Tras la revisión de los documentos seleccionados se considera que, aunque los estudios publicados no encuentran un mayor riesgo de efectos adversos maternos o fetales tras seguir una dieta vegana-vegetariana durante el embarazo, se carece de estudios de calidad que permitan determinar de forma concluyente la seguridad de la dieta vegana durante el embarazo, en gestantes sanas (teniendo en cuenta que este tipo de dieta se pueden asociar a déficits nutricionales que pueden influir en los resultados gestacionales y que se ha de informar a la mujer de la necesidad de tomar suplementos o productos alimenticios fortificados que permitan prevenir o corregir tales déficits(1,2)).
Una revisión sistemática de 2015(3) se planteaba como objetivo tratar de aclarar los riesgos y los beneficios de las opciones dietéticas vegetarianas-veganas durante el embarazo. Se seleccionaron 22 estudios observacionales que informaron de los resultados materno-fetales (13 estudios) o de las deficiencias en la dieta (9 estudios), asociadas a las dietas veganas-vegetariana. La heterogeneidad de los estudios impidió realizar un metanálisis.
Ninguno de los estudios que cumplió los criterios de inclusión informó de un aumento de resultados adversos graves materno-fetales o de malformaciones mayores, aunque en un estudio con 7.928 niños se encontró un aumento del riesgo de hipospadias en los recién nacidos de madres vegetarianas (odds ratio [OR] 4,99; intervalo de confianza [IC] del 95%: 2,1 a 11,88)(4) (debido a la posibilidad de que la mayor exposición de las madres vegetarianas a los fitoestrógenos tenga un efecto deletéreo sobre el sistema reproductor masculino en desarrollo). Cinco estudios informaron de menor peso al nacer en los recién nacidos de madres vegetarianas, de manera significativa en 1 estudio y no significativa en otros 2 estudios (la significación estadística no se indicó en los otros 2 estudios). Las diferencias van de 20 g a alrededor de 200 g, pero se comenta que la relevancia clínica de estas diferencias es incierta. Se informaba sobre la duración del embarazo en seis estudios y esta fue similar entre las gestantes veganas-vegetarianas y las gestantes omnívoras. Los nueve estudios que valoraban las deficiencias en microelementos y vitaminas sugieren que las mujeres veganas-vegetarianas pueden estar en mayor riesgo de desarrollar deficiencias de vitamina B12 y de hierro.
Los autores plantean que la evidencia del efecto de las dietas veganas-vegetarianas durante el embarazo es heterogénea y escasa y que a falta de estudios aleatorizados no nos permite distinguir los efectos de la dieta de los factores de confusión; no obstante, los hallazgos sugieren que cuando las dietas veganas-vegetarianas son el resultado de una elección libre y no están relacionadas con un acceso limitado a los alimentos o con la pobreza, los resultados del embarazo son similares a los reportados en la población omnívora. En consecuencia, las dietas veganas-vegetarianas podrían considerarse seguras en el embarazo, siempre y cuando se preste atención a los requisitos de vitaminas y oligoelementos y se compensen las posibles deficiencias nutricionales (sobre todo de vitamina B12 y hierro).
En otra revisión sistemática también de 2015(5), realizada con el objetivo de valorar el estado del zinc en mujeres vegetarianas durante el embarazo comparándolo con el de gestantes no vegetarianas, se incluyeron 6 estudios observacionales, 5 de los cuales informaban del resultado funcional del embarazo (en términos de período de gestación y peso al nacer). No se encontraron diferencias significativas entre las poblaciones vegetarianas y sus respectivos grupos de control (no vegetarianas) en cualquiera de los resultados. Ningún estudio observó una relación entre las medidas del estado de zinc y los resultados analizados.
El sumario de evidencia de Uptodate sobre la nutrición en el embarazo(6) señala, respecto a la dieta vegetariana, que una dieta vegetariana equilibrada no parecen tener ningún efecto adverso sobre el resultado del embarazo, aunque la evidencia de alta calidad es escasa.
En otro estudio observacional(7), no incluido en las revisiones sistemáticas referenciadas, se evaluó la media de peso al nacer y la prevalencia de bajo peso al nacer (<2500 g) entre los bebés nacidos de mujeres veganas, vegetarianas y no vegetarianas. Además, se determinó la duración media de la lactancia materna en cada uno de los grupos de dieta. Los resultados mostraron que el peso medio al nacer no fue significativamente diferente según el tipo de dieta: 3,54 kg, para el grupo de mujeres veganas (n = 47); 3,38 kg para el grupo vegetariano (n = 199); y 3,32 kg para el grupo de mujeres no vegetarianas (n = 350); (p = 0,255). Se informó de bajo peso al nacer en el 0%, 4,7%, y 7,1% en los grupos vegano, vegetariano, y no vegetariano, respectivamente (p = 0,127). La duración media de la lactancia fue de 12,8 meses, 8,6 meses y 6,6 meses, para el grupo vegano, vegetariano y no vegetariano, respectivamente (p = 0,000). Y además se describe que un mayor porcentaje de madres veganas amamantaron a sus hijos al inicio, a los 6 meses y a los 12 meses del periodo de estudio, seguido por las madres vegetariana y las madres no vegetarianas, con una diferencia estadísticamente significativa (p = 0,0001).