De acuerdo con la documentación revisada (1-4), el "síndrome axilar web" (SAW) es una afectación descrita hace unos 20 años, frecuente en pacientes a los que se les ha realizado un vaciamiento ganglionar de la axila y que se caracteriza por la aparición, en el período postoperatorio (en general, a partir de la primera semana y antes de la octava semana postoperatoria), de unos cordones en el tejido subcutáneo que se extienden desde la axila hasta la parte medial e interna del brazo en dirección al codo, pudiendo llegar hasta la base del pulgar. Ha sido conocido con diversos términos y no cuenta con unos criterios diagnósticos homogéneos y estandarizados. Estos cordones palpables y/o visibles, llamados «cuerdas de guitarra», similares a la consistencia de un tendón, y que serían el resultado de la trombosis de vasos linfáticos y venosos, se hacen más notables con la abducción del brazo, ya que estiran los vasos linfáticos inflamados provocando dolor en su trayecto. Se suele acompañar de limitación en el movimiento articular del hombro y/o codo y ocasionalmente de linfedema (10%). No presenta eritema, calor local ni síntomas constitucionales ni fiebre. La mayoría de los signos y síntomas del SAW desaparecen a los tres meses de la cirugía.
Una revisión sistemática publicada en 2015(3) incluyó 37 estudios y analizó los criterios diagnósticos del SAW, su frecuencia, su pronóstico y tratamiento.
- La frecuencia del SAW osciló del 0,9 al 85% en las series identificadas, comprendiendo del 5,2 al 36% tras una biopsia de ganglio centinela, del 0,9% al 25% después de disección de un ganglio axilar, y cerca del 80% tras una mastectomía.
- Los estudios que valoran la efectividad de los tratamientos en el SAW fueron ensayos clínicos pequeños con muy poco tiempo de seguimiento, estudios retrospectivos y series de casos, con un elevado grado de sesgos; sin que haya ningún estudio que permita establecer conclusiones definitivas. De las intervenciones examinadas, las terapias manuales proporcionaron un alivio de los síntomas de manera inmediata y una recuperación mas rápida. Sin embargo , no está claro si los cambios físicos asociados con los métodos manuales pueden ser perjudiciales para la normalización del sistema linfático y requiere de más investigaciones. Otras modalidades, como la terapia con láser de bajo nivel o el vendaje neuromuscular, podrían ser utilizadas por los médicos con beneficios anecdóticos, pero precisan de estudios bien diseñados. Se necesitan estudios aleatorizados o grandes estudios de cohortes longitudinales bien realizados para proporcionar datos más concluyentes, sobre las mejores opciones terapéuticas.
Posterior a la RS se ha publicado un ensayo clínico randomizado realizado en 41 pacientes diagnosticadas de cáncer de mama y que presentaron un SAW(4). Las pacientes fueron distribuidas al azar a recibir fisioterapia (3 veces a la semana durante 4 semanas. N=20) ó fisioterapia combinada con drenaje linfático manual (5 veces a la semana durante 4 semanas. N=21). En los dos grupos hubo mejoría a las 4 semanas en la escala de dolor, en el volumen del brazo, el grado de movimiento del hombro; y en el grupo combinado con drenaje linfático, se observó una mejoría del linfedema.