En una pregunta similar, formulada al servicio Preevid en 2009 (Ver enlace más abajo), se concluía que la alimentación en la infancia con leche de soja no parecía tener efectos en el crecimiento ni en la maduración sexual; aunque algunos datos de estudios retrospectivos señalaban un mayor crecimiento del botón mamario a la edad de dos años, en niñas alimentadas con leche de soja.
La respuesta se basó fundamentalmente en:
- Un panel de expertos (1) que, tras revisar numerosos estudios publicados, sugirió que no existían efectos demostrados de la leche de soja en el crecimiento (altura, peso e índice de masa corporal) o en la maduración sexual (pubertad precoz o ginecomastia); sin embargo, el tamaño muestral de dichos estudios fue insuficiente para detectar pequeños cambios o efectos que ocurrieran con una baja incidencia. Los autores concluyeron que la evidencia disponible es insuficiente para establecer si la exposición a la soja durante la infancia puede producir efectos nocivos durante el desarrollo o toxicidad reproductiva en hombres y mujeres.
- Los resultados de una revisión sistemática (2) sugerían que las actuales formulaciones infantiles basadas en la proteína de la soja garantizan un crecimiento normal y un estado nutricional adecuado en niños sanos nacidos a término durante el primer año de vida. Los datos disponibles no evidenciaban diferencias significativas en el tiempo de maduración, el desarrollo sexual, o la fecundidad en adolescentes o adultos.
- Un estudio descriptivo (3) que evaluó el desarrollo mamario de 694 niñas de las cuales 92 habían tomado fórmulas de soja durante más de tres meses. El tejido mamario fue más prevalente en el segundo año de vida en las niñas alimentadas con fórmulas de soja con respecto a las que habían recibido lactancia materna o fórmulas lácteas (22.0% vs 10.3%; P = 0,02) con una odds ratio de 2,45 (95%, intervalo de confianza: 1,11-5,39). No hubo diferencias en la prevalencia de botón mamario durante el primer año de vida.
La búsqueda realizada, para actualizar esta pregunta, ha identificado un estudio en el que no hubo diferencias en el tamaño de los órganos genitales en niños alimentados con fórmulas de leche de soja; y otro que muestra una menarquia algo precoz en niñas que tomaron fórmula de alimentación con soja. El mismo panel de expertos, en su actualización de 2011(4) concluyó que no había evidencia suficiente, ni para poder confirmar, ni para descartar totalmente, que la alimentación con soja en la infancia provoque cambios en la pubertad.
- La actualización del panel de expertos sobre efectos de la alimentación con soja expresó, en 2011(4) una mínima preocupación sobre los efectos de la soja:
- Por una parte había suficiente evidencia para descartar que la alimentación con fórmulas infantiles derivadas de la soja afectara al crecimiento del niño; pero la evidencia era insuficiente para concluir si la alimentación con soja producía un efecto sobre el desarrollo de la pubertad en niños, o en niñas expuestos a la soja de manera precoz.
- Datos de estudios retrospectivos, con muchas limitaciones, parecían señalar un crecimiento prematuro mamario asociado a la soja.
- Había limitaciones importantes en los estudios realizados, al no analizar las causas por las que las fórmulas de soja fueron introducidas, ni las cantidades totales diarias de soja, ni el tiempo total de administración, ni los alimentos sólidos con contenido en soja.
- Los expertos señalaron que sería necesario realizar estudios de cohortes más amplios y de mayor duración de seguimiento, que analizaran la ingesta total de soja desde el nacimiento hasta la pubertad.
- En ese momento no era posible responder con rotundidad si la alimentación infantil con fórmulas basadas en soja alteraban el comienzo de la pubertad y/o los órganos reproductivos; y cual podría ser el efecto acumulativo de la exposición a la soja desde la primera infancia hasta la adolescencia.
- Un estudio de cohortes, realizado en Reino Unido y publicado en 2012(5), analizó la edad de la menarquia en relación al tipo de alimentación infantil. La cohorte incluyó a 2.920 niñas participantes en el "Avon Longitudinal Study of Parents and Children (ALSPAC)". Aproximadamente el 2% de las madres respondieron en el cuestionario que alimentación con productos de soja fueron introducidos a la edad de 4 meses o antes. La mediana de la edad de la menarquia para todo el grupo fue de 12,8 años. Entre el grupo alimentado con productos de soja, la menarquia se presentó a los 12,4 años. Sin embargo los autores reconocen que las conclusiones tienen limitaciones debido al poco número de niñas que introdujeron de manera precoz la alimentación con soja y que podría estar condicionado por las características de la población que introduce precozmente la alimentación con soja; siendo necesario estudios más detallados.
- Un estudio descriptivo, dentro de una cohorte, comparó el volumen de los órganos genitales y del botón mamario a los 5 años de edad, en niños alimentados con lactancia natural (n=35), con fórmula de leche de vaca (n=32), o con fórmula de leche de soja (n=34). No se encontraron diferencias en el tamaño de los órganos genitales según el tipo de alimentación, ni entre los niños de sexo femenino, ni entre los de sexo masculino(6).
- El sumario de evidencia de Uptodate sobre pubertad precoz (7) señala que, en niños alimentados con fórmula basada en soja, se ha descrito un aumento del botón mamario en el primer año de edad; aunque la evidencia es débil y puede representar tan solo un cambio de tejido mamario pasajero durante la infancia sin otras repercusiones.