Tras la búsqueda en las bases de datos habitualmente consultadas se han seleccionado, una revisión sistemática (RS) actualizada a 2017, dos sumarios de evidencia (SE) y una revisión de revisiones (RR) que establecen que la irrigación vaginal con una solución antiséptica inmediatamente antes del parto por cesárea se utiliza con el fin de reducir la morbilidad infecciosa tras cesárea.
La RS(1) Cochrane se publicó por primera vez en 2010 y ha sido actualizada en cuatro ocasiones; para la última edición, la búsqueda se actualizó a 10 de julio de 2017. La RS incluyó 11 ensayos que informaron sobre resultados para 3.403 mujeres que evaluaron los efectos de la limpieza vaginal (ocho que utilizan povidona yodada, dos clorhexidina y uno cloruro de benzalconio) sobre la morbilidad infecciosa tras la cesárea. Los grupos de control no tenían preparación vaginal (ocho ensayos) o usaron una preparación vaginal salina (tres ensayos). El riesgo de sesgo en los estudios redujo la confianza en los resultados para la endometritis. Los resultados muestran que la preparación vaginal con una solución antiséptica inmediatamente antes del parto por cesárea redujo la incidencia de endometritis tras la cesárea, de 8,7% en los grupos de control a 3,8% en los grupos de limpieza vaginal [proporción de riesgo promedio (RR) 0,36, intervalo de confianza del 95% (IC 95%): 0,20 a 0,63, en 10 ensayos, que incluían a 3.283 mujeres, calidad de la evidencia moderada]. Dos ensayos informaron de un riesgo menor de complicaciones en la herida o endometritis en mujeres que recibieron preparación vaginal preoperatoria [RR 0,46, (IC 95%) 0,26 a 0,82, calidad moderada]. No se informaron efectos adversos con la limpieza vaginal con povidona yodada o clorhexidina.
En base a los resultados los autores concluyen que limpiar la vagina inmediatamente antes de un parto por cesárea con una solución a base de yodo o clorhexidina consigue una reducción del riesgo de infección del útero después de una cesárea. Este beneficio puede ser mayor para las mujeres que tienen un parto por cesárea después de que sus membranas se hayan roto o ya están en trabajo de parto. Se considera, además que es una forma simple y bien tolerada para disminuir las posibilidades de desarrollar una infección después de una cesárea.
Los SE de UpToDate(2) y DynaMed Plus (3) basan sus recomendaciones en esta misma RS Cochrane(1).
Para la RR(4) se realizaron búsquedas en PubMed y en la Base de datos Cochrane para obtener revisiones sistemáticas y metanálisis publicados entre enero de 2000 y mayo de 2014 sobre las intervenciones para reducir la aparición de infecciones del sitio de incisión (SSI, por sus siglas en inglés) y endometritis entre las mujeres sometidas a cesárea. Se incluyeron un total de 30 artículos de revisión que cumplieron con los criterios de inclusión. Entre estos artículos, se evaluaron 77 intervenciones distintas: el 29% de los estudios aportaban pruebas sólidas según lo evaluado por los autores del artículo original y el 83% de los artículos de las revisiones fueron clasificadas como de buena calidad según los evaluadores. Cuatro artículos revisaron las técnicas de limpieza vaginal preoperatoria para reducir las SSI. Un total de 10 artículos revisaron el uso, tipo y momento de la profilaxis antibiótica para reducir las SSI, y 23 artículos revisaron diferentes técnicas quirúrgicas intraoperatorias para reducir las SSI, incluido el tipo de incisión, el cierre de la incisión en la piel y el útero y la extracción de la placenta. Cinco artículos revisaron el uso de drenajes para reducir la aparición de SSI, 1 artículo revisó el resultado de SSI relacionado con la prevención del tromboembolismo venoso y 2 artículos revisaron el uso de oxígeno suplementario para reducir la aparición de SSI. Diez intervenciones se clasificaron como efectivas para reducir la SSI con pruebas sólidas, entre ellas se incluye la limpieza vaginal preoperatoria, el uso de profilaxis perioperatoria con antibióticos y varias técnicas quirúrgicas. En opinión de los autores de esta revisión, para reducir las tasas de SSI entre las mujeres sometidas a cesárea se deberían realizar intervenciones como la limpieza vaginal preoperatoria y el uso de antibióticos perioperatorios dado que existen pruebas convincentes para respaldar su efectividad.
Por otro lado, comentar que no se aborda en los documentos consultados la posibilidad de efectos adversos en el recíen nacido asociado al uso de povidona yodada como antiséptico: una guía para la prevención de defectos congénitos(5) indica que la sobrecarga yodada en el período perinatal, por utilizar antisépticos yodados para la antisépsia cutánea de la madre y/o del recién nacido, sigue siendo una yatrogenia frecuente a pesar de estar formalmente contraindicada. La sobrecarga yodada no sólo altera los resultados del cribado neonatal del hipotiroidismo congénito por bloquear transitoriamente el tiroides del RN e invalida la prevalencia de la hipertirotropinemia neonatal como indicador de la deficiencia de yodo, sino que incluso puede afectar negativamente al cerebro y al oído interno en esa fase tan sensible a las hormonas tiroideas.
Además se han descrito, en lactantes, casos de hipotiroidismo transitorio y de hipertiroidismo asociados a la utilización en la madre de povidona iodada como antiséptico (recomendamos la consulta a las respuestas de las preguntas relacionadas a esta pregunta).