La evidencia encontrada sugiere que, los lactantes de más de 6 meses de edad que sufren una varicela, clínicamente clara, probablemente desarrollarán una inmunidad completa y duradera. Pueden ser considerados inmunes y, por tanto, omitir en ellos la vacunación. Ahora, tanto los lactantes que padecen la varicela con una edad inferior a 6 meses, como los menores de 1 año en los que la enfermedad sea leve o muy leve, de tal modo que su diagnóstico de lugar a dudas, deberán vacunarse a la edad indicada con carácter general, sin tener en cuenta el antecedente.
El Manual editado por “Centers for Disease Control and Prevention” sobre epidemiología y prevención de enfermedades prevenibles por vacunación(1), expresa que, se supone que los niños con antecedentes de varicela típica diagnosticada o verificada por un médico, son inmunes a la varicela. Las pruebas serológicas de los niños antes de la vacunación no están justificadas porque la mayoría de los niños entre 12 meses y 12 años sin antecedentes clínicos de varicela no son inmunes. El historial previo de varicela, no es una contraindicación para la vacunación contra la varicela, por lo que en caso de duda sobre el historial, se debe administrar la vacuna contra la varicela.
El Sumario de Evidencia de Uptodate acerca de la vacunación para la prevención de la varicela(2), menciona que la evidencia de inmunidad a la varicela incluye el diagnóstico o verificación de infección previa por varicela típica o infección por herpes zoster por parte de un médico. En aquellas personas que informan de antecedentes de varicela leve o atípica (que a menudo ocurrió en bebés menores de un año), es preciso realizar una verificación que requiere:
- documentación de un vínculo epidemiológico con un caso típico o con un caso confirmado por laboratorio; o
- confirmación de laboratorio del episodio anterior, porque otras enfermedades pueden simular varicela leve o atípica.
El Comité Asesor de Vacunas, de la Asociación Española de Pediatría (AEP), en su Manual de inmunizaciones(3) explica que los niños que han padecido la varicela antes de cumplir 1 año, debido a la presencia de anticuerpos maternos y a la inmadurez del sistema inmunológico puede dar lugar a formas clínicas poco expresivas, y una respuesta inmunológica incompleta. Los estudios serológicos más recientes muestran que la persistencia de anticuerpos maternos en el lactante es variable, pero de menor duración que en la época prevacunal. Por otro lado, la vacunación de personas inmunes no conlleva riesgos relevantes. Debido a la importancia de asegurar la inmunización infantil y frenar la circulación del virus de la varicela, se recomienda en general no considerar el antecedente de haber padecido varicela en el primer año de vida como prueba de inmunidad y administrar la pauta vacunal estándar a estos niños.
No obstante, se pueden valorar los casos de forma individual, atendiendo fundamentalmente a la edad y a la seguridad del diagnóstico de varicela:
- Los lactantes de más de 6 meses de edad que sufren una varicela, clínicamente clara, probablemente desarrollarán una inmunidad completa y duradera. Pueden ser considerados inmunes y, por tanto, omitir en ellos la vacunación.
- Los lactantes que padecen la varicela con una edad inferior a 6 meses, por un lado, y los menores de 1 año en los que la enfermedad sea leve o muy leve, de tal modo que su diagnóstico dé lugar a dudas, por otro, deberán vacunarse a la edad indicada con carácter general, sin tener en cuenta el antecedente citado.
Por último en el protocolo del calendario de vacunaciones del Servicio Andaluz de Salud(4), en el apartado de aclaraciones y situaciones especiales refiere que en el caso de antecedente de varicela antes de los 12 meses de vida, puede ser poco expresiva y de dudoso diagnóstico. En general, se recomienda no tenerla en cuenta (sobre todo si ocurre en los primeros 6 meses o si ocurre de forma leve en cualquier momento de los primeros 12 meses), y realizar vacunación con la pauta estándar. Si ocurre entre los 6 y 12 meses de edad y el diagnóstico es claro, se puede considerar inmune y omitir la vacunación.