La información que contiene esta pregunta se ha actualizado en Marzo de 2010 tras la reciente publicación, por el Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios de un documento en el que nos informaba sobre el posible riesgo de malformaciones congénitas cardiovasculares asociado con el uso de fluoxetina durante el primer trimestre del embarazo [Ver documento completo] y posteriormente del informe del Grupo de Farmacovigilacia (PhVWP) de la Agencia Europea del Medicamento (EMEA), en el que se advierte sobre posible riesgo de hipertensión pulmonar persistente que puede sufrir el recién nacido cuando la madre toma antidepresivos serotoninérgicos durante el embarazo, fundamentalmente en las últimas semanas [Ver Anexo 4 del documento]. El PhVWP ha evaluado los nuevos estudios publicados sobre este tema en la literatura científica y el informe de seguridad incluye los siguientes principios activos: citalopram, duloxetina, escitalopram, fluoxetina, fluvoxamina, mirtazapina, paroxetina, sertralina y venlafaxina.
En base a las nuevas evidencias la EMEA establece que es necesario actualizar las recomendaciones sobre los antidepresivos serotoninérgicos y que "Los profesionales sanitarios deben ser conscientes del riesgo de hipertensión pulmonar persistente en el recién nacido y, además, deben alentar a las mujeres a que informen a su médico y matrona si han estado tomando antidepresivos serotoninérgicos durante el embarazo, especialmente al final del embarazo".
De la actualización de la búsqueda, centrada en venlafaxina, seleccionamos tres documentos:
- La evaluación del fármaco de Drugdex(1), lo clasifica como de una categoría C en cuanto sus efectos teratógenos:"Sin estudios en humanos ni animales, o estudios en animales han demostrado originar malformaciones pero sin estudios controlados en gestantes. Estos fármacos su usarán solo si los beneficios superan a los potenciales riesgos". Se desconoce si este fármaco cruza la barrera placentaria. Esta evaluación concluye que, debido a la ausencia de estudios adecuados y con grupos control realizados en mujeres embarazadas, se recomienda que la venlafaxina se emple durante el embarazo solo si el beneficio previsible supera el riesgo potencial para el feto.
- Una guía de práctica clínica inglesa sobre el tratamiento de la depresión, actualizada en noviembre del 2007(2), se sitúa en el mismo escenario que plantea la pregunta ¿si una mujer tomaba antidepresivos antes de quedarse embarazada hay que mantenerlos durante la gestación?:
- Resume que hay muy pocos datos de seguridad para la mayoría de ISRS durante el embarazo, entre ellos la venlafaxina. Aunque no hay informes de teratogenicidad en humanos, el empleo de este fármaco durante el embarazo no puede recomendarse.
- Revisa los datos existentes sobre efectos teratógenos de la paroxetina, indicando que basado en dos estudios no publicados, el riesgo de malformaciones congénitas cuando se toma la paroxetina durante el primer trimestre del embarazo se incrementa en un 3 ó 4%, con un aumento del 1 al 2% de malformaciones cardíacas. En consecuencia, la paroxetina solo debe ser empleada durante el embarazo cuando está estrictamente indicada y solo si los beneficios en la madre van a superar el riesgo potencial para el feto. Hasta que este tema sea investigado más a fondo, debe valorarse si la paroxetina es el ISRS más deseable para emplear en una mujer que planifique quedarse embarazada a corto plazo.
- La fluoxetina sería el ISRS con una mayor evidencia de seguridad durante el embarazo y supone el ISRS de primera línea para su empleo durante el embarazo.
- Otra guía norteamericana, revisada en el 2009(3), establece similares recomendaciones:
- Resume que no hay evidencia de que los antidepresivos tricíclicos, o los ISRS, incrementen el riesgo de muerte intrauterina, malformaciones fetales, complicaciones del embarazo o toxicidad, excepto posiblemente la paroxetina. Además en las decisiones sobre la interrupción de la medicación antidepresiva durante el embarazo, es preciso hacer un balance entre el riesgo para la madre y para el feto de una depresión no tratada, con la seguridad que ofrecen (relativa aunque no absoluta) del tratamiento con antidepresivos.
- Si la medicación antidepresiva se mantiene durante el embarazo, debe administrarse la dosis mínima precisa para mantener la remisión de los síntomas.