Aunque hay estudios observacionales que muestran que la lactancia materna (LM) puede ser beneficiosa para reducir el riesgo de eccema o dermatitis atópica (DA), sin embargo, los datos son contradictorios y no concluyentes y no se pueden establecer conclusiones al respecto.
El sumario de evidencia de Uptodate sobre el impacto de la lactancia materna en la enfermedad alérgica(1), comenta en relación a la asociación entre LM y la DA que son numerosos los estudios observacionales que han examinado la asociación entre la LM y la DA. Y mientras que algunos han sugerido un efecto protector (con una débil evidencia de un efecto protector observado en niños ≤ 2 años de edad en una revisión sistemática [RS] y meta-análisis(2)), otros estudios han encontrado o ausencia de asociación o incluso un efecto perjudicial. Añade que la literatura también muestra resultados discordantes en cuanto a la asociación entre LM y DA en base a los antecedentes familiares de atopia.
Como conclusión se indica en el sumario que, de forma global, la literatura sugiere que la lactancia exclusiva durante al menos tres o cuatro meses no se asocia con una menor incidencia de eczema en los bebés, ya sean de bajo o de alto riesgo de atopia.
El sumario de evidencia de Dynamed(3) sobre la DA plantea de forma similar que son inconsistentes los resultados que muestran los estudios publicados sobre si la LM reduce el riesgo de DA.
Un documento de consenso de la “Canadian Paediatric Society” publicada en 2013(4) señalaba igualmente que el papel de la LM en la prevención de la alergia seguía siendo poco claro, debido fundamentalmente a que los estudios que evaluaban la relación no habían sido lo suficientemente rigurosos o carecían de un diseño metodológico apropiado. Hasta la fecha del documento, los estudios publicados habían sido en gran parte observacionales, no uniformes en cuanto a la duración de la lactancia, y demasiado variables en los criterios diagnósticos para enfermedades alérgicas. Destaca que aunque una RS de 2001(5) encontraba cierta evidencia de que en niños con alto riesgo de alergia, la LM exclusiva durante al menos los primeros cuatro meses de vida se asociaba con una disminución de la prevalencia de DA y de la alergia a la leche de vaca durante la infancia, sin embargo, otra RS(6) y un estudio observacional más reciente(7) no identificaban un efecto protector de la LM sobre la DA.
De los estudios más recientes que analizan la posible relación entre la LM y la prevención de la DA destacamos la RS de 2015 que menciona Uptodate(2) y un estudio de cohorte de 2014(8) que describen resultados contradictorios:
En la RS(2), que incluyó 89 estudios, la LM exclusiva durante 3-4 meses se asoció con un menor riesgo de eccema atópico en niños de ≤2 años (en base a estudios observacionales de baja calidad metodológica) y se concluía que había una débil evidencia de un efecto protector de la LM para el desarrollo de DA en estos niños.
Por su parte, en el estudio de cohortes(8), que analizó los datos de 38.757 niños, se encontró que la LM se asoció positivamente con la DA, con una asociación dosis-respuesta. Los bebés exclusivamente alimentados con leche materna fueron 1,26 veces más propensos a tener DA (intervalo de confianza del 95%: 1,12-1,41) que los bebés alimentados sólo con fórmula. Además, los niños con una mayor duración de la lactancia también fueron significativamente más propensos a tener DA.