Una revisión sistemática de la Cochrane, actualizada en el 2006(1), fue realizada para evaluar los beneficios y los perjuicios de la inducción del trabajo de parto a término o postérmino en comparación con la espera hasta el trabajo de parto espontáneo. Se incluyeron 19 ensayos que informaron resultados para 7.984 mujeres. La conclusión de los autores es que la inducción del trabajo de parto después de las 41 semanas completas, o posteriormente, se asocia con menos muertes perinatales en comparación con esperar el trabajo de parto espontáneo, ya sea indefinidamente o al menos por una semana. Sin embargo, el riesgo absoluto es sumamente pequeño.
Otra revisión sistemática publicada en el 2009(2) incluyó 11 ensayos randomizados y 25 estudios observacionales. Como resultados ofrece que la actitud expectante, frente a la inducción del parto, se asoció a una tasa más elevada de cesárea ("Odds Ratio" de 1.22, con intervalo de confianza al 95% de 1.07 a 1.39). La conclusión de esta revisión sugiere que la inducción electiva del trabajo del parto a partir de las 41 semanas de la gestación se asocia a una disminución del riesgo de cesárea y de líquido amniótico teñido de meconio.
Una Guía de Práctica Clínica canadiense, realizada en el 2008(3), incluye entre sus recomendaciones que a las mujeres gestantes se les debe ofrecer la inducción del trabajo de parto a las 41 o a las 42 semanas,dado que la evidencia actual refleja una disminución del riesgo de la mortalidad perinatal, sin aumentar el riesgo de cesárea.(Recomendación grado I-A: evidencia obtenida al menos de un ensayo clínico randomizado de calidad. La evidencia es buena para recomendar la actuación clínica preventiva)
Los sumarios de Uptodate(4) y de Dynamed(5) , tras revisar la evidencia, concluyen que en las mujeres de 41 semanas o más de embarazo, la inducción del trabajo del parto es preferible a la actitud expectante. Sin embargo en Uptodate(4) se matiza que, sin embargo, las ventajas de la inducción del parto son modestas y que dependiendo de los valores y las preferencias de las mujeres gestantes, algunas mujeres podrían optar por ser tratadas con una actitud expectante.