[En la terapia con vibración de todo el cuerpo se usa una plataforma vibratoria en la que el paciente se sienta o se mantiene de pie mientras realiza ejercicios prescritos.]
La documentación consultada indica que la evidencia disponible sobre los efectos de la terapia con vibración del cuerpo completo en los niños con parálisis cerebral es escasa y no concluyente. Algunas organizaciones recomiendan no usarla.
Uno de los sumarios de evidencia (SE) de Uptodate sobre parálisis cerebral(1), en el apartado dedicado al manejo de la función motora alterada, menciona la vibración de todo el cuerpo entre las intervenciones sobre las que no es posible hacer recomendaciones a favor o en contra debido a que la evidencia disponible es no concluyente o de muy baja calidad.
Por su parte, el SE de Dynamed, también sobre la parálisis cerebral(2), recoge la información de un ensayo clínico aleatorizado (ECA) realizado en 30 niños con parálisis cerebral(3), según el cual la adición de vibración de todo el cuerpo a la terapia convencional podría mejorar la marcha (nivel de evidencia 2 de Dynamed*) y el grosor muscular en niños con parálisis cerebral (nivel de evidencia 3 de Dynamed*).
Una guía de práctica clínica estadounidense de 2022, de criterios de uso apropiado(4), incluye la terapia con vibración de todo el cuerpo en el listado de las terapias que no se consideran necesarias, debido a que la evidencia actual no ha podido demostrar o no ha mostrado un beneficio neto clínicamente significativo superior a las terapias convencionales. Esta guía considera que la terapia con vibración de todo el cuerpo no es médicamente necesaria en ningún escenario clínico.
Se han identificado además numerosas revisiones sistemáticas (RS) en las que se evalúa esta terapia en niños con parálisis cerebral. Resumimos a continuación los resultados de las más recientes. Estas 3 RS incluyen el estudio mencionado en Dynamed entre los estudios seleccionados(3).
Una agencia de evaluación de tecnologías sanitarias estadounidense elaboró una RS sobre la actividad física en personas con esclerosis múltiple, parálisis cerebral y lesión medular(5). La búsqueda, de ECA, ensayos clínicos no aleatorizados cuasiexperimentales y estudios de cohorte, se actualizó en noviembre del 2020. Debido a la heterogeneidad de los resultados informados y a la inconsistencia en la dirección de los hallazgos no encontró suficiente evidencia de que la terapia con vibración de todo el cuerpo mejorara la marcha en niños con parálisis cerebral: uno de los ECA identificados (n=30) encontró una mejoría en la velocidad de la marcha con la terapia de vibración mientras que el otro (n=20) encontró una mejoría de la distancia recorrida del grupo que no la usó. Ninguno de estos 2 ensayos evaluó los daños o efectos adversos.
Según otra RS (ECA publicados hasta enero de 2019), sobre el efecto de terapias físicas en parámetros espaciotemporales de la marcha en niños con parálisis cerebral(6), el entrenamiento con plataformas vibratorias parece mejorar la velocidad de la marcha (evidencia de calidad moderada según el sistema GRADE). Este hallazgo se basa en los resultados de 3 ECA con 30, 30 y 17 pacientes cada uno. Sin embargo, los autores apuntan que se desconoce si los beneficios de esta intervención son duraderos porque ninguno de estos 3 estudios realizó una evaluación durante el periodo de seguimiento.
Otra RS sobre los efectos a largo plazo de la terapia de vibración de todo el cuerpo sobre la marcha(7) incluyó 3 ECA realizados en niños con parálisis cerebral (publicados hasta diciembre de 2018). La calidad de estos estudios era de 5-8 puntos según la escala PEDro** y los 3 mostraron una mejoría significativa en los parámetros de la marcha después de la terapia con vibración del cuerpo completo respecto a los grupos control: test de la marcha de 6 minutos en uno de los estudios (n=16); test de la marcha de 10 metros en otro (n=20); velocidad de la marcha y longitud de la zancada en el tercero (n=30).
*Consultar niveles de evidencia en el documento.
**En esta escala se evalúan 11 criterios, pero no se tuvo en cuenta el criterio de validez externa, por lo que la puntuación máxima sería 10 puntos. Los estudios con 5-10 puntos se consideraron de alta calidad y los de menos de 5 de baja calidad.