El Sumario de evidencia de Uptodate(1) sobre picaduras de medusas indica que hay más de 100 especies de medusas, y la gravedad y el tratamiento de sus picaduras varían ampliamente, dependiendo del tipo de medusas, la extensión de la picadura, duración de la exposición y el paciente individual.
Refiere que, en algunos estudios pequeños con voluntarios, tras picadura de varias de las especies de medusas (por ejemplo, la medusa australiana o la portuguesa), si se aplicaba alcohol de quemar, etanol, orina humana, amoníaco o bromelina, se desencadenaba una descarga de nematocistos, aumentando el dolor, y pudiendo empeorar los síntomas sistémicos de envenenamiento.
Los nematocistos son las células urticantes de la medusa y otros animales venenosos marinos, como las anémonas urticantes y el coral de fuego.
Con respecto a las "picaduras de insectos", en el sumario de evidencia de UptoDate(2) sobre las picaduras de insectos y su tratamiento no se nombra la aplicación de amoníaco, ni de forma directa ni diluido.
En la búsqueda no se han encontrado estudios que valoren el uso del amoníaco en las picaduras de insectos.