En base a la información que contiene la pregunta limitamos la búsqueda de información a la utilización de aripiprazol en adolescentes con comportamiento agresivo sin diagnóstico previo de trastorno mental o neurológico.
Tanto la evaluación del fármaco que incluye Drug-Dex como la ficha técnica de aripiprazol de la Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (AEMPS) no incluyen entre las indicación terapéuticas del aripiprazol su utilización en el control de la trastornos de conducta agresivos:
- En la evaluación del fármaco de Drug-Dex(1), los usos terapéuticos de aripiprazol en población pediátrica son:
- manejo de la irritabilidad asociada al trastorno autista (pacientes con edades entre 6 y 17 años).
- manejo de episodios maníacos o mixtos dentro de un trastorno bipolar tipo I, como monoterapia o como tratamiento adjuvante a litio o valproato (niños de entre 10 y 17 años).
- manejo de la esquizofrenia (población pediátrica de entre 13 y 17 años).
- En la ficha técnica de la AEMPS(2) la única indicación terapéutica mencionada para la población pediátrica es el tratamiento de la esquizofrenia en adolescentes de 15 años o más.
En una revisión farmacológica que incluye Uptodate(3) sobre la utilización de aripiprazol en población pediátrica se comenta igualmente que sólo está aprobado el uso de este antipsicóticos en pacientes pediátricos para el tratamiento del trastorno bipolar y la esquizofrenia. Respecto a la indicación en trastornos de conducta agresivos indica que existe limitada información en la literatura, que la dosis no se ha establecido y que se necesitan más estudios antes de que aripiprazol puede ser recomendado para esta indicación.
En la población de estudio seleccionada tan sólo se ha localizado un trabajo, con un tamaño muestral pequeño y patrocinado por la industria farmacéutica, que analice la utilización de
aripiprazol:
En un ensayo abierto multicéntrico publicado en 2009(4) se evalúa la tolerabilidad y efectividad de aripiprazol en niños y adolescentes con un trastorno de conducta (TC), definido en el estudio como condición caracterizada por un comportamiento inapropiadamente agresivo hacia las personas y bienes y que está asociada a un riesgo incrementado de conducta antisocial en la edad adulta. Participaron en el estudio 23 pacientes (12 niños entre 6 y 12 años y 11 adolescentes de entre 13 y 17 años) con diagnostico de TC según los criterios del DSM-IV, con o sin asociación de un trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Se excluían los pacientes si padecían algún otro trastorno psiquiátrico o neurológico (excepto TDAH), tenían antecedentes de consumo reciente de alcohol o drogas y/o un hallazgo positivo en un screening urinario, si estaban por debajo del percentil 25 para su edad en peso y talla, o estaban embarazadas o en periodo de lactancia. La dosis de aripiprazol osciló entre 2-15 mg/día (aproximadamente 0.2 mg/kg). La media de duración de la exposición al fármaco fue de 393 días para los niños y de 382 días para los adolescentes. En cuanto a la efectividad, los autores indican que los datos preliminares sugieren que aripiprazol puede mejorar los síntomas del TC con un modesto impacto en la función cognitiva de niños y
adolescentes, aunque reconocen que el pequeño tamaño muestral impide establecer conclusiones firmes. Otras limitaciones del estudio que se reseñan son la ausencia de un brazo control del tratamiento y el diseño abierto, no a ciegas.
Comentamos además los resultados de un estudio de cohortes también publicado en 2009(5) en el que se constata que los niños y adolescentes en los que se utilizan antipsicóticos de segunda generación, entre ellos aripiprazol, tienen más riesgo de aumento de peso, obesidad y otros efectos adversos metabólicos. En este estudio se siguió a 338 niños de entre 4 y 19 años, con diagnóstico de trastorno estado de ánimo (n = 130; 47,8%), trastorno dentro del espectro de la esquizofrenia (n = 82; 30,1%), y trastorno dentro del espectro de conductas perturbadoras o agresivas (n = 60; 22,1%). En estos pacientes se indicó tratamiento con aripiprazol, olanzapina, quetiapina o risperidona durante 12 semanas. Quince pacientes sirvieron como grupo de comparación. Los resultados concretos respecto al tratamiento con aripiprazol mostraron que después de una media de 10,8 semanas (rango intercuartil, 10,5-11,2 semanas) de tratamiento, se produjo un aumento de peso de 4,4 kg (intervalo de confianza [IC] del 95%, 3,7 a 5,2 kg ) con aripiprazol (n = 41) en comparación con el cambio de peso mínimo de 0,2 kg (IC 95%: -1,0 a 1,4 kg) que ocurrió en el grupo de comparación no tratado (n = 15). Los cambios metabólicos ocurridos con aripiprazol no fueron significativos respecto a los cambios en el grupo control. Sí fueron significativos los cambios metabólicos ocurridos con el resto de antipsicóticos.