Pregunta actualizada a 1 de junio de 2020
La información contenida en esta respuesta, está en continua revisión, siendo posible que, en un plazo breve sea actualizada, incorporando una nueva pregunta al Banco de Preguntas. Algunos de los documentos referenciados son “preprint”, es decir que no han sido revisados por pares. Aportan información que precisa ser evaluada con detalle antes de convertirse en recomendaciones aplicables a la práctica clínica.
La pregunta “¿Los fumadores pueden ser un grupo más vulnerable que los no fumadores para la infección por SARS-CoV-2 ?(1) publicada el 2 de mayo por este servicio, resumía así los resultados de los estudios hallados:
“Según la documentación revisada, fumar es una condición prevalente entre los pacientes hospitalizados con COVID-19 y un factor de riesgo para la progresión a formas graves de la enfermedad (los fumadores muestran una probabilidad 2,25-2,5 veces mayor de presentar COVID-19 grave, que los pacientes que nunca fumaron).”
En el transcurso del último mes se han publicado más estudios cuyas conclusiones van en la línea de lo expresado anteriormente.
Destacamos entre la documentación revisada, el resumen de la evidencia publicado por la World Health Organization(2) que evalúa la literatura disponible sobre la asociación entre fumar y la COVID-19, incluyendo variables como: el riesgo de infección por SARS-CoV-2; el riesgo de hospitalización por COVID-19; y la gravedad de la COVID-19 entre los pacientes hospitalizados (ingreso en unidades de cuidados intensivos [UCI], el uso de ventilación mecánica y muerte). El documento concluye indicando que la evidencia disponible sugiere que fumar está asociado con una mayor gravedad de la enfermedad y un mayor número de muertes en pacientes hospitalizados con COVID-19; sin embargo, añade que no hay evidencia para cuantificar el riesgo para los fumadores de hospitalización por COVID-19 o de infección por SARS-CoV-2 en la literatura revisada por pares, y que se necesitan estudios basados en la población para abordar estas preguntas.
Una Revisión Sistemática (RS) rápida sobre prevalencia, gravedad y mortalidad asociadas con EPOC y tabaquismo en pacientes con COVID-19 (3), incluyó 15 estudios en el metaanálisis con un total de 2.473 pacientes confirmados con COVID-19. La tasa bruta de letalidad de COVID-19 fue del 7,4%. Las tasas de prevalencia agrupadas de pacientes y fumadores con EPOC en los casos de COVID-19 fueron del 2% ( Intervalo de confianza al 95% [IC 95%] 1% -3%) y del 9% (IC 95%, 4% -14%) respectivamente. Los pacientes con EPOC tenían un mayor riesgo de tener la enfermedad de forma más grave (riesgo de gravedad = 63%, (22/35) en comparación con los pacientes sin EPOC, 33,4% (409/1224) (Riesgo relativo (RR) = 1,88 [IC 95%, 1,4-2,4] ). Esto se asoció con una mayor mortalidad (60%). Además, los resultados mostraron que el 22% (31/139) de los pacientes con tabaquismo activo (“fumadores actuales”) y el 46% (13/28) de los exfumadores tenían complicaciones graves. El cálculo del RR mostró que los fumadores actuales tuvieron 1,45 veces más de probabilidad (IC 95%: 1,03-2,04) de tener complicaciones graves (31/108) en comparación con los ex fumadores y los no fumadores; los fumadores actuales también tenían una tasa de mortalidad más alta (del 38,5%). Los autores indican que aunque la prevalencia de EPOC en los casos de COVID-19 fue baja en los informes manejados, la COVID-19 se asoció con tasas sustanciales de gravedad y mortalidad en pacientes con EPOC. Por ello los autores sugieren que se requieren medidas preventivas efectivas para reducir el riesgo de COVID-19 en pacientes con EPOC y en fumadores actuales.
La actualización de un metaanálisis (4), titulado ''''El tabaquismo activo no está asociado con la gravedad de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)'''' concluye que la versión previa tenía errores y condujo a una conclusión errónea. Los resultados corregidos, sugieren que el tabaquismo activo está significativamente asociado con el riesgo de COVID-19 grave.
Sin embargo, a pesar de esta evidencia, se han localizado otros estudios de los que hemos seleccionado dos por su relevancia, que muestran una baja prevalencia de fumadores entre las personas hospitalizadas por COVID-19:
- En una RS de estudios de prevalencia sobre tabaquismo actual en pacientes hospitalizados con COVID-19 en China(5) los autores consideran justificada la investigación del efecto clínico de la nicotina farmacéutica sobre la susceptibilidad, la progresión y la gravedad de COVID-19 a través de ensayos clínicos, tras la observación de una prevalencia consistentemente baja de tabaquismo entre los casos de COVID-19 en China y los EE. UU, junto con los mecanismos potenciales a través de los cuales la nicotina interactúa con el proceso inflamatorio y el eje renina-angiotensina-aldosterona.
- La tercera versión de una RS (6) que evalúa la asociación del tabaquismo con la infección por SARS-CoV-2, la hospitalización y la mortalidad por COVID-19 muestra que en los 67 estudios observacionales incluidos, existe una incertidumbre sustancial derivada posiblemente de la forma de registro del hábito tabáquico actual o pasado de los pacientes. Refieren los autores, que a partir de los datos disponibles, no hay evidencia suficiente para establecer si el tabaquismo actual o pasado está asociado con la infección, hospitalización o mortalidad por COVID-19.
Por último, el CEBM (The Centre for Evidence-Based Medicine, University of Oxford) en una revisión narrativa sobre el papel de la nicotina en la infección por SARS-Cov-2 (7) refiere que, aunque hay estudios en curso, la evidencia actualmente disponible se basa principalmente en especulaciones y concluye que:
- Existen vías biológicamente plausibles a través de las cuales la nicotina puede afectar el SARS-CoV-2, pero la importancia clínica de estas no está del todo clara.
- Se están realizando estudios preliminares sobre el papel de la terapia de reemplazo de nicotina como ayuda terapéutica para COVID-19.
- La evidencia hasta ahora es demasiado limitada para informar cualquier decisión sobre el uso de la terapia de reemplazo de nicotina en COVID-19.
- Cuando se usa para dejar de fumar, existe evidencia de alta certeza de que la terapia de reemplazo de nicotina es segura y efectiva.