No se han encontrado estudios que comparen la oxigenoterapia a corto plazo (durante < de 24 horas) con o sin humidificación y que relacionen los resultados de dichas intervenciones con la saturación de oxígeno en sangre.
Sin embargo, se han localizado cinco Guías de Práctica Clínica (GPC) que hacen recomendaciones con respecto a la ventilación mecánica con humidificación en entornos de cuidados agudos. Las GPC, aunque no en todos los casos, recomiendan la humidificación durante la ventilación mecánica para prevenir, por ejemplo, hipoxemia, espesamiento de las secreciones, destrucción del epitelio de las vías respiratorias o atelectasias.
También se han localizado tres estudios (dos prospectivos y un Ensayo Clínico Aleatorizado (ECA)) que evalúan la oxigenoterapia (durante > 24 horas) con o sin humidificación, con respecto a comodidad, eficiencia, seguridad y sequedad oral, y concluyen, en geneal, que la humidificación se asocia a una mayor comodidad general, menos disnea y sequedad de boca y puede ser beneficiosa en infección crónica respiratoria, en los síntomas clínicos y en la oxigenación de pacientes de UCI.
Por otra parte, una Revisión Sistemática (RS) indica que con el catéter nasofaríngeo es necesario usar humidificadores para evitar sequedad de las secreciones.
La GPC(1) para humidificación durante la ventilación mecánica (VM) (incluye atención hospitalaria aguda y transporte), indica que, cuando se crea una vía aérea artificial (tubo endotraqueal o traqueotomía), es necesaria la humidificación para prevenir hipotermia, espesamiento de las secreciones, destrucción del epitelio de las vías respiratorias, y atelectasias. Esto se logra usando un Intercambiador de Calor y Humedad (ICH) (humidificador condensador higroscópico o nariz artificial). Los ICH son más adecuados para uso a corto plazo (< o = 96 horas) y durante el transporte. No deben ser utilizados para pacientes que requieren ventilación mecánica a largo plazo (> 96 horas) o si presentan contraindicaciones para su uso. El dispositivo elegido debe proporcionar un mínimo de 30 mg H2O/L de gas suministrado a 30 °C.
Otra GPC posterior(2) de oxigenoterapia para adultos en cuidados agudos, indica que el aporte de oxígeno a través de una cánula nasal con caudales ? 4 L/min no tiene que estar humidificada. En los sistemas de suministros de alto flujo, un generador continuo de aerosol o depósito humidificador de gran volumen puede humedecer el flujo de gas.
Una GPC(3) de fisioterapia para la fibrosis quística recomienda, en momentos de insuficiencia respiratoria aguda, que la humidificación térmica debe ser incorporada en el circuito para todas las aplicaciones de ventilación no invasiva en estos pacientes (grado de recomendación C)(*)
Otra GPC(4) para los cuidados del circuito de ventilación y su relación con la neumonía asociada al ventilador (NAVM) (en cuidados intensivos entre otros), con respecto a la utilización o no de humidificación, señala que, a pesar de que la evidencia disponible sugiere una tasa de NAVM inferior con humidificación pasiva que con humidificación activa, otras cuestiones relacionadas con el uso de humidificadores pasivos (resistencia, espacio muerto volumen, riesgo de oclusión de las vías respiratorias) se oponen a la recomendación del uso general de estos. Los humidificadores pasivos no necesitan ser cambiados a diario por razones de control de la infección o rendimiento técnico. Pueden utilizarse de manera segura durante al menos 48 horas, y en algunas poblaciones de pacientes pueden ser utilizados por períodos de hasta 1 semana. (Grado de Recomendación A)(*). La guía recomienda evitar: acumulación excesiva de condensación en el circuito, drenaje accidental del condensado en vías respiratorias, contaminación durante la desconexión del ventilador o durante la eliminación del condensado, y romper el circuito del ventilador (podría contaminar el interior del circuito) (Grado de Recomendación D)(*).
Una última GPC(5) para el manejo diagnóstico y terapéutico de la bronquiolitis aguda (BA), con respecto a la humidificación señala que, a pesar de su uso prácticamente generalizado, existen muy pocos estudios que evalúen el papel de la nebulización/humidificación templada (NHT) en el tratamiento de la BA. En ellos no se ha demostrado que la NHT sea beneficiosa, y tampoco existen pruebas de que la humidificación en si misma tenga efectos positivos para los pacientes con BA, entre otras razones porque son pocas las gotas de vapor que alcanzan el tracto respiratorio inferior, donde se espera actúe licuando las secreciones. Por otra parte, no está claro si la humidificación es totalmente inocua en estos pacientes.
En el ECA(6) se mide la sequedad bucal y se investiga los factores relacionados con la humidificación durante la Ventilación No Invasiva (VNI). Los pacientes fueron asignados aleatoriamente en 2 grupos: humidificación media (Grupo Med) (n=12) y humidificación máxima (Grupo Max) (n=11) con Humedad Caliente (HC). La humedad oral fue medida usando un dispositivo medidor de la humedad oral, y la sensación de sequedad bucal se midió utilizando una escala numérica de 0 a 10 (EN) a las 0, 12 y 24 horas despues del inicio de la VNI, y a las 12 y 24 horas después de que se suspendiera. Se realizó un banco de datos para evaluar los efectos de la presión positiva al final de la espiración (PEEP), la fracción de oxígeno inspirado (FiO2: concentración de oxígeno en el aire inspirado), y las fugas de aire en la humedad absoluta. Se evaluaron 3 niveles de HC: sin HC, con HC en posición media, y con HC en posición máxima. Las temperaturas fueron de 31°C a 32°C para el HC medio y de 38°C a 41°C para la HC máxima. El análisis de los resultados mostró que en el Grupo Med, la humedad oral disminuyó y el EN aumentó a las 12 y 24 horas comparado con las 0 horas (p <0,05). En el Grupo Max, ni la humedad oral ni el EN cambiaron durante el estudio. Se observó además que una alta FiO2, una elevada PEEP, y la fuga de aire disminuyeron la humedad absoluta, para ambos niveles de HC (P <0,01). Sin embargo, no está claro hasta qué punto estos factores afectaban a la sequedad oral de los pacientes debido a que los rangos de FiO2 y de PEEP fueron estrechos. El estudio concluye que la sequedad de boca es un problema común en estos pacientes y que el nivel de la HC afecta significativamente a la humedad y sequedad oral durante la VNI
Un ensayo prospectivo(7) evalúa la comodidad de la oxigenoterapia con cánula nasal de alto flujo (CNAF) con humidificador frente a la mascarilla facial convencional en pacientes con insuficiencia respiratoria aguda (IRA). Se incluyeron 20 pacientes, que recibieron oxígeno durante 30 minutos. La CNAF se asoció a menos disnea y sequedad de boca, y a una mayor comodidad general. Además, el sistema humidificador térmico puede indirectamente afectar la oxigenación: la CNAF se asoció a una PaO2 (presión de oxígeno en sangre arterial)más elevada y a una menor frecuencia respiratoria frente a la mascarilla facial. La humidificación activa mejora la función mucociliar, facilita la eliminación de las secreciones y disminuye la formación de atelectasias, lo que mejora la relación ventilación-perfusión de oxigenación. Sin embargo, en el estudio no es probable que estos factores afectaran a la oxigenación después de tan sólo 30 minutos. Por otro lado, los sistemas de humidificación térmica pueden atenuar el desarrollo de síntomas de hiperreactividad bronquial por lo que la CNAF humidificada puede ser particularmente beneficiosa en pacientes con infección crónica respiratoria, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o asma bronquial.
Otro estudio prospectivo posterior(8) evalúa la eficiencia, seguridad y los resultados de la administración de oxígeno a través de CNAF en 38 pacientes de UCI con IRA. Se registraron los datos basales al inicio y varias veces tras implantación de la CNAF durante 48 horas. Se midió gasometría arterial antes y después. También se evaluaron el disconfort y las quejas y la necesidad de ventilación mecánica invasiva. La CNAF redujo significativamente la frecuencia respiratoria y cardíaca, la disnea, la retracción supraclavicular y la asincronía toraco-abdominal e incremento la pulsioximetría. Se observaron mejoras a los 15 minutos del comienzo en la frecuencia respiratoria y pulsioximetría. La PaO2 y la relación entre PaO2 y FiO2 se incrementó significativamente después de 1 hora en comparación con el valor inicial (141 ± 106 vs 95 ± 40 mmHg, p = 0,009 y 169 ± 108 vs 102 ± 23, p = 0,036; respectivamente). Estas mejoras se prolongaron durante todo el período de estudio. La CNAF se utilizó una media de 2,8 días y un máximo de 7 días. Nunca tuvo que ser interrumpida por intolerancia. No hubo casos de neumonía nosocomial durante su uso pero 9 pacientes requirieron ventilación mecánica invasiva de forma secundaria. El estudio concluye que la CNAF tiene efecto beneficioso en los síntomas clínicos y la oxigenación en pacientes de UCI con IRA.
La RS(9) sobre oxigenoterapia en las infecciones de las vías respiratorias inferiores (IVRI) en niños de entre 3 meses y 15 años indica que no existe una guía específica sobre el método de administración de oxígeno en las IVRI agudas. Hay varios métodos no invasivos para usar sin complicaciones, entre los que está el catéter nasofaríngeo, método en el que es necesario usar humidificadores para evitar que se sequen las secreciones faríngeas.
(*)Mirar Grados de Recomendación y Niveles de Evidencia en el texto completo de la guía.