De acuerdo con la información contenida en sumarios de evidencia (1,2,3) y en guías de práctica clínica (4,5), las mujeres con antecedentes de conización por una neoplasia intraepitelial de cuello de útero (CIN), cuando posteriormente se quedan embarazadas, presentan un mayor riesgo de presentar un parto prematuro y una rotura prematura de membranas. No parece que el embarazo empeore el pronóstico de la lesión intraepitelial y el embarazo no implica modificar el seguimiento previsto de la CIN tras la conización.
Tras una conización por lesiones CIN 2 ó 3 se aconseja (1) realizar una citología cervical, comprobando también si hay infección por virus del papiloma humano (VPH) al año, y a los dos años, de haberse realizado la intervención quirúrgica. Si las dos tomas fueran negativas, se repetirá la citología cada tres años y si fuera de nuevo negativa seguiría los cribados de cáncer cervical recomendados como rutinarios. Si alguna de las citologías diera un resultado anormal o detectara presencia de VPH, debería realizarse una colposcopia con toma de muestra endocervical. No hemos encontrado ningún documento en el que se evalúe si una gestación posterior a la conización obliga a modificar estas pautas; aunque en el caso de gestación la colposcopia deberá realizarse tras el parto [Ver también más abajo preguntas previas relacionadas formuladas previamente al servicio Preevid] .
Los sumarios de evidencia de Uptodate(2) y de Dynamed(3), basados fundamentalmente en dos revisiones sistemáticas(6,7) de estudios de cohortes, concluyen que:
- Las mujeres con historia previa de conización deben ser informadas sobre el incremento de riesgo de parto prematuro y de complicaciones asociadas (rotura prematura de membranas y mortalidad perinatal).
- Estudios prospectivos de series de casos han demostrado que un cuello de útero acortado en la ecografía del segundo trimestre fue predictivo de un riesgo aumentado de parto pretérmino en mujeres que presentaban conización, similar a otras mujeres, por lo que se aconseja vigilancia con ecografías seriadas para medir la longitud del cuello de útero(2).
- No hay evidencia de que la modalidad de tratamiento realizado en mujeres con diagnóstico de CIN, condicione el tipo de parto en un embarazo posterior (vaginal versus cesárea) .
- El embarazo no afecta el curso de la displasia cervical, ni del CIN(3).
- Durante el embarazo no estaría indicada la realización de colposcopia ya que los resultados no pueden ser interpretados adecuadamente, al no tener suficiente fiabilidad(3).
Las guías de práctica clínica(4,5) también atribuyen un mayor riesgo de parto prematuro en mujeres con una conización previa; y una de ellas(4), resume que aunque no todos los estudios son coincidentes sobre el efecto de la una conización en un embarazo posterior, parece que incrementa dos veces el riesgo de presentar un parto prematuro en relación a las mujeres a las que no se les ha realizado la conización.