La búsqueda ha identificado varios ensayos clínicos realizados para comprobar la eficacia del uso de probióticos en la prevención de candidiaisis vulvovaginal de repetición y en la vaginosis bacteriana.
La revisión de Clinical Evidence(1) clasifica al tratamiento con yogur conteniendo lactobacillus acidofilus , como de una efectividad desconocida para evitar recidivas de candidiasis vulvovaginal. La revisión, actualizada en Octubre del 2006, identifica dos pequeños ensayos clínicos randomizados de baja calidad y concluye que la evidencia es insuficiente para valorar la efectividad de los efectos de una dieta conteniendo yogur con lactobacilus en mujeres con candidiasis vulvovaginal recidivante. La revisión no identificó ningún ensayo randomizado realizado con el empleo de yogur por vía vaginal. En uno de los ensayos no se mostró diferencias de la tasa de infecciones a los 6 meses. En otro ensayo randomizado, controlado y cruzado, realizado en 33 mujeres; al año de seguimiento la tasa de infecciones fue más elevada, de forma significativa, en el grupo control en relación al grupo que tomaba 200gr al día de yogur con lactobacillus. Pero la tasa de abandono fue del 61% y no se realizaó una valoración de la tasa de infecciones que presentaban antes de cruzar los grupos; por lo que los resultados no los considera concluyentes.
Para la prevención de la vaginosis bacteriana se han localizado dos ensayos clínicos randomizados:
- Uno publicado en el 2006(2), en el que 60 mujeres, con sospecha o diagnóstico confirmado de vaginosis bacteriana, fueron distribuidas de forma aleatoria en dos grupos: uno tratado con óvulos vaginales conteniendo Lactobacillus acidofilus, y el otro fue tratado con los mismos óvulos vaginales + un probiótico por vía oral conteniendo Lactobacilllus paracasei subsp paracasei F 19. En ambos grupos, al final de la terapia, se observó una reducción significatica del pH vaginal, una mejoría en el "test del olor" y una mejoría subjetiva de los síntomas a los 3 meses del tratamiento; mejoría que se mantenía en los siguientes 3 meses. En el grupo en el que se combinaban los probióticos por vía oral y vaginal la mejoría fue mayor al pasar 6 meses de comienzo que en el grupo tratado solo por vía vaginal.
- Otro publicado en el 2008, en 100 mujeres diagnosticadas de vaginosis bacteriana(3). Tras tratamiento con clindamicina vaginal se distribuyeron al azar en dos grupos: uno tratado con capsulas vaginales de gelatina conteniendo lactobacillus y otro tratado con placebo. El tratamiento se mantuvo durante 10 días en 3 ciclos menstruales sucesivos. El estudio muestra que el tratamiento suplementario con probióticos no mejoró la eficacia del tratamiento a corto plazo; pero, en las mujeres curadas tras el tratamiento inicial, el tratamiento con probióticos , mantenido durante tres ciclos, disminuyó de forma significativa la tasa de recidivas e incrementó el número de mujeres libres de síntomas, a los 6 meses de seguimiento.