Hay dos preguntas muy semejantes publicadas en el banco de preguntas PREEVID en diciembre de 2010 y en marzo de 2014, por lo que se ha procedido a actualizar la búsqueda. Los nuevos estudios encontrados mantienen la misma recomendación de entonces: se sugiere no administrar agentes antipiréticos o analgésicos de manera profiláctica y con carácter general tras la vacunación infantil, ya que se puede asociar a una peor respuesta inmunitaria frente a algunos tipos de vacuna. Por el momento, y para alguna de ellas, se desconoce si esa interferencia inmune podría afectar a la protección clínica.
Una revisión sistemática(1) realizada con el objetivo de evaluar la relación entre la administración profiláctica de antipiréticos, los eventos adversos posteriores a la vacunación y la respuesta de anticuerpos en los niños, incluyó 13 ensayos clínicos con un total de 5.077 niños, mayores de un mes. Los ensayos fueron heterogéneos con respecto al esquema de dosificación de la intervención, la edad de los niños incluidos, el tipo de vacuna utilizada y los resultados medidos. Las intervenciones incluían la administración profiláctica de antipiréticos (paracetamol o ibuprofeno o ambos) frente a placebo o sin antipiréticos profilácticos. Se consideraron todas las formulaciones, dosis y pautas de administración de los antipiréticos. No hubo ningún ensayo que examinara el efecto profiláctico del ibuprofeno sobre la respuesta de anticuerpos posterior a la vacunación. Los resultados de la administración profiláctica de antipiréticos, indican que el paracetamol redujo el riesgo de fiebre y reacciones locales y sistémicas en niños ≤ 6 años, mientras que el ibuprofeno no redujo el riesgo de fiebre. Hubo diferencias estadísticamente significativas en las respuestas de anticuerpos entre los grupos, siendo menor en el grupo de uso profiláctico de paracetamol, aunque este grupo mantenía niveles protectores de anticuerpos contra todos los antígenos administrados, después de la vacunación primaria y dosis de refuerzo.
El sumario de evidencia de Uptodate(2) sugiere no administrar agentes antipiréticos o analgésicos de manera profiláctica tras la vacunación infantil. Aunque podría reducir, en los niños más pequeños, la incidencia de reacciones adversas, el escaso efecto observado y la disminución de la respuesta inmunitaria, aconsejarían no administrar paracetamol de forma profiláctica o dentro de las cuatro horas posteriores a la vacunación, reservándose para cuando haya fiebre, o presencia de otras reacciones adversas molestas.
Según la guía de práctica clínica (GPC)(3) del Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP), la evidencia no respalda el uso de antipiréticos antes o en el momento de la vacunación; sin embargo, pueden usarse para el tratamiento de la fiebre y las molestias locales que pueden ocurrir después de la vacunación. Según esta GPC, los estudios de niños con convulsiones febriles previas, no han demostrado que los antipiréticos sean eficaces en la prevención de las convulsiones febriles.
Esta misma recomendación se ha encontrado en el documento sobre reducción del dolor tras la vacunación de la Organización Mundial de la Salud (4), en una GPC canadiense (5) y, ya en nuestro contexto, en un documento del Comité Asesor de Vacunas(6); indican que el paracetamol no debería recomendarse de forma rutinaria con el propósito de prevenir posibles reacciones. Puede usarse para tratar la fiebre (≥38 ºC) o el dolor, si, después, se presentan.
El programa de vacunación infantil de la Consejería de Sanidad y Consumo de Murcia(7) solo recomienda el uso del paracetamol de forma profiláctica en la vacunación de difteria, tétanos y tosferina en niños con antecedentes personales o familiares de convulsiones.
Se ha seleccionado un ensayo clínico aleatorizado (ECA)(8), que evaluó la respuesta inmune y la reactogenicidad, a la vacuna conjugada de polisacárido neumocócico y proteína D de Haemophilus influenzae no Tipificable (PHiD-CV, por sus siglas en inglés), después de la administración profiláctica de ibuprofeno [inmediata (IIBU) o diferida (DIBU)], frente a la no administración de ibuprofeno (NIBU) y el efecto de la administración de paracetamol [inmediata (IPARA) o diferida (DPARA, esta aún no estudiada), o sin paracetamol (NPARA)]. Las medidas se realizaron tras la administración de PHiD-CV y las vacunas infantiles que rutinariamente son administradas junto con esta vacuna, tanto en la primera dosis como en las de refuerzo. Se incluyeron a 812 lactantes que fueron asignados al azar, las características demográficas fueron similares entre los grupos.
Este ECA encontró que no hubo diferencias en las tasas de notificación de reacciones febriles entre los grupos IIBU y DIBU frente a NIBU, tras la administración de la primera dosis y de la de recuerdo. Sin embargo, en IPARA y DPARA la incidencia de fiebre fue de 32,9% y 38,0% respectivamente, frente al 54,1% de los participantes del grupo NPARA. Con respecto a la inmunogenicidad [medida mediante concentraciones medias geométricas de anticuerpos (GMC), por sus siglas en inglés], en el caso del ibuprofeno, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en las GMC de anticuerpos para los serotipos neumocócicos de la vacuna o la proteína D. En el caso del paracetamol, las GMC de anticuerpos fueron menores para 6 de los serotipos PHiD-CV y la proteína D en el grupo IPARA, y para los serotipos 1 y 6B en el grupo DPARA, comparado con el grupo NPARA. Cuando se administró paracetamol inmediatamente, sólo tras la dosis de refuerzo (que corresponde a la edad con mayor riesgo de convulsiones febriles,15 meses), no se observó ningún efecto sobre la respuesta inmune a PHiD-CV mientras que la incidencia de fiebre se redujo. Para los autores, al decidir la elección de un antipirético profiláctico, tanto en el caso del ibuprofeno como en el del paracetamol, debería considerarse con cautela su relación riesgo/beneficio. Finalmente indican que el enfoque más conservador sería no proporcionar profilaxis en absoluto, excepto cuando el paciente individual lo requiera.
Por último, otro ECA(9), que evaluó si la profilaxis con paracetamol o ibuprofeno interfiere con las respuestas inmunes a la vacuna antineumocócica conjugada 13-valente (PCV13) administrada concomitantemente con la vacuna combinada DTaP / HBV / IPV / Hib, también concluyó que los antipiréticos profilácticos afectan la respuesta inmunitaria a las vacunas; estos efectos varían según la vacuna, el agente antipirético y el momento de administración. En los bebés, el paracetamol puede interferir con las respuestas inmunitarias a los antígenos neumocócicos y el ibuprofeno puede reducir las respuestas a los antígenos de tos ferina y tétanos. Para los autores, el uso de antipiréticos para la profilaxis de la fiebre durante la vacunación infantil merece una consideración cuidadosa.