Basándonos en la información que ofrece un sumario de evidencia recientemente actualizado(1) y tres revisiones sistemáticas(2-4) (con datos extraídos fundamentalmente de estudios observacionales) la lactancia materna (LM), frente a la alimentación con fórmula artificial, parece proteger a los bebés que están siendo amamantados frente a las infecciones respiratorias y frente a la hospitalización secundaria a ellas. En niños con LM exclusiva durante los primeros meses de vida la mayor duración de esta se asocia a un mayor efecto protector (mayor protección en niños que son alimentados con LM exclusiva durante ≥ 6 meses frente a niños con LM exclusiva sólo durante 3-4 meses).
El sumario de evidencia de Uptodate sobre los beneficios de la LM para el niño(1), resume, en cuanto a los beneficios directos (durante la lactancia) sobre las enfermedades respiratorias, que este tipo de patología se reduce en frecuencia y/o duración en los niños amamantados en comparación con los bebés alimentados con fórmula artificial. Aporta como datos adicionales:
- Los niños amamantados, en comparación con los bebés alimentados con fórmula, tuvieron una menor incidencia de enfermedades respiratorias durante las primeras 13 semanas de vida (25,6 frente a 37%).
- La incidencia de sibilancias y la infección del tracto respiratorio inferior fue menor en los niños amamantados, en comparación con los bebés alimentados con fórmula, en los primeros 4-6 meses de vida.
- Los bebés prematuros que recibieron leche materna tuvieron menos días de síntomas del tracto respiratorio superior, en comparación con aquellos que fueron alimentados con fórmula, durante los primeros siete meses de vida (17,6 frente a 38 días).
- La tasa de hospitalización por enfermedades respiratorias bajas se redujo en los lactantes exclusivamente amamantados en comparación con aquellos que nunca recibieron LM (odds ratio [OR] ajustada 0,66; intervalo de confianza 95%: 0,47 a 0,92). Hubo una tendencia a una reducción de la hospitalización en niños que fueron parcialmente alimentados con leche materna en comparación con aquellos que nunca recibieron LM (OR ajustado 0,60; IC del 95%: 0,47 a 1,0).
Se añade, no obstante, que la protección de la leche materna, en comparación con la fórmula, frente a enfermedades respiratorias parece atenuarse al año de edad.
La revisión sistemática publicada por la Organización Mundial de la Salud en 2013(2) sobre los efectos a corto plazo de la LM sobre la mortalidad por diarrea y neumonía identificó 18 estudios que proporcionaron 22 estimaciones sobre el efecto de la LM en cualquier resultado de infección respiratoria en niños menores de cinco años, y 16 estudios centrados en lactantes de ≤ 6 meses. El análisis de los resultados mostró que:
- La LM reduce el riesgo de hospitalización por infección respiratoria en un 57% (riesgo relativo [RR] agrupado: 0,43; IC 95%: 0,33- 0,55), y que este efecto protector no cambió con la edad (por ejemplo, en los estudios que evaluaron a los lactantes de < 6 meses el RR agrupadode hospitalización entre los lactantes alimentados con leche materna fue de 0,41 [IC 95%: 0,25- 0,69], mientras que entre los estudios que evaluaron a niños menores de 12 meses el efecto combinado fue 0,42 [IC 95%: 0,25-0,69]).
- Los estudios que compararon los resultados en niños amamantados en comparación con niños no amamantados reportaron el más alto efecto de protección (RR agrupado: 0,33; IC 95%: 0,24-0,46) contra hospitalización por infección respiratoria (incluso al evaluar diferentes categorías de LM frente a no LM los lactantes amamantados tenían menos probabilidades de ser hospitalizados).
- La mortalidad por infecciones de las vías respiratorias inferiores también fue menor entre los niños alimentados con leche materna (RR agrupado: 0,30; IC 95%: 0,16-0,56).
- Además, la LM redujo la prevalencia o la incidencia de la infección del tracto respiratorio inferior (RR agrupado: 0,68; IC 95%: 0,60-0,77).
Los autores concluyen al respecto que la revisión sugiere que la LM protege frente a la infección respiratoria. Los niveles de protección fueron de alrededor del 30% para la morbilidad, de alrededor del 50% para los ingresos hospitalarios y aproximadamente el 60% para la mortalidad, lo que sugiere que la LM no sólo afecta a la incidencia, sino también la gravedad de estas infecciones. Se considera que estos resultados son robustos, que se observan tanto en ámbitos de altos ingresos como de bajos ingresos, en relación a diferentes resultados relacionados con las infecciones respiratorias, y en estudios que utilizan diferentes categorías de LM.
En la revisión sistemática de la Cochrane(3) sobre la duración óptima de la lactancia materna exclusiva, actualizada en su versión inglesa en 2012, se describe que:
- En países en desarrollo la LM exclusiva durante 6 meses se asoció a una disminución del riesgo de infecciones respiratoria a los 4-6 meses.
- En los países desarrollados la LM exclusiva durante 6-7 meses se asoció a una disminución del riesgo de hospitalización por infección respiratoria dentro del primer año de vida.
Por último, en la tercera revisión sistemática(4) la LM se asoció a una disminución de la prevalencia de neumonía y de mortalidad en niños <24 meses de edad. En niños de 0-5 meses:
- En comparación con la LM exclusiva, no alimentar con LM se asoció con un aumento de la prevalencia de neumonía (RR: 5,61; IC 95%: 1,23 a 25,53); de mortalidad por neumonía (RR: 14,97; IC 95%: 0,67 a 332,74); de mortalidad por cualquier causa (RR: 14,4; IC 95% 6,13 a 33,86); de hospitalización por neumonía (RR: 4,06, IC 95%: 1,48 a 11,14); y de hospitalización por todas las causas (RR: 6.03, IC 95%: 3,18 a 11,44)
- También se encontraron mayores riesgos en los bebés amamantados de forma no exclusiva comparados con los alimentados con LM exclusiva.
Además, varios documentos de consenso, como los de la Academia Americana de Pediatría(5), la Asociación Americana de Médicos de Familia(6) y de la Asociación Española de Pediatría(7) coinciden en destacar que la superioridad de la leche materna sobre la leche de fórmula artificial para la nutrición y desarrollo del bebé durante los primeros meses de vida ha quedado patente en numerosos estudios científicos, que señalan un mayor riesgo de ciertos problemas de salud en los niños no alimentados con leche materna (entre estos problemas resaltan un mayor riesgo de padecer infecciones respiratorias y de que estas sean más graves y ocasionen ingresos hospitalarios).
El documento de la ”American Academy of Pediatrics”(5) informa, en cuanto a los efectos de la LM en la incidencia de infecciones respiratorias y otitis media, que:
- El riesgo de hospitalización por infecciones de las vías respiratorias bajas en el primer año se reduce un 72% si los lactantes son amamantados exclusivamente durante más de 4 meses.
- Los bebés amamantados de forma exclusiva durante 4-6 meses muestran un riesgo cuatro veces mayor de neumonía en comparación con los bebés amamantados de forma exclusiva durante más de 6 meses.
- La severidad (duración de la hospitalización y requerimiento de oxígeno) de la bronquiolitis por virus respiratorio sincitial se reduce en un 74% en los lactantes amamantados de forma exclusiva durante 4 meses en comparación con los bebés que no recibieron LM o sólo fueron parcialmente amamantados.
- Cualquier forma de LM en comparación con la alimentación exclusiva con leche artificial reducirá la incidencia de otitis media en un 23% .
- La LM exclusiva durante más de 3 meses reduce el riesgo de otitis media en un 50%. Los catarros graves y las infecciones graves de oído y garganta se redujeron en un 63% en los lactantes que se amamantaron de forma exclusiva durante 6 meses.