En base a la escasa evidencia disponible no se puede establecer una conclusión sobre el papel que podría tener la inyección intramuscular de plasma rico en plaquetas (PRP) para el manejo de un trastorno de la articulación temporomandibular (ATM) manifestado como dolor miofascial (de causa no articular).
Por un lado, no se han identificado guías de práctica clínica o sumarios de evidencia que hagan mención a la inyección de PRP entre los tratamientos descritos para el dolor miofascial de los músculos masticatorios.
Y la búsqueda en las bases de datos de estudios identifica un único ensayo clínico aleatorio (ECA) piloto(1) en el cual se explora el efecto nociceptivo de las inyecciones intramusculares de PRP en pacientes con un trastorno de la ATM manifistado como dolor miofascial de los músculos maseteros.
En dicho estudio(1), un total de 58 pacientes diagnosticados con dolor miofascial de los músculos maseteros (diagnóstico basado en la versión polaca de los “Research Diagnostic Criteria for Temporomandibular Disorders”) cumplieron los criterios de inclusión (37 mujeres y 21 hombres; edad media 29,35 ± 6,61) y fueron aleatorizados en uno de dos grupos: experimental (Grupo I, n = 29) y control (Grupo II, n = 29). El primer grupo recibió inyecciones con PRP y el segundo grupo recibió inyecciones con solución salina isotónica como grupo de control (NaCl 0,9%). Se utilizó la Escala Visual Analógica (EVA) para determinar los cambios en la intensidad del dolor durante las visitas de seguimiento en cada grupo; la intensidad del dolor se midió con la escala EVA antes (día 0), durante (día 5) y después (día 14) de la terapia con inyecciones de PRP. En ambos grupos las inyecciones se realizaron bilateralmente en los músculos maseteros derecho e izquierdo en 3 puntos dolorosos (puntos gatillo -PG-) en cada sitio (6 × 0,5 mL = 3 mL) cerca del origen, debajo del arco cigomático. Al analizar los resultados se observó una mejora significativa en la intensidad del dolor en la escala EVA, con una reducción del 58 % en el grupo experimental y del 10,38 % en el grupo control 5 días después de las inyecciones (día 5). La reducción de la intensidad del dolor 14 días después de las inyecciones (día 14) en el grupo experimental fue del 47,16% y del 4,62% en el grupo control, respecto a los valores basales (día 0). No hubo eventos adversos graves durante el ensayo.
Por su parte, un estudio retrospectivo(2) publicado en enero de 2021 comparó la efectividad de tres tratamientos intramusculares en una muestra de pacientes con PG miofasciales en el músculo masetero que fueron tratados entre 2016 y 2019. Se compararon las inyecciones de anestesia local (AL) (mepivacaína 3%; grupo I; 27 pacientes), toxina botulínica (BTX) (grupo II; 26 pacientes) y PRP (grupo III; 29 pacientes). La variable de resultado primaria fue el nivel promedio de dolor en reposo y al masticar; fueron resultados secundarios la intensidad del dolor por presión (con EVA), el valor de la escala de limitación funcional de la mandíbula (JFLS por sus siglas en inglés) y la calidad de vida (medida utilizando el perfil de impacto en la salud oral-14 [OHIP-14 por sus siglas en inglés]). Las variables de resultado se evaluaron en el momento del diagnóstico y 1, 3 y 6 meses después del tratamiento.
El estudio observó que las inyecciones de AL, PRP y BTX aliviaron eficazmente los signos y síntomas clínicos de los pacientes con PG miofasciales en el músculo masetero en los seguimientos realizados a los 1 y 3 meses. Las inyecciones de BTX y AL mostraron resultados mucho mejores que la inyección de PRP a los 3 meses, y la inyección de BTX produjo resultados mucho mejores en términos de disminución de las puntuaciones de dolor en EVA y mejora de los valores de JFLS y OHIP-14 en comparación con la inyección de AL a los 3 meses. Además, en el seguimiento de 6 meses, solo la inyección de BTX fue efectiva para continuar mejorando los valores de EVA, JFLS y OHIP.
Concluyen los autores que, si bien las inyecciones de PRP y AL brindan suficiente alivio clínico durante un período breve, para garantizar la eficacia a largo plazo en el tratamiento de los puntos gatillo miofasciales masticatorios se recomienda realizar la inyección de BTX.
También se localiza un metanálisis en red(3) de ECA sobre terapias basadas en la punción para el manejo del dolor miofascial de los músculos masticatorios, que al comparar las diferentes opciones de tratamiento que investigan los estudios incluidos encuentra una disminución significativa del dolor después de la inyección intramuscular de PRP en comparación con un placebo activo (inyección intramuscular placebo), un placebo pasivo (sin inyección intramuscular), y la acupuntura (de hasta un 47 % a los 14 días de la punción) y describe que fue el tratamiento más efectivo para disminuir la intensidad del dolor posterior al tratamiento en el seguimiento a corto plazo (95,8 %; evidencia de calidad muy baja).
No obstante, en la discusión los autores comentan que aunque este es un resultado prometedor, solo se basa en un estudio(1) donde los autores concluyen que podría ser un método útil cuando otros métodos conservadores han fallado. Consideran que no se pueden establecer conclusiones definitivas y que se necesitan más ECA con grupos de pacientes más grandes y seguimientos más prolongados para investigar el efecto del PRP en la disfunción temporomandibular de origen muscular.
Además, en una reciente revisión sistemática(4) se menciona la inyección intramuscular de PRP en los PG del masetero como una opción terapéutica nueva para el dolor miofascial como síntoma de disfunción de la ATM; hace referencia a los dos estudios mencionados(1,2) pero sin aportar comentarios sobre su efectividad.