No se han localizado guías de práctica clínica o sumarios de evidencia que hagan referencia al potencial papel que la suplementación con azafrán podría tener en el manejo de la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). No obstante, se ha identificado una revisión sistemática publicada en mayo de 2018 que aborda el tratamiento de la DMAE seca y la enfermedad de Stargardt(1) e incluye entre las intervenciones nutricionales evaluadas al azafrán. Respecto a su efectividad plantea que los estudios realizados (de pequeño tamaño muestral, seguimiento a corto/medio plazo y limitaciones metodológicas) informan que los extractos de azafrán parecen mostrar algunos beneficios en la agudeza visual (AV) de los pacientes aunque se considera precisa más investigación que corrobore estos hallazgos.
En cuanto a la investigación revisada por los autores de la revisión sistemática(1):
- Se identificaron dos revisiones no sistemáticas(2,3) sobre el uso del azafrán en DMAE. La de Milajerdi et al(2) concluyó que parece que el azafrán y sus componentes (especialmente crocina y crocetina) puede tener un papel como protector ocular y que este efecto puede ser atribuido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y a la inhibición de la apoptosis ejercida por el azafrán y sus componentes. La otra revisión, de Bisti et al(3), estableció que el tratamiento con azafrán parece ser capaz de hacer frente a la progresión degenerativa de la DMAE, y que, aunque la forma de actuación aún está bajo investigación, parece razonable concluir que los componentes de azafrán pueden reducir la muerte de los fotorreceptores y preservar la función visual.
Una tercera revisión (de Broadhead et al(4)) también analizó el uso del azafrán en el contexto de una amplia revisión de las intervenciones nutricionales en la DMAE. A diferencia de las revisiones previas, los autores concluyeron que, a pesar de los resultados alentadores de los estudios, las muestras de pacientes eran pequeñas por lo que se requiere investigación adicional para comprobar su potencial efecto.
- Además en la revisión sistemática se incluyeron seis estudios. Tres eran del mismo grupo investigador italiano: un ensayo clínico aleatorio (ECA) cruzado(5) realizado por Falsini et al, un estudio de antes y después(6), de Piccardi et al, y un estudio de cohortes, de Marangoni et al(7).
- Con respecto a su calidad metodológica los autores de la revisión indican que el ECA de Falsini tenía un riesgo incierto de sesgo de selección, el estudio antes y después realizado por Piccardi parecía ser de buena calidad, y el estudio de cohorte se considera de mala calidad.
- Un total de 87 participantes fueron incluidos en los 3 estudios, todos pacientes con DMAE precoz.
- En el ECA cruzado(5), se administró a cada paciente (N = 25) de forma alternativa 20 mg de azafrán o placebo durante 90 días, con un periodo de lavado entre ambos tratamientos de 15 días. En el estudio antes-después(6), los 29 pacientes que participaron en el estudio recibieron azafrán (dosis no informada) durante 14 meses, y en el estudio de cohorte(7), se administró a 33 pacientes 20 mg de azafrán durante un promedio de 11 meses.
- La edad media de los pacientes evaluados fue de 65 a 69 años en todos los estudios y alrededor del 46-55% de los participantes eran hombres.
- En cuanto a los resultados se destaca que:
- El ECA cruzado(5) mostró que después de 90 días la media de agudeza visual (AV) fue significativamente mejor con azafrán que con placebo (media de AV 0,80 [desviación estándar, DE, 0,20] en el grupo de azafrán; media de AV 0,72 [DE 0,24]; p <0,01. Se informó que la AV aumentó en 1 línea de Snellen en el 80% de los pacientes tratados con azafrán y se mantuvo sin cambios en el 20% de estos pacientes. En el grupo placebo, el 100% de los pacientes permaneció sin cambios.
- En el estudio antes-después(6), después de 14 meses de tratamiento, la VA media mejoró en 2 líneas de Snellen en comparación con los valores de referencia (VA 0,75 a 0,9; p <0,01). El resultado primario del estudio fue el electrorretinograma focal (fERG), que no cambió durante el estudio.
- En el estudio de cohortes(7), aunque la AV se evaluó como un resultado secundario, no se informaron datos. El resultado primario, el fERG, mejoró significativamente durante el estudio en comparación con el valor inicial (p < 0,01).
- Ninguno de los estudios informó de efectos adversos.
- Los otros tres estudios fueron tres ECAs(8-10) (uno de ellos disponible solo como resumen de una conferencia(10) y al que no hemos podido acceder a texto completo):
- Del ECA de Lashay et al(8) (que pareció ser de buena calidad utilizando la escala Cochrane de riesgo de sesgo) solo se analizan los resultados de los 30 pacientes con DMAE seca (de ellos solo 16 completaron el estudio). Los pacientes fueron asignados al azar a recibir 30 mg/día de azafrán oral o suplementos de placebo durante 6 meses. El estudio informa (sin proporcionar datos concretos) que no se encontró una mejoría objetiva de la AV ni en el grupo de azafrán ni en el de placebo, aunque los pacientes en el grupo de azafrán con frecuencia presentaron informes subjetivos de mejor visión así como informes de mayor bienestar general.
- En el ECA de Riazi et al(9) se incluyeron solo pacientes con DMAE seca y de forma aleatoria se les asignaron 50 mg de azafrán al día (n = 29) o cápsulas de placebo (n = 25). Después de 3 meses, se informaron mejoras en la AV y la sensibilidad al contraste en el grupo de azafrán, pero no en los controles. En este estudio el riesgo de sesgo no está claro debido a la falta de detalles.
- Por último, los autores de la revisión señalan que los detalles del ECA de Broadhead et al(10) son demasiado escasos para evaluar la calidad. Indican, en base al resumen que es un ensayo cruzado doble ciego en 100 personas con DMAE no avanzada y que se administró un suplemento de azafrán (20 mg / día) o placebo durante 3 meses de forma alternativa. El resumen informa que el azafrán mejoró el promedio de AV corregida en 0,69 letras, lo cual se considera no tiene relevancia clínica.
- Como resumen los autores de la revisión sistemática destacan:
- En general, la evidencia sugiere un potencial beneficio en la AV asociado al uso de extractos de azafrán en pacientes con DMAE seca, pero se requiere evidencia adicional que confirme estos hallazgos.
- No se registraron efectos adversos de la suplementación con azafrán
- Se ha de tener en cuenta que el contenido del azafrán puede variar según la fuente.
Comentar que en octubre de 2018 se ha publicado el ECA de Broadhead et al(11) al completo. Se trata de un ECA, doble ciego, controlado con placebo en el que se incluyeron 100 adultos (> 50 años) con DMAE leve/moderada (sin especificar el tipo de afectación). Todos los participantes fueron consecutivamente aleatorizados para recibir 20 mg de azafrán o placebo durante 3 meses administrados como una cápsula oral una vez al día con el desayuno. Después de este periodo inicial de 3 meses, los participantes recibieron tratamiento con la otra intervención (azafrán o placebo según el tratamiento previo) por otros 3 meses.
Respecto a los resultados en parámetros clínicos, el estudio informa que la media de AV corregida mejoró en 0,69 letras en el grupo tratado con azafrán en comparación con el grupo de placebo (p = 0,001). No se observó una diferencia significativa en la tasa de eventos adversos entre los dos brazos de tratamiento (p > 0,10). Como conclusión, los autores consideran que la suplementación con azafrán es una opción segura que mejora modestamente la función visual en los participantes con DMAE y que dada la naturaleza crónica de la DMAE, la suplementación a más largo plazo puede producir mayores beneficios.
Por último, destacar que en la base de datos PROSPERO encontramos el registro del protocolo de una revisión sistemática(12) que se plantea como objetivo valorar la efectividad del uso del azafrán en la DMAE.