Hay una pregunta similar incluida en el Banco de Preguntas de este Servicio Preevid el 25/10/2005. La respuesta se centra en el uso de gotas ablandadoras de la cera, previa a la irrigación. Puede acceder a la respuesta mas abajo.
Hemos actualizado la búsqueda y no hemos encontrado ensayos clínicos que comparen la utilización de agua hervida, povidona yodada o agua oxigenada en la extracción de tapones de cerumen mediante irrigación con jeringa.
No se ha encontrado ningún documento que analice la utilización de la povidona yodada en la extracción de tapones de cerumen con jeringa.
Hemos seleccionado una guía de Fisterra, un Sumario de evidencia (SE) de Uptodate y 4 protocolos de enfermería que hacen recomendaciones sobre que producto utilizar a la hora de realizar la irrigación para extraer el tapón de cerumen. En general coinciden en recomendar el utilizar agua del grifo templada (temperatura corporal), aunque algunos de los documentos señalan que, para evitar infecciones se puede utilizar agua oxigenada o diluida al 50% con ácido acético como alternativa al agua de grifo, o agua o solución salina estéril.
La guía(1) para el manejo de los tapones de cerumen de Fisterra, con respecto a la irrigación recomienda: que puede llevarse a cabo con agua templada del grifo a presión con una jeringuilla, método más empleado en las consultas de Atención Primaria, o con irrigadores específicos del oído con mecanismos que controlan la presión del agua.
La irrigación puede usarse como método aislado o precedido de la instilación de gotas ablandadoras. En el primer caso puede ser efectivo en el 70% de los casos. Sus efectos adversos más frecuentes son el dolor, acúfeno, vértigo, erosiones en la piel del conducto con hemorragia, otitis externa y en algunos casos perforación del tímpano. Algunos estudios han observado una pequeña incidencia de complicaciones graves en el 1/1000 de los pacientes irrigados (vértigo, hipoacusia brusca grave, perforación permanente o síncope). Si tras la extracción el paciente refiere dolor, puede recomendarse la administración de unas gotas de aceite de oliva instiladas en el CAE durante unos días.
Algunos autores han observado que en diabéticos o en inmunodeprimidos la irrigación con agua del grifo puede ser un factor favorecedor de infecciones como la otitis externa maligna. Por ello en base a su experiencia recomiendan realizarla con especial cuidado en estos pacientes para evitar heridas en el Conducto Auditivo Externo (CAE), utilizar agua oxigenada o diluida al 50% con ácido acético como alternativa al agua de grifo, o si se usa ésta, tras la extracción acidificar el conducto con gotas de ácido acético (fórmula magistral de ácido acético al 2% en frasco gotero) y establecer una vigilancia más estrecha para detectar posibles síntomas relacionados.
El SE de Uptodate(2) sobre los tapones de cerumen, con respecto a las formas de quitarlos, incluye la irrigación y señala que es una de las formas más ampliamente practicadas de extracción de cerumen. Normalmente se lleva a cabo la irrigación suavemente con una jeringa grande (200 ml) y agua tibia tratada con un agente bacteriostático (tales como el peróxido de hidrógeno diluido 1:10). Sin embargo, la solución salina o agua del grifo puede ser igual de eficaz. La irrigación tiende a no ser eficaz cuando el cerumen está duro. Una revisión sistemática encontró que la aplicación de un agente de cerumenolítico puede ayudar a la irrigación, pero esto no es generalmente necesario en la mayoría de los casos.
Indica que hay disponibles varios irrigadores a reacción mecánica, algunos con una punta especial que permite un mejor control de la presión del agua y la dirección de pulverización. Sin embargo, su eficacia y seguridad no han sido probadas en ensayos aleatorios.
En pacientes inmunocomprometidos, la acidificación del conducto auditivo externo debe realizarse mediante la irrigación con agua al 2% de ácido acético o polvo de ácido bórico como gotas óticas. La humedad retenida en el canal del oído tiende a fomentar el crecimiento de bacterias en la piel descamada mojada, lo que hace más probable un entorno de pH alto. El uso de agua o solución salina estéril en lugar de agua del grifo también puede ayudar a reducir el riesgo de infección por el agua que pudiera quedar retenida trás quitar el cerumen.
Un documento de técnica y procedimiento(3) de irrigación del oído de "Enfermería al Día indica que en esta práctica se utiliza agua esterilizada o solución salina tibia para enjuagar el canal auditivo y extraer un tapón de cerumen como un cuerpo extraño.
También diferentes protocolos de enfermería(4-7) señalan que a la hora de realizar la irrigación para retirar el tapón de cerumen se utilice agua templada/temperatura corporal.
Además, dos de ellos (6,7) señalan que para preparar al paciente, durante dos o tres días antes se deben instilar una gotas de Agua Oxigenada al 3% (rebajada con agua hervida al 50%), o cualquier preparado disolvente del cerumen que contengan fundamentalmente bicarbonato sódico o hidróxido potásico para reblandecer el tapón.