No se han encontrado ensayos clínicos, ni revisiones sistemáticas, ni Guías de Práctica Clínica donde hayan evidencias científicas sobre el uso del Cardio-Compresor neumático con respirador integrado y que requiere conexión a la toma de oxígeno.
Se ha encontrado una revisión literaria (1) donde se lleva a cabo un análisis de distintos artículos referentes a la neuroprotección en los estados postanóxicos. Dice el autor que la reanimación cardio pulmonar (RCP) estándar frecuentemente produce presiones de perfusión demasiado bajas, que son inadecuadas para conseguir el restablecimiento de la circulación espontánea y mantener la vida del individuo y su integridad neurológica. Y que por esta razón se han desarrollado mecanismos generadores de flujo circulatorio que, más allá de las técnicas convencionales de soporte vital avanzado, permitan mantener la función de órganos vitales mientras se recupera la función cardíaca. Entre los diversos métodos el autor habla del cardiocompresor mecánico de pistón. Dice el autor que este dispositivo mecánico no es un sustituto del masaje cardíaco externo (MCE), sino un accesorio utilizado por personal entrenado para optimizar la compresión cardíaca y la ventilación cuando hay dificultades para las compresiones manuales, como transporte del paciente, RCP prolongadas, escaso número de reanimadores o agotamiento de ellos. No se ha demostrado su eficacia en lactantes y en niños, por lo que su uso se debe limitar a adultos. Este dispositivo mecánico tiene las ventajas de que el ritmo y la profundidad de las compresiones son uniformes, y las desventajas de su coste, tamaño, peso, y la posibilidad de fractura esternal o de ineficacia si está mal colocado. Hasta ahora los datos clínicos de que se dispone son limitados, y no han demostrado que el pronóstico de supervivencia sea mayor con el cardiocompresor de pistón que con el MCE estándar (recomendación clase IIb). La clasificación de las recomendaciones que utiliza son según la American Heart association internacional committe on resuscitation.
En el apartado de Prácticas de dudosa calidad de Evidentia, los autores de un artículo (2) dicen que el dispositivo de compresión torácica o resucitador cardio-pulmonar se utilizaba cuando el masaje se prolonga en el tiempo, pero no se utiliza en la práctica habitual desde hace más de 20 años porque dejaba la mayoría de las veces una huella indeleble y varias costillas rotas. Requería un especial cuidado por parte del equipo sanitario para evitar desplazamientos, ya que la fuerza debía ser ejercida sobre el esternón. Que en un principio se utilizaba en adultos y niños, pero pronto dejó de utilizarse en estos últimos. Una nota del editor dice que El Nivel de calidad de la Evidencia: Duda clínica con comentario basado en evidencias de una revisión sistemática y la propia experiencia de los autores. Grado de recomendación: E. (adecuada evidencia para no recomendar la intervención, de niveles de calidad I y II.1, ya que es necesario tener la certeza de que su uso no es beneficioso: según el sistema de evaluación de la calidad de la evidencia científica de la U.S Preventive Services Task Force5 ). También dice el editor con respecto al comentario de los autores que es un acierto que muestra que existe una adecuada evidencia para excluir el uso de esta tecnología en la reanimación cardiopulmonar realizada en la Unidades de Cuidados Intensivos.
Un manual (3) para el soporte vital del adulto recomienda para el soporte circulatorio avanzado, tener entre el material de ayuda mecánica un Cardiocompresor automático que consta de un pistón unido a una tabla dorsal rígida. Son activados por oxígeno a presión y administran a la víctima un flujo de oxígeno al 100% cada 5 compresiones, realizando por tanto ventilación y masaje de forma automática y coordinada. Y que los cardiocompresores automáticos no deben sustituir a la compresión manual y que deben solo utilizarse en resucitaciones prolongadas con un número escaso de reanimadores, estando contraindicados en niños.
Una guía de recomendaciones (4) habla de técnicas y dispositivos que pueden mejorar la hemodinámica o la supervivencia a corto plazo cuando la usan reanimadores bien entrenados en casos seleccionados aunque ninguno ha demostrado consistentemente ser superior a la RCP manual convencional. Entre otros nombra el RCP con pistón mecánico. Dice que se han encontrado estudios en animales donde mejoró el dióxido de carbono al final de la inspiración, el gasto cardíaco, el flujo sanguíneo cerebral y el resultado neurológico a corto plazo. Los estudios en humanos también documentaron mejoría en el dióxido de carbono al final de la inspiración y la presión arterial media cuando se usa RCP con pistón mecánico comparado con RCP convencional. Dice la guía que puede ser particularmente útil este mecanismo cuando se requiere RCP prolongada, esto podría incluir la parada cardiaca por hipotermia o el envenenamiento.