En dos preguntas realizadas con anterioridad a este Servicio Preevid (consultar al final de la página) sobre diferentes formas de fijación de las vías venosas se recomienda que para fijarlas adecuadamente se deben utilizar fundamentalmente apósitos estériles de poliuretano transparentes (de igual forma los recomienda una guía de práctica clínica de Guiasalud sobre terapia intravenosa(1)).
En la búsqueda actual hemos encontrado 4 Ensayos Clínicas Aleatorizados (ECA), con limitaciones metodológicas, que evalúan la efectividad del adhesivo tisular (AT) para la fijación de catéteres vasculares periféricos. En los ECAs se compara el uso de AT+ apósitos transparentes con el uso de los apósitos transparentes solo, y se señala que el AT es una nueva forma de fijación que parece ser una solución segura y puede aportar ventajas respecto al uso aislado de apósitos transparentes, aunque puede no ser adecuada para todos los pacientes.
No se han encontrado guías de práctica clínica sobre el manejo de los catéteres vasculares que hagan mención al papel que puede tener el AT en la estrategia de fijación de los dispositivos.
Un ECA no cegado, de cuatro brazos, con 195 pacientes de cuidados intensivos, evalúa durante 7 meses la fijación del catéter arterial (CA) a corto plazo para reducir el fallo de dichos catéteres.(2) Las intervenciones que se evalúan son: apósito estándar de poliuretano transparente (SPU, por sus siglas en inglés) (controles); apósito de poliuretano con bordes (BPU, por sus siglas en inglés) + apósito SPU; adhesivo tisular (AT) + SPU; y dispositivo de fijación sin suturas (SSD, por sus siglas en inglés) + SPU. Se compararon los casos en que falló el CA, es decir, se produjo desunión completa, oclusión (fallo del monitor, incapacidad para infundir o fuga de líquido), dolor o infección (local o sanguínea). El tiempo medio de permanencia del CA fue de 26,2 horas y fue comparable entre los grupos. El fallo de CA ocurrió en 26/195 pacientes (13%). El fracaso del CA fue significativamente mayor con los SPU (10/47 [21%]) que con apósitos BPU + SPU (2/43 [5%], P = 0.03), pero no significativamente diferente de lo que ocurrió con AT + SPU (6/56 [ 11%], P = 0,18) o SSD + SPU (8/49 [16%], P = 0,61). El vendaje aplicado en la inserción del CA duró hasta la extracción de este en el 68% de los controles; en el 56% de los CA con apósitos BPU + SPU; 73% de apósitos AT + SPU; y 80% de los CA con fijación SSD + SPU (todos P > 0,05). No hubo infecciones ni eventos adversos graves. La satisfacción del paciente y del personal con todos los productos fue alta. Los costos medianos (mano de obra y materiales) para la fijación por paciente fueron significativamente mayores en todos los grupos en comparación con el grupo control. En definitiva, el fallo del CA se produjo significativamente menos a menudo con apósitos BPU + SPU que con apósitos SPU. Los apósitos SPU + AT y SSD + SPU deben ser investigados y comparados con los apósitos BPU + SPU como controles. El nuevo enfoque de los apósitos SPU + AT parecía seguro y factible.
Otro de los ECA, también no cegado y de cuatro brazos, evalúa la efectividad durante dos meses de cuatro métodos de fijación para prevenir el fracaso del catéter intravenoso periférico (CIVP).(3) Los pacientes adultos (n=85), con CIVP colocada para terapia ≥ 24 horas y admitidos en salas médicas o quirúrgicas generales, se asignaron aleatoriamente a SPU transparentes (control); a AT con un SPU transparentes; a BPU; o un dispositivo de fijación sin sutura mas un SPU transparente, (tres grupos experimentales). El criterio principal de valoración fue la insuficiencia de CIVP, definida como la eliminación prematura del dispositivo antes del final de la terapia debido a dolor, bloqueo, filtración, eliminación accidental e infección local o sanguínea relacionada con el catéter. Los CIVP se utilizaron durante un promedio de 2,6 días en todos los grupos de estudio. El fracaso del catéter fue más bajo en el grupo con AT (3/21, 14%) y mayor en el grupo control (8/21, 38%), con fallo de BPU y SSD en 5/20 (25%) y 5/23 %), respectivamente. La razón de riesgo ajustada del fracaso del catéter fue más baja en el grupo AT (0,50; IC del 95%: 0,13-1,98), y luego en el caso de BPU (0,52, IC del 95%: 0,15-1,78) y SSD (0,61; IC del 95%: 0,20) -1,91). No hubo ningún paciente con infección local o sanguínea relacionada con el catéter. Se concluye que los apósitos SPU transparentes actuales por sí solos no previenen muchos casos de fallo de CIVP. El uso del AT parece prometedor como una solución innovadora, pero puede no ser adecuada para todos los pacientes.
El tercer ECA, piloto de cuatro brazos, con pacientes a los que se les insertó catéteres arteriales periféricos (CAP)(4) en el quirófano y luego fueron trasladados a la unidad de cuidados intensivos, determina la eficacia inicial de un apósito y dos métodos de fijación versus cuidado habitual, para minimizar el fracaso de los CAP. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a uno de los tres grupos de tratamiento: apósito BPU (n = 30); dispositivo de fijación sin suturas (n = 31); AT (n = 32)); o al grupo control: SPU transparente, práctica habitual (sin bordes) (n = 30). Ciento veintitrés pacientes completaron el ensayo. El resultado primario del fallo del catéter fue 2/32 (6,3%) para el AT, 4/30 (13,3%) para el poliuretano con borde, 5/31 (16,1%) para el dispositivo de fijación sin sutura y 6/30 (20%) para el control de poliuretano transparente (cuidado habitual). El análisis de costos sugirió que el AT era el más rentable. El ensayo piloto mostró que las nuevas tecnologías eran al menos tan eficaces como la utilización de apósitos de poliuretano transparentes habituales y los dispositivos de fijación de CAP, y puede ser rentable. El ensayo también proporcionó pruebas de que sería factible un ensayo multicéntrico más amplio.
El cuarto ECA investiga si la tasa de fracaso podría reducirse mediante la adición de AT al catéter intravenoso periférico (CIVP).(5) El ECA fue de 2 brazos, no cegado, de 380 CIVP en 360 pacientes adultos. El grupo control recibió la fijación estándar (consistente en SPU transparentes). El grupo intervención recibió la fijación estándar más AT de cianoacrilato aplicado sobre el sitio de inserción del CIVP. El resultado primario fue la insuficiencia periférica de CIVP a las 48 horas, independientemente de la causa. Los resultados secundarios fueron los modos individuales de fallo periférico del catéter: infección, flebitis, oclusión, o cambio de posición. La insuficiencia periférica del CIVP fue 10% menor (intervalo de confianza del 95% -18% a -2%, P = 0,02) con AT (17%) que con la fijación estándar (27%) y el desplazamiento fue del 7%, intervalo de confianza -13% a 0%, P = 0,04). La flebitis y la oclusión fueron menores con el AT pero no fueron estadísticamente significativas. No hubo infecciones. Como conclusión, el estudio apoya el uso de AT, además de la atención estándar (SPU transparentes) para reducir las tasas de insuficiencia periférica de los CIVP para los pacientes adultos del departamento de emergencia ingresados en el hospital.
Uno de los SE de Uptodate sobre los accesos venosos periféricos en adultos(6) señala que los catéteres periféricos se pueden asegurar con esparadrapo, apósitos adhesivos prefabricados, suturas o dispositivos de fijación específicos. Y que, un ensayo aleatorizado no cegado(5) mostró que la aplicación de una gota de AT en el sitio de inserción y otra gota bajo el núcleo del catéter después de la inserción, seguido de un SPU estándar, a las 48 horas no habían aparecido efectos adversos significativos. Destacar que otro SE también de uptodate (7) sobre prevención de infecciones relacionadas con los catéteres intravasculares, recomienda los apósitos de gasa en vez de transparentes en los catéteres venosos centrales (Grado 2B). Sobre todo si el paciente es diaforético o el sitio está sangrando o exudando. No señala nada con respecto al uso del adhesivo tisular.