No hemos encontrado ensayos clínicos en los que se evalúe la eficacia de los preparados "depot" (de acción prolongada) de antipsicóticos en pacientes diagnosticados de enfermedad de Alzheimer. Una Guía de Práctica Clínica(1) establece, en base al balance de riesgos y beneficios, una recomendación en contra del empleo de los antipsicóticos “depot” en pacientes con demencia, salvo que existiera un diagnóstico previo de una psicosis.
Los documentos más recientemente actualizados y revisados: sumarios de evidencia(2,3), guías de práctica clínica(1,4) y una revisión sistemática(5), son muy selectivos en cuanto a la indicación de tratamiento con antipsicóticos en pacientes ancianos con demencia y que muestren signos de agitación; sin que hagan referencia al empleo de preparados de acción prolongada. Coinciden en que los antipsicóticos han demostrado una eficacia modesta en tratar los síntomas de psicosis, la agresividad y la agitación en pacientes diagnosticados de demencia; que su empleo es limitado por los efectos adversos importantes que presentan y que debe ser reservado a pacientes con síntomas graves que no han respondido adecuadamente a estrategias no farmacológicas.
En cuando a los preparados antipsicóticos de acción prolongada ("depot"), una guía de práctica clínica de la Asociación Americana de Psiquiatría, actualizada en2016(1), incluye una recomendación en contra de su empleo, a menos que esté indicado al estar diagnosticado de forma previa de una psicosis; y señala que no hay estudios que evalúen su eficacia en estos pacientes. En relación a las presentaciones orales de corta duración, las presentaciones de acción prolongada pueden presentar un mayor número de efectos secundarios.
Sobre la utilización de antipsicóticos en presentación “depot” en pacientes con demencia, tan solo hemos encontrado la descripción de algunos casos clínicos aislados(6,7).