Según la documentación consultada, la biotina puede interferir en las pruebas de función tiroidea, pero no con la toma de levotiroxina. Aunque algunos documentos sugieren la suspensión de biotina antes de la determinación de las pruebas de función tiroidea, en nuestro contexto sanitario se recomienda avisar al personal de laboratorio de que el paciente toma biotina.
Las herramientas de interacciones de Uptodate(1) y Dynamed(2) indican que no existe interacción entre la biotina y la levotiroxina.
Y no hacen mención a la biotina las evaluaciones de levotiroxina identificadas en Uptodate(3) y Dynamed(4) (elaboradas por Lexicomp y Micromedex respectivamente).
Tampoco se menciona una interacción con biotina en la ficha técnica consultada de levotiroxina(5). Sin embargo, advierte de que la biotina puede interferir en los inmunoanálisis tiroideos basados en una interacción entre la biotina y la estreptavidina, dando resultados falsamente reducidos o elevados; el riesgo es mayor con dosis mayores de biotina.
Añade que debe tenerse en cuenta esta interacción sobre todo si se observa discrepancia con las manifestaciones clínicas.
Información similar encontramos la ficha técnica consultada de biotina(6) y en una Comunicación dirigida a los profesionales sanitarios incluida en un boletín de seguridad de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios(7). Esta comunicación recomienda además “preguntar rutinariamente a los pacientes sobre el uso de biotina antes de solicitar pruebas de función tiroidea”.
También advierte de la interacción entre la biotina y las pruebas de función tiroidea la evaluación de biotina elaborada por Lexicomp(8).
Y el sumario de evidencia de Dynamed sobre la determinación de la hormona estimulante del tiroides(9) (TSH por sus siglas en inglés) menciona en su apartado de interacciones que con biotina existe riesgo de resultados falsamente bajos de TSH.
Se han localizado además varias revisiones narrativas (RN) que abordan esta interacción entre la biotina y los análisis basados en el sistema biotina-estreptavidina (B-E) y su relación con las pruebas tiroideas.
De la más reciente(10) destacamos la siguiente información:
- Debería aconsejarse a los pacientes que toman suplementos que comprobaran en sus etiquetas si contienen biotina. Por otra parte, los sanitarios deberían de manera activa preguntar a los pacientes sobre la toma de biotina y suplementos.
- Debería sospecharse la interferencia ante resultados discordantes con la clínica del paciente.
- El impacto de la interferencia entre la biotina y los inmunoanálisis basados en B-E depende de las concentraciones de biotina y del tipo de inmunoanálisis. En los inmunoanálisis competitivos la interacción origina resultados falsamente elevados y en los no competitivos falsamente disminuidos. El grado de dicha interferencia puede variar entre los inmunoanálisis de diferentes fabricantes.
- Los métodos habituales para comprobar la presencia de biotina incluyen diluciones de la muestra, repetición de las pruebas tras el aclaramiento de la biotina, eliminación de biotina de la muestra y repetición de la determinación con una plataforma diferente (otro método).
- De igual modo, esta interacción puede eliminarse utilizando sistemas no basados en B-E, eliminando la biotina de las muestras antes de la determinación, realizando diluciones de la muestra o suspendiendo la toma de biotina antes de la extracción (al menos 48 horas).
Otra RN(11) apunta que la interferencia puede no ser relevante cuando se toman dosis bajas como las contenidas en los suplementos nutricionales, pero sí cuando se toman dosis mayores a la ingesta recomendada. En estos casos indica que el paciente debería suspender la biotina al menos 24 horas antes de la extracción, señalando que pueden ser precisos períodos más prolongados en pacientes que toman dosis altas y en aquellos con insuficiencia renal. Menciona que algunos autores incluso consideran que debería suspenderse 7 días antes.
Periodos similares se indican en otra RN(12): sugiere diferentes periodos de lavado en función de la dosis de biotina que varían desde un día para dosis bajas (<5 mg /día) hasta 3-7 días para dosis más altas (>5 mg/día). Y agrega que “deben considerarse las diferencias individuales que influyen en la correlación entre la suplementación con biotina y las investigaciones de laboratorio”. Además, cabe señalar que pueden consultarse en esta revisión 2 algoritmos de interés en los que se indica la actitud a seguir en caso de sospecha de interacción con la biotina: uno dirigido al clínico y otro dirigido al profesional de laboratorio (figuras 5 y 6 respectivamente del documento).
Por último comentar que, según otra de estas RN(13), aunque los fabricantes suelen proporcionar el punto límite de biotina por encima del cual se pueden observar interferencias, es difícil saber con qué dosis diarias se corresponden estos límites. Este documento comenta además que estos puntos de corte se han determinado in vitro y podrían no traducirse a condiciones in vivo.