Todos los trabajos, realizados en niños, evalúan los efectos de la ingesta de fórmulas infantiles basadas en la proteína de soja,pero no se han encontrado estudios en los que lo que se administre sea leche de soja. Sí encontramos algunos datos sobre la ingesta de derivados de soja (incluido leche de soja) durante la edad adulta:
- El Center for the Evaluation of Risks to Human Reproduction realizó en 2006 una revisión(1) sobre los posibles efectos en la salud de las fórmulas infantiles basadas en la proteína de soja. Para esta evaluación un panel de 14 expertos de distintas disciplinas revisó 229 estudios, entre ellos 38 trabajos sobre los efectos de las fórmulas de soja en la salud humana. Estos estudios sugieren que no existen efectos en el crecimiento (altura, peso e índice de masa corporal) o en la maduración sexual (pubertad precoz o ginecomastia); sin embargo, el tamaño muestral de dichos estudios puede haber sido insuficiente para detectar pequeños cambios o efectos que ocurren con una baja incidencia. Los autores concluyen que la evidencia disponible es insuficiente para establecer si la exposición a la soja durante la infancia puede producir efectos nocivos durante el desarrollo o toxicidad reproductiva en hombres y mujeres. Se describe el estudio longitudinal de Strom et al(2) que realizan el seguimiento de 952 adultos que durante la infancia participaron en un ensayo clínico controlado no aleatorizado. A 248 de los adultos se les había dado durante su infancia una fórmula de soja y a 563 una fórmula de leche de vaca. No encuentra diferencias significativas en una variedad de aspectos en relación al desarrollo global y reproductivo (altura, peso e índice de masa corporal; en mujeres, edad de la menarquia, edad del desarrollo mamario, longitud del ciclo menstrual, duración de la menstruación; y en hombres, edad de la primera eyaculación, edad de aparición de pelo en el pecho o edad del cambio de voz). En cuanto al consumo de productos de soja (tofu, leche de soja u otros derivados de la soja) en la edad adulta tras revisar los estudios no encuentran asociación con efectos reproductivos en hombres o en mujeres.
- Describimos a continuación varios estudios que, o bien no han sido incluidos en el informe de evaluación de riesgos, o son posteriores a él:
- Los resultados de una revisión sistemática(3) previa al informe de evaluación ya sugerían que las actuales formulaciones infantiles basadas en la proteína de la soja garantizan un crecimiento normal y un estado nutricional adecuado en niños sanos nacidos a término durante el primer año de vida. Los datos disponibles no evidencian diferencias significativas en el tiempo de maduración, el desarrollo sexual, o la fecundidad en adolescentes o adultos. Sin embargo, una evaluación crítica(4) de dicha revisión considera que tanto esta como los estudios incluidos en ella son de pobre calidad metodológica por lo que los resultados no se pueden considerar concluyentes. Se indica la necesidad de futurasn investigaciones de calidad que evalúen el efecto en la edad adulta de la ingesta de derivados de soja durante la infancia.
- Se localizan tres revisiones narrativas(5,6,7) en las que los autores concluyen que los datos disponibles en adultos y niños indican que las isoflavonas presentes en las fórmulas infantiles de soja no tienen efectos adversos en el crecimiento, desarrollo o reproducción.
- En un estudio descriptivo reciente(8) se evaluó el desarrollo mamario de 694 niñas de las cuales 92 habían tomado fórmulas de soja durante más de tres meses. El tejido mamario fue más prevalente en el segundo año de vida en las niñas alimentadas con fórmulas de soja con respecto a las que habían recibido lactancia materna o fórmulas lácteas (22.0% vs 10.3%; P = 0.02) con una odds ratio de 2.45 (95%, intervalo de confianza: 1.11-5.39). No hubo diferencias en la prevalencia de botón mamario durante el primer año de vida.
- En cuanto a otros posibles efectos de la soja relacionados con los órganos reproductivos, en una revisión de Uptodate(9) sobre prevención del cáncer se hace referencia a un metaanálisis reciente que encuentra que la ingesta de altas cantidades de soja (20 mg o más de isoflavonas por día) en mujeres asiáticas se asoció a una disminución del riesgo de cáncer de mama, comparado con las mujeres asiáticas que consumían cantidades más bajas (5 mg diarios). Estudios realizados en países occidentales no muestran un efecto protector de la soja; sin embargo, incluso el consumo más bajo de isoflavonas de soja en la población asiática fue 5 veces más alto que en las mujeres occidentales (0.8 mg por día).