Una pregunta similar, formulada al servicio Preevid en 2008 (ver enlace más abajo) resumía que, aunque había datos de estudios de experimentación animal que relacionaban la aparición de tumores carcinoides de estómago con el omeprazol, esta relación no se había confirmado en estudios en humanos. Por otra parte la asociación encontrada en un estudio amplio de casos y controles entre úlcera péptica tratada con inhibidores de la Bomba de protones (IBP) y cáncer gástrico, se debía más a la enfermedad ulcerosa, que al tratamiento con IBP; pues dicha asociación no se observaba cuando los IBP se tomaban por otros motivos.
La actualización de la búsqueda realizada en nuestro servicio, no ha encontrado estudios que establezcan de manera clara esa asociación entre cáncer gástrico y consumo a largo plazo de IBP. Mientras una revisión sistemática (RS) basada en ensayos clínicos(1) no encontró ningún tipo de relación; otra RS que incluía estudios observacionales(2) encontró una débil relación, pero no concluyente, por los posibles sesgos y por los factores de confusión no suficientemente estudiados.
El sumario de evidencia de Uptodate sobre los efectos de los IBP(3) concluye que los estudios realizados en pacientes en tratamiento, durante un plazo prolongado, con IBP no han demostrado una mayor incidencia, ni de displasia, ni de cambios neoplásicos gástricos. Aunque existe el riesgo teórico de que una gastritis atrófica - que puede facilitarse por la aclorhidria mantenida durante largos períodos- favoreciese la aparición de un cáncer gástrico, este riesgo no se ha visto ratificado en ninguno de los estudios.
Una RS publicada en 2013 fue realizada con el objetivo de evaluar la relación del consumo a largo plazo de IBP y su relación con el desarrollo de lesiones gástricas malignas o premalignas(1). La RS Incluyó 6 ensayos con un total de 785 pacientes en los que en una de las ramas se mantuvo el tratamiento con IBP al menos durante 6 meses. La observación durante 3 años no encontró diferencias entre los grupos de tratamiento con IBP y los controles, ni en la incidencia de atrofia gástrica, ni de metaplasia intestinal, ni de inflamación crónica del antro, ni de hiperplasia de células similares enterocromafines (ECL-cell).
La otra RS publicada en 2016(2) analizó la relación entre consumo a largo plazo de omeprazol y la incidencia de pólipos fúndicos gástricos o de cáncer gástrico. La revisión incluyó 12 estudios, la mayoría de ellos estudios descriptivos. Para el cáncer gástrico incluyó tres estudios de casos y controles. El empleo a largo plazo (más de 12 meses) de IBP se asoció con la presencia de pólipos gástricos fúndicos, con una "oods ratio" (OR) conjunta de 1,43 ( IC al 95% de 1,24 a 1,64) y de 2,45 (IC al 95% de 1,24 a 4,83) en un modelo de efectos fijos y de efectos aleatorios, respectivamente. Para el cáncer gástrico la OR fue de 1,43( IC al 95% de 1,23 a 1,66) para cada uno de los modelos. Los autores concluyeron que el tratamiento a largo plazo con IBP podría incrementar el riesgo de cáncer gástrico, pero que esta asociación no era firme, al estar sesgada, dado el limitado número de estudios incluidos y que no están suficientemente analizados los factores de confusión (no se analizan por ejemplo la dieta de carnes curadas o de ahumados, o los antecedentes familiares de cáncer gástrico).