Con respecto a la recomendación entre el catéter de teflón o de poliuretano hemos encontrado un ensayo Clínico Aleatorio (ECA) (1) que indica que el material del catéter intravenoso es un factor determinante en el desarrollo de la flebitis y compara el efecto de dos tipos de catéteres periféricos sobre su desarrollo en 255 pacientes (130 con Teflon y 125 con catéteres de Vialon de poliuretano). Al cabo de seis días el total de flebitis fue del 36.8%; el 49.2% del grupo del catéter del Teflon y el 24.0% de pacientes en el grupo del catéter de Vialon. Se encontró una relación estadística significativa entre la tarifa de flebitis y variables tales como género, material del catéter y tiempo. Los resultados del estudio demuestran que los catéteres de Vialon de poliuretano están asociados a menos riesgo de flebitis que los catéteres de Teflon.
Por otra parte, una Guía de Práctica Clínica (GPC) (2) para la prevención de infecciones relacionadas con los catéteres intravasculares (IRCI) señala, en cuanto al tipo de material, que se han asociado a menos complicaciones infecciosas los catéteres de teflón o de poliuretano que los catéteres hechos de cloruro de polivinilo o de polietileno. Y que las agujas de acero usadas como alternativa a los catéteres para el acceso venoso periférico tienen el mismo índice de complicaciones infecciosas que los catéteres de teflón, sin embargo, el uso de las agujas de acero se complica con frecuencia por la infiltración de los líquidos del intravenoso en los tejidos finos subcutáneos. Señala que ciertos materiales son más trombogénicos que otros, una característica que también puede predisponer a la colonización y a la IRCI. Esta asociación ha conducido al énfasis en la prevención del trombo como mecanismo adicional para reducir la IRCI. Las características de la adherencia de un microorganismo también son importantes en la patogenesia de la IRCI.
En el mismo sentido un Best Practice (BP) (3) sobre el manejo de los dispositivos intravasculares periféricos, señala con un grado de recomendación A, que al elegir catéteres en base a su función y duración de su utilización, complicaciones conocidas y experiencia, los catéteres de teflón, elastómero de silicona o poliuretano son mas seguros que los de polietileno, clorhidrato de polivilino o agujas de acero, que pueden causar necrosis en caso de extravasación, ya que pueden provocar la infiltración de líquidos intravenosos en los tejidos subcutáneos. Los catéteres del primer grupo (teflón, elastómero de silicona o poliuretano) son por tanto mas resistentes a la adherencia de microorganismos que los del segundo grupo.
Con respecto a las características que debe tener el catéter venoso periférico de seguridad "ideal" no hemos encontrado ninguna evidencia científica; Si hay evidencias en cuanto a la seguridad relacionada con la elección del sitio y forma de realizar la inserción, número de días para el cambio de catéter, etc:
- En la GPC (2) señala estrategias para la prevención de IRCI, indicando la necesidad de una garantía de calidad y formación permanente, debiendo existir un equilibrio razonable entre la seguridad del paciente y la rentabilidad. Se deben organizar programas que permitan proporcionar los mejores cuidados, supervisión y evaluación de estos. La investigación última ha demostrado que el riesgo de infección disminuye con la estandardización de los cuidados y que la inserción y mantenimiento de catéteres intravasculares realizados por personal inexperto puede aumentar el riesgo de colonización e infecciones relacionadas con los catéteres. La especialización de los equipos en el manejo de catéteres intravenosos ha demostrado eficacia inequívoca en la reducción de la incidencia de las IRCI y las complicaciones y los costes asociados. También recomiendan para la seguridad, usar guantes limpios para la inserción de catéteres intravasculares periféricos, si el sitio dl acceso no se toca después de aplicar el antiséptico de la piel.
- El Best Practice (BP) (3) refiere que para garantizar la seguridad del paciente, se aconseja documentar el proceso de forma precisa y llevar un registro con fines de auditoría e, igualmente importante, rastrear cualquier sospecha de infección. Dicha documentación debe incluir: fecha y hora de la inserción y cuando se sustituyeron los filtros, catéteres y soluciones venosas.
- Un metaanálisis (MA) de estudios prospectivos (4) señala que la inadecuada fijación con seguridad del catéter contribuye a aumentar perceptiblemente las complicaciones relacionadas con el catéter, incluyendo el que se salga de su sitio, la obstrucción, la infiltración y la infección. El MA compara la fijación con cinta adhesiva del catéter periférico intravenoso estándar con un dispositivo específico estabilizador del catéter. Se observó una reducción del 67% (P<100) de complicaciones en el total de los pacientes del grupo en el que se utilizó el dispositivo estabilizador. También se redujo un 76% la necesidad de volver a colocar el catéter en el primer grupo. El ahorro de costes anual de material, de costes de complicaciones, y de tiempo de las enfermeras fue muy significativo. Además los autores concluyen que las nuevas tecnologías estabilizadoras de los catéteres pueden ayudar a reducir complicaciones en los pacientes.