Tras la búsqueda se han seleccionados 4 Guías de Práctica Clínica (GPC), 2 protocolos y 2 revisiones narrativas. Se aprecia variabilidad en la práctica y que tan necesario es el uso adecuado de guantes (sin que se establezca de forma concluyente si estériles o limpios) como el lavado de manos frecuente y el cambio de los guantes entre pacientes para evitar la diseminación de una posible infección. Y, en general, recomiendan: más investigación, educación/información a las enfermeras y la realización de protocolos y guías para la evaluación de riesgos. En el documento en que se evalúa el coste se señala que los guantes limpios son menos costosos.
Una GPC(1) para la prevención y tratamiento de las lesiones por presión recomienda, para el control de la infección bacteriana, el lavado de manos y utilizar guantes estériles, que se deben cambiar con cada paciente. Sin embargo, una GPC posterior(2) para la prevención y manejo de las úlceras por presión (UPP) y heridas crónicas (HC) recomienda que, en las heridas colonizadas y con infección bacteriana, para el control de la infección, entre otras medidas se debe utilizar guantes limpios, cambiándolos con cada paciente, además el lavado de manos entre los procedimientos con los pacientes es esencial. Otras dos GPC para el cuidado de heridas crónicas(3,4) recomiendan utilizar guantes pero no especifican si estériles o limpios. Aunque si señalan que se deben cambia con cada paciente.
Uno de los protocolos,(5) para el cuidado de las úlceras crónicas, señala que durante todo el proceso de la cura se deben mantener medidas de asepsia, ya que gran número de infecciones se transmiten a través de las manos y el material utilizado en la cura, por lo que es necesario el lavado de manos antes y después de la cura y el uso de material limpio (esparadrapo, malla, tijeras, guantes desechables) y estéril (pinzas, tijeras, apósitos, gasas, guantes) según necesidades. El otro protocolo,(6) para la prevención y manejo de las UPP y HC, indica también que para el control de la infección de estas se debe, entre otras medidas, utilizar guantes limpios, cambiándolos con cada paciente. También se considera esencial el lavado de manos entre los procedimientos con los pacientes.
Una de las revisiones narrativas(7) sobre el uso inadecuado de los guantes, por parte de la enfermera, en el cuidado de los pacientes, indica que la asepsia es una parte importante del control de la infección y los guantes estériles son necesarios en el cuidado de heridas agudas y procedimientos quirúrgicos. Comenta que algunos profesionales han utilizado durante muchos años los guantes no estériles para el cuidado de HC y esto proporciona un método rentable de protección tanto para el paciente como para la enfermera; sin embargo, añade que todavía existen antiguas prácticas de enfermería difíciles de descartar, algunas de ellas que han demostrado ser costosas e innecesarias. Una de esas prácticas preocupantes es el uso de guantes para todos los procedimientos sin cambiarlos entre diferentes pacientes; esto puede ser una forma de introducir una infección cruzada. Por lo tanto, el uso de guantes debe ser cuidadosamente pensado y la justificación de su utilización debe basarse en la evidencia.
Con respecto a si, en el cuidado de las HC, se debe usar guantes estériles o no estériles, señala:
- Todas las HC tienen una carga bacteriana con una mezcla de enterococos, bacterias anaerobias incluyendo pseudomonas spp que a menudo colonizan estas heridas. La colonización microbiana tanto de heridas agudas como crónicas, es inevitable y en muchas ocasiones predominan las bacterias endógenas, muchas de las cuales son potencialmente patógenas en ese entorno. El hecho de que la herida esté naturalmente llena de bacterias reduce el potencial para la infección clínica de las áreas "limpias", por lo que en el cuidado de las HC no es necesario usar guantes estériles.
- Por otra parte señalan un estudio que encontró que los guantes sin polvos de talco, no estériles, fueron particularmente útiles y rentables en un departamento de cicatrización de heridas. Pero esto fue porque los guantes libres de talco no estériles reducen el potencial a una reacción alérgica y son menos costosos que los estériles.
- Recomiendan proporcionar información continua y educación en el uso apropiado de los guantes. Especialmente en lo que las enfermeras deben estar seguras es en los argumentos a favor de los guantes estériles vs guantes no estériles ya que no siempre saben los fundamentos de la práctica basada en la evidencia de una técnica aséptica.
Concluye que la prevención de la infección durante los cuidados, incluyendo el lavado de manos frecuente, es crítica para limitar la diseminación de la infección, aunque se realice el uso adecuado de guantes también seguirá siendo importante en la protección tanto para el paciente como para la enfermera. El futuro debe basarse en realizar nuevas investigaciones sobre el uso adecuado de guantes y realización de protocolos sobre su uso para el control de las infecciones.
Otra revisión narrativa posterior(8) sobre la técnica aséptica y el uso de guantes estériles frente a los no estériles, indica que hay una falta de pruebas al respecto y una gran variabilidad. Se necesitan auditorías regulares de las técnicas asépticas y educación para mejorar la atención. En la práctica, las técnicas limpias y asépticas se utilizan indistintamente, a menudo sin evaluación de riesgos. Las enfermeras deben aprender a seleccionar una técnica limpia o una técnica aséptica, y por lo tanto guantes limpios o estériles, utilizando un protocolo de evaluación de riesgos. Las evaluaciones de riesgos para la elección de tipos de guantes, de equipo y la exposición a sangre y fluidos corporales deben ser completadas para todos los procedimientos asépticos. Esto debe guiar a las enfermeras a adoptar principios más seguros cuando se utilizan guantes.
Hay una falta de pruebas con respecto a la influencia de los guantes estéril frente a guantes limpios en la atención clínica, incluyendo las tasas de infección post-operatorias y las tasas de retraso en la curación de las heridas. El riesgo requiere más evidencia antes de cambiar la práctica del personal sanitario de los guantes estériles a los guantes limpios. Cuando se carece de pruebas, las mejores prácticas deben guiarse por la opinión de expertos y orientación nacional e internacional, que deben ser integrados en las guías de práctica locales.