo riesgo, podría reducir el riesgo de cesárea y trastornos hipertensivos del embarazo comparado con la conducta expectante; la inducción a las 39 semanas podría reducir la necesidad de soporte respiratorio en el recién nacido (basado en el mismo ECA(2), que valora “con posibles sesgos de selección”, citado por UpToDate).
- La inducción electiva del parto a las 39 semanas, comparado con la conducta expectante en nulíparas con gestaciones únicas, se asociaría con un menor riesgo de parto por cesárea pero un mayor riesgo de parto vaginal instrumentado; la inducción electiva a las 39 o 40 semanas en nulíparas o multíparas con gestaciones únicas no se asociaría con un aumento del riesgo de resultados adversos neonatales (basado en un estudio retrospectivo de cohortes(7) con 55.694 mujeres de las que en 4.002 se realizó inducción electiva).
- En mujeres ≥ 35 años con un primer embarazo la inducción del parto en la semana 39 y la conducta expectante tendrían riesgos similares de cesárea y resultados neonatales (basado en ECA(8) con 619 pacientes y con posibles sesgos de selección).
Otro metaanálisis(9) que analiza también los resultados de la inducción electiva a las 39 semanas que incluyó un total de 7.261 pacientes (procedentes de los 5 ECAs seleccionados) concluye, que la inducción electiva a las 39 semanas no se asociaría con complicaciones maternas o perinatales y encuentra igualmente (con una evidencia moderada) que podría reducir la necesidad de cesárea (RR 0,86), el riesgo de enfermedad hipertensiva del embarazo (RR 0,65) y la necesidad de soporte respiratorio neonatal (RR 0,73).
Y en 3 estudios de cohortes(10-12) de reciente publicación con grandes tamaños muestrales (uno de ellos realizado en mujeres obesas(12)) también los resultados apoyan esta menor necesidad de cesárea con la inducción electiva del parto a las 39 semanas, además de mostrar otros resultados favorables maternos y neonatales.
*Consultar niveles de evidencia y grados de recomendación en los documentos.