No se han encontrado Guías de Práctica Clínica para el manejo de la cirugía prostática donde se recomiende la tracción del catéter vesical como tratamiento de la hematuria franca. Pero se han encontrado 1 estudio retrospectivo, dos Ensayos Clínicos Aleatorizados (ECA) y otro descriptivo de tres casos donde se evalúa esta técnica para el control del sangrado tras cirugías prostática (resección transuretral de la próstata-RTUP y prostatectomía suprapúbica-PSP). Otro ECA también evalúa la seguridad y el efecto de la tracción del catéter de Foley para la hemorragia, pero tras nefrolitotomía percutánea (NFP). Se concluye en los 5 estudios que la tracción del catéter vesical puede ser útil para la disminución de la hemorragia en esos casos.
Un estudio retrospectivo(1) señala que la hemorragia intratable después de la cirugía endoscópica, incluyendo la RTUP y fotovaporización de la próstata, no es un problema frecuente pero, en el caso de darse, es importante y potencialmente mortal. Indica que la aplicación de la tracción del catéter, el riego y el lavado vesical eficaz de la vejiga para evacuar los coágulos, son dos técnicas que pueden controlar el sangrado. A pesar de estas medidas, una minoría de los pacientes continúa sangrando lo que requieren otras intervenciones adicionales.
Un ECA(2) que incluye 156 pacientes determina si la técnica de tracción del catéter durante la PSP puede ser beneficiosa para reducir el sangrado tanto durante la cirugía como en el postoperatorio. A 78 pacientes se les realizó una sutura en la salida vesical prostática para asegurar el control del principal suministro de sangre arterial a la próstata (grupo 1) y 78 fueron tratados con tracción del catéter uretral 22-24 F para controlar el sangrado (grupo 2). Se midió en ambos grupos: duración de la operación, duración de la estancia hospitalaria, pérdida de sangre intraoperatoria, disminución de la hemoglobina, y peso de la próstata extraída. El tiempo quirúrgico promedio fue de 59 +/- 7 minutos y 40 +/- 9 minutos (p= .015); la estancia media hospitalaria fue de 3,7 +/- 0,24 días y 4,4 +/- 0,46 días (p= .09) en los grupos 1 y 2, respectivamente; la pérdida media de sangre durante la cirugía fue de 279 +/- 155 ml y 219 +/- 139 ml (P= .04); y la disminución media de la hemoglobina fue de 2,3 +/- 1,4 g/dl y 1,6 +/- 1.5g/dL (P= 0,04) en los grupos 1 y 2, respectivamente. La media del peso de la próstata no fue significativamente diferente entre los 2 grupos. El examen de uretrocistoscopia a los 3 meses de la intervención reveló contracturas del cuello vesical en 6,41% de los pacientes en el grupo 1 y el 3,85% en el grupo 2. Los resultados del estudio demostraron que la tracción del catéter uretral disminuye la hemorragia en comparación con la sutura en la unión vesical prostática durante la PSP.
El otro ECA(3) determina si la tracción del catéter después de la RTUP reduce la hemorragia postoperatoria. El estudio prospectivo incluyó 115 pacientes sometidos a RTUP. Después de la RTUP 57 pacientes fueron seleccionados al azar para realizarle tracción durante 30 minutos y a los otros 58 no se les realizó ninguna tracción del catéter. La pérdida de sangre se midió durante 2 horas después de la operación. La tracción del catéter redujo la hemorragia postoperatoria mientras que se aplicó, pero no tuvo ningún efecto después de la eliminación de la tracción. El estudio concluye que la tracción del catéter es una técnica útil para ayudar al control de la hemorragia post-RTUP.
Un estudio describe tres casos de pacientes(4) que, tras procedimientos transuretrales, se les realizó tracción de la sonda para ayudar a la hemostasia y sufrieron reacciones vasovagales. La liberación de la tracción del catéter, junto con las medidas convencionales de resucitación, condujo a la resolución de la inestabilidad cardiovascular. Se concluyó que el reconocimiento precoz de la posible relación entre las reacciones vasovagales y la estimulación parasimpática, que pueden acompañar a la compresión de la base de la vejiga por el balón del catéter, se acentúa.
Otro ECA(5) evalúa la seguridad y el efecto de la tracción del catéter de Foley para la hemorragia después de NFP en 88 pacientes con litiasis urinaria superior. Los pacientes se dividieron en dos grupos al azar: 45 pacientes con catéter de Foley 16F, pero sin tracción fueron el grupo de control, y los otros 43 pacientes con tracción del catéter de Foley 16F el grupo intervención. Se comparó en los dos grupos la pérdida de sangre y el tiempo de sangrado. No hubo diferencia estadísticamente significativa en la pérdida de sangre media entre el grupo control (13.830 g) y el grupo experimental (7,959 g, P <0, 001). El tiempo de sangrado promedio fue de 4 y 3 días en el grupo control y el experimental, respectivamente. El estudio concluye que la tracción del catéter de Foley para pacientes sometidos a NP puede reducir la pérdida de sangre, lo que sugiere que la tracción del catéter Foley es segura, eficaz y viable.