Dos documentos (1,2) que realizan recomendaciones sobre la frecuencia de la revisión oftalmológica en pacientes en tratamiento crónico con hidroxicloroquina en España, coinciden en indicar una revisión antes de iniciar el tratamiento y luego realizar una revisión anual tras cinco años desde que se comenzó la terapia. Esta pauta se modificaría si la dosis de hidroxicloroquina se incrementa o ante presencia de factores de riesgo para retinopatía. Estas recomendaciones coinciden con las señaladas por guías de práctica clinica de otros entornos(3,4) y por las evaluaciones del fármaco hidroxicloroquina(5,6,7). No hemos encontrado ensayos clínicos que evalúen la efectividad del cribado oftalmológico a diferentes intervalos en estos pacientes; y las recomendaciones se basan en la información de series de casos y en el consenso de expertos.
La guía de práctica clínica de pacientes con lupus eritematoso sistémico incluida en Guía Salud y actualizada en 2015(1), sobre las revisiones oculares en pacientes en tratamiento crónico con hidroxicloroquina, señala:
- Sugiere la vigilancia activa de toxicidad retiniana en pacientes en tratamiento con hidroxicloroquina o cloroquina (Recomendación tipo D*).
- Se sugiere, al menos, una exploración ocular basal durante el primer año de tratamiento y anualmente tras cinco años de tratamiento, si bien el control debe iniciarse más tempranamente en pacientes con maculopatía de otro origen o con factores de riesgo adicionales (D*).
- Se sugiere incluir en la revisión, al menos, una de las técnicas más sensible: tomografia de coherencia óptica dominio espectral (SDCOCT), autofluorescencia retiniana o electroretinograma multifocal junto con campo visual automatizado 10C2.
*Ver clasificación de las recomendaciones en el texto completo de la guía.
Un Consenso de profesionales publicado en la revista de la Sociedad Canaria de Oftalmología en 2015(2) indica que "se debe hacer un examen basal durante el primer año de utilización del fármaco y documentar cualquier patología ocular preexistente. La presencia de maculopatía se considera una contraindicación para el comienzo de la medicación. Si se determina en ese momento bajo riesgo, según los factores conocidos de riesgo (edada avanzada,dosis elevada diaria o acumulada, enfermedad hepática o renal,enfermedad retiniana), se realizará una revisión en 5 años. Después de este periodo el seguimiento será anual. Si se determina alto riesgo se realizará examen anual. Con estos exámenes se realiza un campo visual 10.2 y SD-OCT. Estas son las recomendaciones «mínimas», y son susceptibles de ser modificadas incrementando la frecuencia de las visitas a criterio del especialista o aumentando las pruebas a realizar. Si se decide la suspensión del fármaco se recomienda reevaluar cada 3 meses hasta detectar cierta estabilidad en las pruebas diagnósticas".
Esta pauta de examen ocular inicial y cada año, tras cinco años de tratamiento,en el caso de pacientes de bajo riesgo para retinopatía, es la misma que hemos visto reflejada en otras guías de práctica clínica(3,4) y en las evaluaciones del fármaco hidroxicloroquina revisadas(5,6,7).
La guía de la Academia Americana de Oftalmología revisada en 20163(3) añade que es importante verificar la dosificación en relación con el peso en cada visita y preguntar sobre los cambios en el estado sistémico, como una mayor pérdida de peso, enfermedad renal o uso de tamoxifeno.
La ficha técnica de la Agencia Española de Medicamentos y Productos sanitarios (AEMPS) de hidroxicloroquina, actualizada en 2011(8) , sobre las revisiones oculares refleja que “cuando se considere necesario un tratamiento prolongado con hidroxicloroquina, deberá realizarse un examen oftálmico inicial y periódico (trimestral) que incluya agudeza visual, funduscopía y prueba del campo visual. Si se observa algún indicio de anormalidad visual se deberá suspender el tratamiento inmediatamente y mantener al paciente en observación por si se produjese progresión. Los cambios en la retina si se detectan en una fase temprana pueden ser reversibles tras la interrupción del tratamiento pero si se desarrolla, la retinopatía puede ser irreversible y progresar incluso tras dejar la medicación”.